Mako de Japón (30) ha abandonado la familia imperial nipona por amor. El pasado martes 26 de octubre la sobrina del emperador Naruhito (61) contrajo matrimonio con su excompañero universitario, Kei Komuro (30), y automáticamente, renunció a sus títulos y derechos. ¿La razón? Una ley local que estipula que al casarse con un plebeyo, la exprincesa debía dejar la dinastía. 

Aun siendo consciente de esta condición, la ya exprincesa puso el amor sobre cualquier linaje y después de tres años de retraso y lidiando con un sinfín de polémicas -la petición de replantearse su matrimonio por parte de su familia y las disputas financieras de su suegra- formalizó su relación con Kei Komuro y asumió su nuevo destino apartada de Akasaka, donde vivió con sus padres, Fumihito de Akishino (55) y Kiko Kawashima (55), y su hermana Kako (26), a quien dijo adiós con un bonito y espontáneo gesto que ha dado la vuelta al mundo. 

Tras despedirse de sus padres con una inclinación de cabeza, Mako Komuro -su nombre desde que contrajo matrimonio- se fundió en un bonito abrazo con su hermana, quien se ha convertido en la nueva protagonista de la dinastía nipona. Aunque lleva varios años afrontando ciertos compromisos oficiales dentro de la familia imperial de Japón, ahora los asumirá como la única hija en activo del príncipe Fumihito.

Mako y Kako de Japón fundidas en un emotivo abrazo de 'despedida'. Gtres

Mientras que Mako ha renunciado a su posición y ahora es considerada como una ciudadana más, Kako se mantendrá implicada en sus funciones imperiales. Aquellas que asumió hace unos años, dejando a un lado su futuro profesional. La sobrina del emperador Naruhito es graduada de la Universidad Cristiana de Tokio y, durante un año cursó psicología y artes escénicas en la Universidad de Leeds, Inglaterra. Sin embargo, ha optado por seguir con el legado de su familia.

"No se trata de lo que quiero hacer, sino del cumplimiento de los compromisos públicos que se espera de mí. Tengo sueños, pero me los guardaré para mí", comentó la joven hace dos años, a través de un comunicado y poco antes de su debut como embajadora de la familia imperial nipona. 

Fue en septiembre de 2019, cuando la princesa Kako llevó a cabo su primera visita oficial a Europa. Entonces, con 24 años, llamó a la atención por su sonrisa, simpatía con los políticos y habilidades para las relaciones públicas en un viaje de 11 días que dio inicio por el 150 aniversario de los lazos diplomáticos de Japón con Austria y Hungría. 

Kako de Japón junto a sus hermana y sus padres en un acto en Tokio. Gtres

Pero Kako de Japón no solo ha brillado por su rol dentro de la familia imperial de Japón. La Princesa, además, ha destacado por ser una gran patinadora sobre el hielo. En alguna ocasión, de hecho, llegó a competir en torneos de la federación de patinaje japonés. Su influencia ha llegado a tal punto que algunos medios locales le han adjudicado el título de it girl -frase en inglés que en los últimos años ha servido para denominar a jóvenes que poseen atractivo Esta misma popularidad, unido a su estilo elegante y su cercanía, también la ha hecho acreedora del mote 'la Kate Middleton de Japón'. 

Con su salida de la familia imperial nipona, la ya exprincesa y su marido se alejarán de Japón y comenzarán una nueva vida en Nueva York, donde Kei Komuro ha conseguido trabajo en un bufete de abogados. Antes, sin embargo, residirán como una pareja anónima y alejada de todos los protocolos imperiales, en un apartamento de Shibuya Ward, en la ciudad de Tokio.

[Más información: La princesa Mako se casa con el plebeyo Kei Komuro y pierde su título imperial y todos sus derechos dinásticos]