
José Luis Martín Berrocal, padre de Vicky Martín Berrocal, falleció el 6 de julio de 2004. Montaje de EL ESPAÑOL.
De ganaderías a autobuses: el imperio del padre de Vicky Martín Berrocal con el que mantuvo a dos familias a la vez
El patriarca del clan Berrocal no fue hábil en su vida personal, pero en los negocios fue un auténtico lince. Tras su muerte dejó un valioso patrimonio.
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Las Berrocal, el documental de Vicky Martín Berrocal (52 años) y su familia en Movistar Plus+, ha resucitado del olvido la turbia historia personal de José Luis Martín Berrocal. Un hombre con un gran olfato como emprendedor, aunque terriblemente torpe en el manejo de su vida sentimental.
Nacido en Madrid el 24 de noviembre de 1932, el empresario ganadero falleció en diciembre de 2008 tras sufrir un derrame cerebral. Tenía 76 años. Con su muerte dejó un legado millonario a sus herederos: un total de cinco hijos nacidos de sus relaciones con dos mujeres distintas.
Y es que, como bien se ha contado en el docurreality, durante décadas mantuvo dos idilios paralelos. Uno con Victoria Martín Serrano (78), madre de la diseñadora de moda nupcial y su hermana Rocío (43). Otro con Marisa del Molino González, con la que tuvo tres hijos en común: Marisa, José Luis y David.

José Luis Martín Berrocal, con Victoria Martín Serrano, madre de Vicky Martín Berrocal. GTRES
Todos ellos asistieron al entierro del empresario. Para entonces ambas familias estaban al tanto de la doble vida de José Luis Martín Berrocal. Este compaginó su relación con Marisa en Madrid, -con la que estuvo desde 1966 hasta 1994-, con sus visitas a Huelva para ver a Victoria y a sus hijas.
Dicen que la mentira tiene las patas cortas, pero a él no le costó demasiado ocultar su bigamia. Algo que logró mantener en secreto durante años. Una verdadera proeza, teniendo en cuenta que era un hombre sobradamente conocido en nuestro país. Lo cierto es que su infatigable actividad profesional y sus muy diversos negocios fueron la mejor excusa con la que poder justificar sus constantes ausencias.
Haciendo un recorrido por su intensa biografía, llama la atención lo prolífica que fue su carrera. Ganaderías, clubs de fútbol, boxeo, plazas de toros, empresas de transporte... Nada se le resistía.
Sus incesantes proyectos hicieron de él un hombre de éxito. Y con las arcas lo suficientemente llenas como para mantener a dos familias a la vez.

