A once días de la Navidad, Rania de Jordania (51 años) y el rey Abdalá II (59) han difundido su tradicional fotografía de la temporada para felicitar las Fiestas. Lo han hecho a través de las redes sociales de la Reina consorte, quien ha aprovechado sus dos últimas publicaciones para desvelar el bonito mensaje que esconde su Christmas familiar. 

Rania, que ha dedicado parte de su trabajo a enaltecer la labor de las emprendedoras y mujeres artesanas de su país, ha felicitado las Fiestas con unas dedicatorias adornadas con bordados extraídos de sus vestidos típicos. "Nuestras tarjetas de felicitación de este año llevan diferentes patrones de bordado de nuestros thobes tradicionales. Cada una presenta una parte de nuestra herencia cultural diversa", ha explicado la mujer de Abdalá II junto a un vídeo en el que se aprecia parte de la elaboración de su Christmas, marcada por dibujos étnicos y motivos propios del país hachemita. 

"Los últimos meses trabajamos con un grupo de artesanos talentosos de todo Jordan que canalizaron su pasión y patriotismo en cada pieza", ha añadido la Reina Consorte, quien horas después ha vuelto a recurrir a su perfil de Instagram para difundir su posado oficial de Navidad, nuevamente con un guiño a las emprendedoras de su país. "Con la esperanza de que adornen los hilos de felicidad, esperanza y salud. Que los hilos de la felicidad tejan el año nuevo juntos", ha expresado Rania de Jordania junto a una imagen en la que posa con su marido y sus cuatro hijos -Hussein (27), Iman (25), Salma (21) y Hashem (16)- y que esta incluida en las tarjetas. 

Para la ocasión, la Familia Real hachemita ha apostado por estilismos casuales que demuestran su cercanía con el pueblo. Lejos de elegir majestuosos y glamurosos caftanes, muy típicos de Jordania, los representantes de la Corona jordana se han mostrado con atuendos sencillos. Si se compara con Christmas pasados, esta vez sus vestimentas ha tenido mayor libertad. A diferencia de otros años en los que los seis han combinado sus outfits con exactitud, esta vez no han seguido con rigurosidad la misma paleta de colores. El toque de diferencia lo ha dado la princesa Iman, la más llamativa por su gama cromática. 

Rania de Jordania ha hecho alarde de su elegancia con un vestido blanco vaporoso, que destaca por sus mangas abullonadas y con acabado campana. Lo ha completado con un cinturón artesanal en tonos marrones -como guiño a las emprendedoras hachemitas- que, junto con un delicado bordado a tono, decoraba la parte media de la prenda. Su hija Iman se ha decantado por un vestido burdeos, mientras que Salma ha optado por el azul, combinando así con su padre y hermanos. Tanto Abdalá II como sus dos hijos han llevado outfits compuestos por pantalón y camisa. Para la fotografía, los tres han escogido diferentes tonos de azules y blanco. 

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