La performance en la que se encontraron Abramovic y Ulay.

La performance en la que se encontraron Abramovic y Ulay.

Arte Arte y pleitos

Del amor a los tribunales: Marina Abramóvic, condenada a pagar 250.000 euros a su exsocio

Juntos protagonizaron una de las performances más emocionantes de la historia al reencontrarse y romper a llorar en una instalación. Ahora, ella debe resarcirle por las obras conjuntas que nunca le pagó. 

LGM
Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

Se llama Frank Uwe Laysiepen, pero firma como Ulay. Es fotógrafo y uno de los artistas perfomance más representativos de finales de los años sesenta y setenta. Fue compañero sentimental y socio artístico de Marina Abramovic: durante más de diez años -antes de su separación en 1988- trabajaron juntos en una serie de obras.

Es célebre su encuentro de 2010 durante una instalación en el Museo de Arte Moderno de Nueva York: Abramovic se sentó en una silla durante ocho horas e invitó a extraños a colocarse frente a ella y a mirarla a los ojos. Entonces apareció Ulay, se observaron y se pusieron a llorar. Ella tendió los brazos para cogerle de las manos. El vídeo del instante ha sido visto por millones de personas en Youtube. Ahora la historia da la vuelta y del nostálgico contacto visual han pasado a ajustar viejas rencillas económicas. 

El artista acaba de ganar su batalla legal contra Abramovic; una pugna que comenzó hace más de un año, cuando Ulay denunció que su expareja había incumplido el contrato que regulaba sus obras conjuntas. Un tribunal holandés acaba de condenar a Abramovic a pagarle a Ulay los más de 250.000 euros correspondientes a los beneficios de las ventas de sus trabajos a medias, además de una recreación comercial de Adidas -también firmada por ambos-.

La demanda inicial aseguraba que Abramovic no estaba cumpliendo un contrato cerrado en 1999. Ulay afirmó que la artista no le había proporcionado "las declaraciones exactas de las ventas" y que le había pagado "sólo cuatro veces en el transcurso de 16 años".

Victoria legal

En la resolución del caso, el tribunal de Amsterdam detalló que Ulay tenía derecho a las prerrogativas del 20% del neto de las ventas de sus obras, como se especificaba en el contrato original del 99. Así, ha ordenado a Abramovic a pagar este débito, además de los 23.000 euros de las costas legales. También se la condenó a acreditar exhaustivamente cada trabajo firmado con Ulay -que figuran en una serie sellada como "Ulay / Abramovic" y abarca el período de 1976 a 1980; y otra titulada "Abramovic / Ulay", de 1981 a 1988-.

Mi calvario con el cáncer amenazaba gravemente mi vida, y la batalla legal con Abramovic amenazaba mi existencia. En mi opinión, el veredicto del tribunal fue imparcial y justo

Se ha instado a la artista a detallar un registro completo relativo a todas las reproducciones, copias y ventas de los trabajos desde 2007 hasta hoy. Ayer miércoles, Ulay describió la pugna legal como "desagradable y angustiosa", y comparó la batalla con su propia victoria sobre el cáncer. "He ganado el caso con los puntos más importantes", subrayó. "Fue un alivio físico y mental. Mi calvario con el cáncer amenazaba gravemente mi vida, y la batalla legal con Abramovic amenazaba mi existencia. En mi opinión, el veredicto del tribunal fue imparcial y justo".

En una entrevista del año pasado concedida a The Guardian, Ulay declaró: "Marina no es para mí sólo una socia de negocios. Toda nuestra obra se ha hecho historia: está en los libros escolares. Pero ella ha malinterpretado deliberadamente las cosas, o ha echado hacia la izquierda mi nombre".