Eufemiano Fuentes en el programa Lo de Évole

Eufemiano Fuentes en el programa Lo de Évole Lo de Évole

Deportes DOPAJE

Eufemiano Fuentes señala a Fermín Cacho por dopaje y culpa a Lissavetzky y al PSOE de su caída

El famoso médico deportivo, muy relacionado con el tema del dopaje en diferentes ámbitos del deporte, se sinceran en el programa Lo de Évole. 

28 marzo, 2021 22:52

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Eufemiano Fuentes ha pasado por el programa de Lo de Évole de laSexta para hablar sobre su experiencia con el dopaje, su ascenso en el mundo del deporte y su caída, de la cual ha acusado directamente al Partido Socialista y a Jaime Lissavetzky, Secretario de Estado para el deporte durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, el cual comenzó en el año 2004. 

La etapa de Lissavetzky estuvo marcada, entre otras muchas cosas, por el estallido de la Operación Puerto en el año 2006, la mayor trama de dopaje que se ha conocido en el deporte en España y que tenía como uno de sus cabecillas al propio Eufemiano Fuentes, algo que él niega, acusando a los medios de comunicación de haberle un otorgado cargo que a él no le correspondía. Sin embargo, tampoco señala a los responsables de aquello para desmarcarse de toda su responsabilidad. 

Eufemiano se sigue definiendo como un médico deportivo aunque reconoce a regañadientes que hizo trampas con algunos deportistas durante toda su carrera, aunque en esta entrevista ha querido señalar especialmente a uno, Fermín Cacho. Fuentes ha reconocido que ha ayudado a uno de los mejores atletas de nuestro país y que parte de sus éxitos pudo haberlos conseguido gracias a su relación con él. Además, ha cerrado el círculo entre ambos, entre Jaime Lissavetzky y Fermín Cacho, ya que de ellos salió un importante ofrecimiento para preparar al equipo de atletismo español de cara a los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. Eufemiano rechazó aquel ofrecimiento y fue su fin. 

Eufemiano Fuentes durante la entrevista con Jordi Évole

Eufemiano Fuentes durante la entrevista con Jordi Évole Lo de Évole

"Un año antes del estallido de la Operacion Puerto recibí una propuesta para volver a la federación para preparar a equipos para las olimpiadas de Pekín 2008. Esa avanzadilla la hace una persona del PSOE cercana a Jaime Lissavetzky. Esa persona era Fermín Cacho. Querían que preparara al equipo olímpico. Pero sobre la marcha le contesto que no".

El comienzo de todo

Eufemiano Fuentes, que en sus inicios había sido ginecólogo porque la medicina deportiva todavía no existía y que era un apasionado atleta cuando estudiaba la carrera, decidió dar un importante cambio a su vida y dedicarse enteramente al deporte. Sus mayores éxitos llegaron tras entrar en la Federación Española de Atlétismo donde tuvo una importante misión, poner a los deportistas españoles a la altura de los mejores del mundo, especialmente a la altura de los de Europa del este. 

Para Eufemiano era todo un misterio que países con núcleos de población tan reducidos respecto a gigantes como España obtuvieran tantos buenos resultados, por lo que decidió descubrir el porqué, siempre con el amparo de la federación según él mismo cuenta: "Allí conocí técnicas de dopaje. Esos viajes me los pagaba la Federación Española de Atletismo y las organizaciones que me contrataban. A veces allí cambiaba dólares por conocimientos porque allí las situaciones económicas no eran muy buenas. Para ellos 500 dólares era mucho y los sacaba de mi bolsillo". 

Eufemiano asegura que todo el mundo estaba al tanto de lo que hacían esos países y de lo que él hacía en esos viajes donde visitaba instalaciones e investigaba resultados intentando descubrir nuevos conocimientos para potenciar el rendimiento de los atletas. Cambiaba información a cambio de sobres con dinero. 

"Ellos querían que nuestros deportistas compitieran en igualdad de condiciones a los suyos. Ellos sabían a lo que iba. No querían positivos, pero sí resultados y decían que hiciera lo que tenía que hacer". Además, apunta que la RFEA estaba al tanto de diferentes procesos que se llevaban a cabo para potenciar el rendimiento y la recuperación de los deportistas, pero eludiendo la ley y los controles: "Se usaron sustancias dopantes para hacer experimentos con deportistas con el conocimiento de la federación".

