Los Reyes, en la boda del príncipe Hussein de Jordania.

Los Reyes, en la boda del príncipe Hussein de Jordania.

Casas Reales Análisis

Lo que dice el lenguaje no verbal del reencuentro de los Eméritos: sin afectividad y Sofía reclamando su puesto

EL ESPAÑOL analiza de la mano de una experta la frialdad de los padres de Felipe VI en la boda real del príncipe Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif.

3 junio, 2023 02:25

La presencia de los reyes eméritos en la boda real del príncipe Hussein de Jordania (28 años) y Rajwa Al Saif (29) se resume en una palabra: frialdad. Las imágenes han sido muy comentadas, pues nunca se habían dejado ver tan distantes en sus recientes reencuentros públicos. Claro que las ocasiones eran bien distintas: el funeral de Isabel II en Inglaterra en septiembre de 2021 y el último adiós a Constantino de Grecia el pasado mes de enero. Dos citas tristes que invitaban más a la afectividad y recogimiento.

Sin embargo, en ésta que era su primera aparición en solitario, sin el arropo de los Reyes y del resto de la familia, ha quedado patente su distanciamiento. El jueves 1 de junio, Juan Carlos (85) y Sofía (84) llegaban juntos al Palacio Zahran para asistir al enlace real de la Casa Real hachemita, con quien mantienen una especial relación desde jóvenes. Hacía casi cinco meses que no se veían.

Ya desde el primer momento se intuía que no regalarían momentos de complicidad y unión. EL ESPAÑOL ha contactado con Sonia El Hakim, Presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal, para interpretar ese lenguaje corporal y gestual. Su análisis es contundente.

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Los Eméritos saludan a Rania y Abdalá de Jordania.

Los Eméritos saludan a Rania y Abdalá de Jordania. Gtres

Serios y manteniendo las distancias, la madre de Felipe VI (55) ni siquiera le ofrece su apoyo mientras camina con el bastón del brazo de Vicente García-Mochales. Va por libre, entrando delante de él y marchándose del besamanos sin esperarle. "Van juntos porque sabemos que son matrimonio, pero si no los conociéramos pensaríamos que son dos simples invitados y que no tienen nada que ver. No hay complicidad, ni conexión, ni afectividad en ellos. Ni siquiera ella le apoya ante sus problemas de movilidad. Vemos dos personas que están totalmente desconectadas a nivel personal y que simplemente siguen trabajando juntos, entre comillas", dice Sonia.

Otra de las que llama la atención a la experta es que la reina Sofía vaya delante de su todavía marido, algo que no suele suceder. "A nivel de protocolo se supone que tiene que ir primero el Rey, así que la Reina es como que va por libre. Vemos cómo ella saluda primero a los Reyes de Jordania, toma la iniciativa y también es ella quien decide cuándo se corta esa conversación. Es una forma de reivindicarse a sí misma como figura individual, no como un apéndice de la figura del Rey", prosigue.

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No sólo eso, el hecho de que la Emérita se baje del coche seria y haga ese camino hasta el lugar donde se encuentran Abdalá II y Rania sin cambiar el gesto para de pronto esbozar una gran sonrisa al ver a sus anfitriones también es llamativo. "Ella va con ese gesto serio y adusto y creo que se sorprende al encontrarse con los Reyes quizá antes de lo que esperaba, quizá pensó que estaban más adentro. Es entonces cuando sonríe con una sonrisa muy abierta, amplificada, con la que magnifica una expresión que de forma natural no saldría tanto. Hace lo que se espera de ella en ese momento, como es normal".

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El estado físico del rey Juan Carlos I "le condiciona mucho a la hora de comunicarse" según analiza Sonia, por lo que es difícil de analizar. Para él ha sido complicado tener que aparecer en silla de ruedas mientras se dirigía a la ceremonia y su rostro de resignación es claro. Mientras tanto, su esposa mantiene una posición corporal regia y segura.

"Él está muy mermado físicamente, mientras que ella está en una mejor condición física. Eso hace que la posición de empoderamiento de ambos sea diferente. Él tiene que ir en silla de ruedas, ella luce espléndida y tal asimetría se refleja al exterior. Sofía toma la iniciativa y no está tan pendiente de su marido. Quiere ocupar su espacio y no estar en ese segundo plano".

Juan Carlos I tuvo que desplazarse en silla de ruedas en algunos momentos.

Juan Carlos I tuvo que desplazarse en silla de ruedas en algunos momentos. Gtres

Para terminar, Sonia Al Hakim incide en la idea de que ambos saben que están trabajando y recalca que su nivel de incomodidad ante este reencuentro "es el normal, porque están muy acostumbrados. En el ámbito personal, tenemos a una pareja que está separada y tiene que seguir viéndose de vez en cuando, sin más. No hay afectividad".