Las hermanas Berrocal acompañan a su progenitora en el entierro de su padre. GTRES
Siendo joven heredó, junto a sus hermanos, la próspera empresa familiar. Su padre, José Martín Alonso, fue el fundador de La Sepulvedana, dejó tras su muerte una firma que dio de comer -y muy bien- a sus herederos. Durante décadas se dedicó al transporte de personas desde la capital hasta provincias del centro y norte de España.
José Luis y su hermano Pablo, que eran uña y carne, hicieron crecer la compañía de autobuses. Ambiciosos, hábiles negociadores y dotados de un gran olfato para saber ver las oportunidades, no les costó demasiado convertir el negocio en uno de los más sólidos del sector.
Ganadero y apoderado
Pero esta no fue la única fuente de ingresos del padre de Vicky Martín Berrocal. También destacó en el ámbito de la tauromaquia. Una faceta en la que disfrutó muchísimo.
No solo era ganadero: también apoderado de toreros tan conocidos como Andrés Hernando, Dámaso González, Juan Mora (62), quien posteriormente se casaría con su hija Marisa. O Manuel Díaz El Cordobés (56), que estuvo casado con su hija Vicky.
Tal era su carisma y su pasión por los toros que llegó a convertirse en una figura clave en la gestión de plazas de toros del país. Una de ellas fue la de San Sebastián de los Reyes, al norte de la capital, cuya dirección asumió en 1961.
En 1980 logró un hito aún más importante: ser director de la plaza de toros de Las Ventas en Madrid. Algo que en el universo de la lidia viene a ser lo mismo que tocar el cielo. Ser el mandamás de este olimpo de dioses no lo logra cualquiera. Para José Luis fue tarea sencilla: coser y cantar.
Prueba de su buen hacer como gestor es que lo apodaron "el Napoleón de los toros”. Un sobrenombre que le acompañó durante años por la facilidad con la que se manejaba con matadores, otros empresarios y promotores del sector.
Directivo de clubs de fútbol
Siempre en busca de nuevos horizontes, José Luis Martín Berrocal no dudó en bucear otros océanos empresariales que le aportaran suculentos beneficios. Porque si algo le gustaba era ganar dinero.
Así, encontró nichos en los que hacer crecer su fortuna en el ámbito del deporte rey. Fue presidente del Recreativo de Huelva, el club de fútbol más antiguo de España. Estuvo al frente del equipo en dos etapas distintas: entre los años 1964 y 1967 y entre 1971 y 1975.
Fue bajo su liderazgo cuando se creó el Trofeo Colombino, que aún sigue vigente. Asimismo, promovió el ascenso del club a Segunda División.
En los años 80 intentó ponerse al mando del Atlético de Madrid, pero jamás consiguió su propósito. No por ello dejó de intentar probar suerte y fijarse nuevas metas en el balompié.
En enero de 2003 adquirió la propiedad el Club Deportivo Logroñés. La entidad se encontraba en ese momento en un profundo bache: inmersa en una grave crisis económica y a punto de echar el cierre definitivo.
Mánager de boxeadores
A pesar de sus habilidades como empresario y su agudo instinto para llegar a acuerdos no consiguió reflotar el club. La relación con el Ayuntamiento de Logroño estuvo marcada por las tensiones. Y, para más inri, el Gobierno de La Rioja incumplió sus compromisos de patrocinio. Una situación que no ayudó a superar la quiebra.
En julio de 2004, tan solo un año y medio después de ponerse al mando, Martín Berrocal anunció su retirada del equipo. Admitió ser incapaz de salir del déficit que arrastraba la sociedad.
Además del fútbol, José Luis Martín Berrocal hizo sus pinitos en el boxeo. Fue representante de Alfredo Evangelista. Todo un héroe en su época. El púgil uruguayo naturalizado español, conocido como 'el Lince de Montevideo', se enfrentó en 1977 a Muhammad Ali en el campeonato mundial de pesos pesados.
Evangelista fue campeón europeo en 7 ocasiones y nunca combatió por el título de España, pero ganó al boxeador José Manuel Urtain por K.O, lo que le catapultó a la fama en nuestro país. Parte de sus triunfos se los debe al padre de Vicky Martín Berrocal.
Problemas con Hacienda
No todo fueron luces en su vida. También le tocó hacer frente a sombras. En febrero de 1991 fue detenido en Madrid acusado de evasión fiscal y de no haber declarado a Hacienda cientos de obras de arte que atesoraba en su casa.
Los agentes de la Policía descubrieron en su vivienda, en la calle Santander de Madrid, todo tipo de objetos de elevado valor artístico y económico. Más de un centenar de cuadros, tallas religiosas, esculturas y cerámicas que se valoraron en su día en miles de millones de pesetas.
Se comentó entonces su vivienda era como un 'Museo del Prado'. A este bon vivant no solo le gustaba el dinero: también el lujo y las cosas bonitas. Se sospechó incluso que algunas piezas podían haber sido robadas en una iglesia de Navarra, pero dicha acusación jamás progresó en los tribunales.
Arresto y acusación de fraude
Su arresto fue consecuencia de unas investigaciones de la policía sobre varios casos de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. Finalmente, no se pudo demostrar que estuviera implicado en la trama.
Hablando de narcotráfico. Curiosamente, dos años antes de su detención, su hermano Pablo fue secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Una organización guerrillera insurgente, narcotraficante y terrorista de Colombia. Su cautiverio duró desde agosto de 1989 hasta abril de 1990, cuando fue liberado con el grupo armado.
Al igual que José Luis, su hermano Pablo llegó a dominar el mundo taurino en América Latina y gestionó la plaza de toros de Quito (Ecuador).
En 2007, un año antes de su muerte, José Luis Martín Berrocal vivió una de sus polémicas más sonadas. La Audiencia Provincial de Jaén lo condenó a 30 meses de prisión y una multa de 600.000 euros por haber cobrado de manera fraudulenta una subvención de la Unión Europea.
La ayuda, de 381.000 euros, se le concedió tras presentar documentación falsa para fingir una producción que nunca existió durante la campaña de aceite de oliva de 1996-1997.
Por aquellas fechas, José Luis Martín Berrocal representaba a varias empresas agrícolas de la provincia de Jaén. A través de estas sociedades se expidieron cuatro certificados falsos para cobrar el dinero de la UE.
Pelotazos financieros
El empresario siempre defendió no haber sido consciente de las irregularidades cometidas: "Nunca pensé que podía haber irregularidades. Yo me fiaba de mi gente al firmar los documentos". Y aunque devolvió la cantidad de dinero cobrada de forma fraudulenta no evitó la condena.
Sobre sus conquistas como hombre de negocios, cabe recordar cuál fue uno de sus mayores 'pelotazos' en materia financiera. En 2003, el grupo empresarial de la familia se integró en el grupo Avanza. Un holding en el que también formaban parte otras empresas de transportes como Auto Res, Vitrasa y Truzsa.

José Luis Martín Berrocal, con su hija Vicky, en una foto de 2000. GTRES
La operación, valorada en 82 millones de euros, abrió las puertas a la familia a un fructífero trato. Consiguieron un 5,5% de participación en el accionariado de Avanza. Una empresa que sigue siendo líder en movilidad en España.
Cabe recordar que los orígenes primigenios de La Sepulvedana se remontan a finales del siglo XIX, cuando Roque Martín Benito, antepasado de los Berrocal, fundó una empresa de transporte de mercancías. En 1905 se amplió la actividad y se empezó a trasladar también a pasajeros.
Un rey Midas de los negocios
Aquel fue, sin duda, el germen de una saga de empresarios. Aprovechando su conocimiento en este campo, el padre de Vicky Martín Berrocal fundó un business paralelo: La Sepulvedana y Damas. Se trata de otra línea de autobuses que recorrían diversos puntos en amplias y completas rutas por nuestra geografía. Durante años, la compañía firmó contratos públicos que proporcionaban importantes beneficios.
El dinero llama al dinero, dicen. En el caso del abuelo de Alba Díaz (25), todo un money maker de su generación, no cabe duda de que tenía un don para multiplicar su patrimonio.
Haciendo gala a una de las canciones más legendarias de Julio Iglesias (81), bien podría afirmarse que fue un verdadero truhan como 'marido' (aunque nunca llegó a casarse), y un señor en los negocios. Un crápula que supo mantener alejadas a sus mujeres, pero muy cerca entre sí a todos y cada uno de sus billetes, primero en pesetas y luego en euros.
Tras perder la vida, hace 17 años, nunca salió a la luz pública a cuánto exactamente ascendía su fortuna. Basta con unir la línea de puntos de su abrumador currículum vitae para hacerse una idea.