Eufemiano tenía claro que un deportista se dopaba, y se dopa, por culpa de las altas exigencias deportivas que pesan sobre ellos y que siempre les piden más y más, que no basta con exigentes programas de entrenamientos. Y ahí es donde entraba él. Al que le hacía falta más ayuda, él se la facilitaba: "Soy conocido por ser médico deportivo. También por el dopaje. Pero nunca cometí el delito del dopaje".

Fuentes no solo tenía una buena consideración por parte del mundo del deporte, sino que él mismo se tenía tambíen en una alta estima: "Mi trabajo era fundamentalmente la recuperación. A mí me buscaban ciclistas, boxeadores, atletas, futbolistas... era de los mejores". Además del atletismo, el universo en el que más inmerso estuvo era el ciclismo, y así cuenta cómo ayudaba a los más fuertes del pelotón: "Se produce mucho daño entre una etapa y otra. Es fundamental ese trabajo. Yo muchas veces no esperaba a que el ciclista llegara al hotel. En la misma meta, en una caravana, iniciaba el proceso".

Ese proceso no era otro que el de realizar diferentes procesos dopantes donde las transfusiones de sangre eran la joya de la corona. Él y su equipo se encargaban de hacerlo todo con seguridad y eficiencia, desde el proceso de anestesia y esterilización de la zona de extracción hasta la conservación de las muestras en refrigeradores especializados. Como el propio Eufemiano afirma, "era un adelantado a su tiempo". 

Su papel en Barcelona 92'

Uno de los puntos más calientes de la entrevista ha sido sus confesiones sobre las míticas olimpiadas de Barcelona 92'. Eufemiano estaba fuera ya de la RFEA y había sido vetado tras la entrada a la presidencia de José María Odriozola. Aún así, consiguió tener mucha influencia en aquellos Juegos debido a su tratamiento con algunos deportistas. 

"Acudí a las olimpiadas con mi mujer como su médico. La federación me había vetado la presencia con el cambio de presidente en el año 1989". Allí, Fuentes asegura haber tratado a algunos atletas, entre ellos a Fermín Cacho: "Hice un tratamiento con Fermín Cacho para prepararle para las limpiadas de 1992. Estimuladores de la producción de testosterona, reducción de ácido láctico... Me vi con Fermín Cacho en una cafetería en las olimpiadas antes de la final de 1500 metros".

"Yo seguí en contacto con Fermín Cacho después de Barcelona 92'. Pero él era el mejor corredor de la historia del país. Que en algún momento le haya ayudado a mejorar su rendimiento no quiere decir que por eso ganara lo que ganó. Mi relación con él siempre fue buena".

Sin embargo, Eufemiano no solo señala a Cacho, sino que también cree que muchas medallas que allí se consiguieron estuvieron manchadas por la lacra del dopaje: "Yo creo que los atletas españoles usaban EPO en Barcelona 92'. No lo puedo afirmar, pero díria que sí. Los que yo preparaba no lo necesitaban".

"Si yo hablara, caerían medallas que se ganaron en Barcelona 92'. Por eso no voy a decirlo. Si cuento lo que sé es que algunos de los medallistas recurrieron a sustancias dopantes. Eso, 28 años después es indemostrable, pero sí es querellable. Podrían llevarme a un tribunal, y en eso no me quiero ver".

Sus métodos

Preguntado sobre si tiene pruebas para lanzar esas acusaciones, este particular médico deportivo pierde fuerza y valentía: "En los documentos que me retiró la policía (cuando la Operación Puerto) había pruebas y resultados para demostrar esos positivos. Tratamientos, prescripciones... pero todo condicional, porque no sé si lo tengo. Antes se lo consultaría a mi abogado". 

A pesar de su lamentable historia, Eufemiano Fuentes duda en muchas ocasiones si definirse como un médico que dopaba deportistas para mejorar su rendimiento, aunque ante la duda, tiene claro que por aquel entonces el dopaje no era un délito. Se escuda en que muchas de sus técnicas y muchos de los productos que utilizó serían incluidos como dopaje años después. 

"El dopaje no era delito. Se presentó la guardia civil, que persigue el crimen organizado con dinero público, a detenerme. Si el motivo era el dopaje, no tenía sentido salvo que hubiera una instrucción expresa de persecución". 

