La princesa Haya de Jordania en una imagen de archivo.

La princesa Haya de Jordania en una imagen de archivo.

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La nueva vida de la princesa Haya de Jordania tres años después de huir del emir de Dubái

En junio de 2019, la jornada hizo las maletas junto a su dos hijos y se refugió en Londres donde vive entre fuertes medidas de seguridad.

14 octubre, 2022 01:33

Los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en el punto de mira de internacional. Hace tan solo unos días, Zeynab Javadli (31 años), exesposa del jeque Saeed bin Maktoum bin Rashid Al Maktoum, mandaba un mensaje de socorro en el que pedía a la ONU ayuda para salir del país y mantener la custodia de sus hijos frente a su exmarido, sobrino del emir de Dubái, a quien acusa de malos tratos.

Una situación límite que recuerda mucho a la que vivió la princesa Haya de Jordania (48). Hace tres años, la hermana del rey Abdalá II (60) vivió su propia pesadilla cuando escapó del país junto a sus hijos para alejarse del que era su marido, el emir de Dubái, el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum (73).

Haya tiene ahora una vida totalmente nueva en la capital británica, donde pasa totalmente desapercibida junto a sus dos hijos. Los tres juntos residen en una finca situada en Egham, Surrey, al sudeste de Inglaterra, bajo medidas especiales de protección para evitar que les pueda suceder algo. Pese a su fama internacional, tristemente debida a su fuga, la jordana busca pasar desapercibida y apenas se ha dejado ver en público. La última vez fue durante los funerales de Isabel II, a los que acudió tras una larga temporada alejada de los focos.

La princesa Haya junto a su exmarido, el emir de Dubái, y la reina Isabel II en una imagen de 2016.

La princesa Haya junto a su exmarido, el emir de Dubái, y la reina Isabel II en una imagen de 2016. Gtres

Tras varios meses planeando su huida en secreto, finalmente, la princesa escapaba en mayo de 2019 con destino a Londres. Lo hacía con sus hijos y una maleta cargada de dinero, cerca de 40 millones de euros, con los que restablecerse. 

Ese volver a empezar, sin embargo, no fue nada fácil y los primeros meses de Haya estuvieron llenos de zancadillas. El proceso de divorcio con el emir no fue sencillo, "aterrador" en sus propias palabras, y temiendo ser obligada a volver al país de su ya exmarido pidió asilo internacional a las autoridades británicas, que se lo denegaron.

Fue entonces cuando su hermano, el rey Abdalá, intercedió a su favor y se convirtió en su mejor aliado. El rey hachemita, ante la dramática situación que vivía, le otorgó un cargo diplomático que blindaba su vida. La princesa pasó a ser la jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en el Reino Unido. Un trabajo gracias al cual no solo se pudo establecer en Inglaterra, sino que además le daba inmunidad y protección diplomática.

Haya de Jordania en las calles de Londres en julio de 2019.

Haya de Jordania en las calles de Londres en julio de 2019. Gtres

Fiona Shackleton fue la abogada encargada de velar por sus intereses y logró que Haya de Jordania se hiciera con la custodia en exclusiva de sus hijos en cuanto a educación y cuidados médicos se refiere. El jeque, por su parte, solo puede tener contacto telefónico con ellos. 

El acuerdo de divorcio dictaminado por el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales también incluía una compensación económica para la familia, a la que Mohamed bin Rashid al Maktum se vio obligado a entregar 645 millones de euros. Además, la audiencia también sentenció que el emir debe efectuar pagos continuos a los hijos de ambos, Al Jalila y Zayed, a través de una garantía bancaria de 290 millones de libras (340 millones de euros) para asegurar su manutención como menores y su seguridad financiera ya como adultos, según decretó esta instancia judicial.

[El rey de Jordania protege a su hermana Haya, huida de su marido, con un puesto en Londres]

La elección de la princesa por Londres no fue casual y es que pasó buena parte de su etapa escolar en Reino Unido, concretamente en Oxford. En la actualidad, Haya y sus hijos viven en una finca situada en Egham, Surrey, al sudeste de Inglaterra. Disponen, además, de una mansión valorada en más de 99 millones de euros en Kensington, ubicada junto al palacio. 

En el punto de mira

No era la primera vez que el emir de Dubái saltaba a los titulares salpicado por la polémica. La 'desaparición' de su hija Shamsa, de quien no se supo nada durante 18 años tras intentar escapar del control paterno se siguió del intento de huida de Latifa, quien fue 'interceptada' en la India mientras intentaba llegar a Europa, escapando de su progenitor

La princesa Haya y Mohamed bin Rashid al Maktum en una imagen de archivo.

La princesa Haya y Mohamed bin Rashid al Maktum en una imagen de archivo. Gtres

Ambas fueron devueltas a Emiratos Árabes, desde donde el pasado año Latifa compartía un desgarrador vídeo en el que denunciaba que había sido secuestrada tras intentar huir del país y del control paterno. 

"Soy una rehén y esta villa ha sido convertida en cárcel (...). Las ventanas están cerradas con rejas (...). Hay cinco policías en el exterior y dos mujeres policías en el interior de la casa (...). No puedo salir al exterior a respirar aire fresco (...). Cada día estoy más preocupada por mi seguridad y por mi vida (...). No sé si sobreviviré a esta situación (...). La policía me ha amenazado con que estaré en la cárcel toda mi vida y no volveré a ver nunca el sol", denunció Latifa el pasado año, movilizando a varias organizaciones como Human Rights Watch (HRW).

Aunque tardaron en llegar, hubo reacciones internacionales y en 2020 un tribunal británico sentenció que el emir "ordenó y orquestó" en el año 2000 el secuestro y retorno forzoso de Inglaterra a Dubái de su hija Shamsa, que entonces tenía de 19 años. También el de Latifa, primero en 2002 y otra vez en 2018, manteniéndolas a ambas bajo cautiverio durante años.