"Yo he utilizado productos dopantes antes de que fueran incluidos en las listas. Yo he hecho trampas, como todos. No conozco a nadie que no las hiciera. Yo sabía que las autotransfusiones de sangre estaban prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje, pero las hacía igualmente. Las hacía con fines profilácticos y terapéuticos. Si un deportista alegaba tener anemia, se podían hacer. Me saltaba las normas parcialmente". 

Eufemiano reconoce también que todas sus fechorías fueron realizadas en España y que los deportistas extranjeros que solicitaban sus servicios tenían que venir aquí porque en otros países sus prácticas también era delito. "Lo hacía todo en España. Pero se lo hacía a los deportistas que lo necesitaban, aunque eran la mayoría de los que acudían a mí". No obstante, esta versión contradice con la ofrecida por deportistas que han reconocido tratarse con él en países como el Estado de Mónaco. Es el caso del exciclista Tyler Hamilton

"Yo dopaba diferente. Me adelantaba a mi época. Usaba cosas que mejoraban antes de que las prohibiesen. Excepto con la sangre. Es como ahora con la creatina, que todavía no está prohibida. He propuesto planificaciones de dopaje, pero yo no las he suministrado. No sé si otros las han suministrado a raíz de mis indicaciones. A veces callo porque no me acuerdo, otras para otorgar".

Eufemiano y el fútbol

Otro punto candente de su confesión ha sido su relación con el fútbol: "Se han protegido unos deportes más que otros. El fútbol por ejemplo. He trabajado para la UD Las Palmas, el Elche... pero extraoficialmente para más equipos. Asesorando a técnicos para tratar el rendimiento de jugadores y su recuperación".

Eufemiano entonces soltó nombres realmente relevantes, algunos tan importantes como el del FC Barcelona, con quien mantuvo varias conversaciones: "Me hubiera gustado trabajar en el Barça y estuve en conversaciones con ellos. Otros equipos he hablado con ellos, pero no me autorizan a dar los nombres". Es una realidad que el conjunto azulgrana intentó ficharle en varias ocasiones, hecho que finalmente no se produjo. 

Un hecho que generó mucha polémica fue una información publicada por el medio francés L'Equipe que apuntaba a la colaboración de Eufemiano con el propio Barça, pero también con el Real Madrid, con el Valencia y con el Real Betis. Azulgranas y madridistas se querellaron contra dicho medio para limpiar su imagen. En la entrevista con Évole, Eufemiano ha aclarado una vieja polémica con el equipo blanco por un pago no realizado. Se trataba precisamente de aquel juicio en el que Fuentes reconoció no haber trabajado nunca para el Real Madrid. El médico le reclamaba al equipo blanco que corriera con los gastos de su desplazamiento desde las Islas Canarias para testificar. Además, habló también del distanciamiento que el por aquel entonces jefe de los servicios médicos del Real Madrid tuvo con él. Alfonso del Corral siempre negó haber sido aconsejado y asesorado por Eufemiano, algo que él corrobora. 

Sin embargo, más dudas ha dejado su supuesta vinculación con la Real Sociedad y una serie de pagos que aparecen a su nombre en una contabilidad 'B' del club donostiarra coincidiendo con el año en el que la Real quedó segunda en La Liga tras el Real Madrid: "Yo no fui médico de la Real Sociedad, pero les asesoré de alguna forma. Es posible que eso tuviera algo que ver con su buen rendimiento en el segundo puesto que consiguieron en liga en el 2003". Esos pagos, que ascendían casi a 60.000 euros, coincidían tanto en los propios papeles de Eufemiano como en las cuentas de la Real firmadas por el presidente de la época, José Luis Astiazarán

Por último, Eufemiano, que no cesa en definirse como un médico deportivo, se marcha dejando la puerta abierta a confesiones que quedarán para siempre en el tintero ahora que se ha jubilado y que ha dejado de ejercer la médicina, ya que después del deporte se pasó a la atención familiar. No se considera un tramposo, aunque no puede evitar sentirse orgulloso de sus triufos: "Nunca he jugado sucio en conciencia. He pensado hacer trampas gordas y liarla, pero mi ética no me lo permitía. He hecho trampillas que han traído grandes resultados". 

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