Las personas del entorno de Diana de Gales escondían luces y sombras.

Las personas del entorno de Diana de Gales escondían luces y sombras. Gtres

Casas Reales EN SU 20 ANIVERSARIO

Lady Di, la batalla continúa tras su muerte: cinco ganadores y cinco perdedores

El trágico accidente de coche de hace dos décadas creó dos bandos diferenciados entre las personas que se beneficiaron de la desaparición de Diana, como Carlos y Camilla, y los que no pudieron llenar su vacío al cabo de los años, como sus hijos o su hermano, Charles Spencer.

31 julio, 2017 02:15

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El documental Diana: en sus propias palabras que se emitirá este agosto en Reino Unido con motivo del 20 aniversario de la muerte de Lady Di desvelará las confesiones más íntimas que la princesa grabó cuatro años antes del accidente. A pesar de no saber por aquel entonces lo que le ocurriría tiempo después, Diana ya tenía claro qué personas que compartían su vida estaban de su lado y quiénes no. Desde JALEOS recorremos los perfiles de aquellos diez personajes a los que afectó directamente lo sucedido en la trágica noche del 31 de agosto de 1997. Entre ellos hay claros ganadores, que se beneficiaron de alguna forma del adiós de la princesa del pueblo, y claros perdedores, que aún en la actualidad siguen sin olvidar el vacío que dejó Diana en sus vidas.

[Más información: El vídeo íntimo de Lady Di que hace temblar a la reina Isabel II]

Isabel II, la imperturbable suegra: GANADORA

Diana buscó la compasión de la monarca cuando confirmó que su marido Carlos de Inglaterra (68) le era infiel. La reina lejos de ayudarla le respondió con un "no sé qué debes hacer" y le puntualizó que su hijo no tenía esperanzas con ella. Esta frialdad y la distancia con la que Isabel trataba a Lady Di contrasta con la imagen que se esfuerza en mostrar, al menos en público, actualmente la matriarca de la realeza británica. A sus 91 años esboza de vez en cuando una amplia sonrisa y más aún cuando está en compañía de sus nietos y bisnietos, pero su mandato continúa inquebrantable y en ese sentido la rigidez de la reina apenas ha cambiado.

Diana junto a la reina Isabel II.

Diana junto a la reina Isabel II. Gtres

Carlos, el hombre compartido: GANADOR

El príncipe de Inglaterra no tuvo reparos en reconocer en privado a su esposa que mantenía una relación extramatrimonial con Camilla Parker-Bowles (70). Diana llegó muy joven a la vida de Carlos, quien era 13 años más mayor que ella y tenía aventajada experiencia sobre relaciones. Este hecho puso a Lady Di constantemente en una posición inferior y más aún en una casa en la que ella era la 'forastera'. Hoy, Carlos hace su vida con la mujer que antes permanecía oculta y que tras la muerte de su exmujer pudo sacar a la luz y posar junto a ella.

Camilla, 'esa señora' de la discordia: GANADORA

La duquesa de Cornualles desde que se anunció su compromiso matrimonial con Carlos ha visto como su posición social ha ascendido tras el fallecimiento de su predecesora. Camilla fue el quebradero de cabeza constante de Diana y el secreto a voces del Palacio de Kensington y el pueblo británico. Actualmente ya se puede hablar de ella como princesa de gales -aunque nadie lo hace- y comparte su estatus real junto al que en cuestión de tiempo será el rey de Inglaterra.

William, su refugio más querido: PERDEDOR

Lady Di, muy sonriente junto a su primogénito.

Lady Di, muy sonriente junto a su primogénito. Gtres

Un año después de la boda entre Lady Di y Carlos llegó al mundo el pequeño William (35). Con él Diana dio la bienvenida a un miembro de la familia que la necesitaba siempre y al que podría dar amor y recibirlo eternamente. Aunque por aquella fecha la princesa aún tenía esperanzas de ser feliz junto al hijo de Isabel II, lo cierto es que existen fuentes que afirman que Camilla ya rondaba en la vida secreta de Carlos.

Diana creó en torno a William todo su mundo. El pequeño heredero era el mayor motivo para sonreír que tenía y todas sus preocupaciones estuvieron puestas sobre él, razón por la que desoyó el resto de asuntos y frentes que se abrían a su alrededor respecto a su matrimonio. Además, cuando ya el primogénito tuvo edad para necesitar algo menos de atenciones llegó Harry (32), y la felicidad de Lady Di se multiplicó.

Harry, su doble felicidad: PERDEDOR

La cara pícara del menor de los hermanos hacía las delicias de su madre. Cuando Harry nació la relación entre Diana y Carlos ya se había enfriado y las sospechas de la princesa sobre la posible infidelidad de su marido estaban a la orden del día. Por eso, la unión entre madre e hijos fue lo que más quiso cuidar Lady Di, algo que logró hacer ya que todavía a día de hoy William y Harry luchan por mantener muy viva la figura de su madre tanto en la sociedad como en su núcleo familiar.

Dodi Al-Fayed, su verdadero amor: PERDEDOR

El productor de cine fue el último compañero sentimental de Diana y con el que viajaba en el coche accidentado. Ambos en el asiento de atrás del vehículo conducido por Henry Paul, vivieron juntos su último aliento tras un tiempo siendo confidentes y entregándose el amor que Lady Di no había recibido en su etapa en el palacio de Kensington. El legado de Al-Fayed continúa en su multimillonaria familia, y su padre, Mohamed, intentó hace dos años que Carlos de Inglaterra y Felipe de Edimburgo fueran interrogados por la policía para saber realmente qué ocurrió y qué implicación tenían en el fatídico accidente que acabó con la vida de su hijo y Diana.

Charles Spencer, su hermano sufridor: PERDEDOR

Charles no olvida a su hermana ni las circunstancias en las que se produjo su muerte. El conde lleva 20 años luchando por una explicación rigurosa de lo que pasó esa noche y no deja de implicarse en cada acto e iniciativa que alce la figura de Diana. Y es que Charles no quita de su cabeza el terrible momento que vivió hace dos décadas en el funeral de Lady Di: "Andar en procesión detrás del féretro de mi hermana fue la media hora más horrorosa de mi vida". En ese momento lo hizo porque los monarcas ingleses le dijeron que era algo que los pequeños Harry y William querían hacer, pero hace solo unos días, en pleno 2017, ha desvelado que le mintieron y que los niños nunca quisieron hacerlo. "Pedirles eso a los menores fue algo grotesco y cruel", expresa, por eso su lucha contra la forma de actuar de la realeza británica no tiene aún fecha de caducidad.

Los hermanos Charles y Diana Spencer, en 1968.

Los hermanos Charles y Diana Spencer, en 1968. Gtres

James Hewitt, el señalado padre que nunca lo fue: PERDEDOR

Se trata de un exoficial de caballería con el que Diana tuvo un romance y al que algunos medios achacaron algo más. El gran parecido físico entre Hewitt y el hijo menor de Carlos y Lady Di creó multitud de especulaciones sobre si sería él el auténtico padre de Harry, ya que la similitud entre el hermano de William y el príncipe de Gales era -y es- inexistente. Pero el propio Harry acalló los rumores hace solo un año cuando publicó una foto de la portada de una revista de 1957 en la que aparecía su abuelo Felipe de Edimburgo, quien guarda un enorme parecido con el nieto de Isabel II.

Paul Burrell, el mayordomo indiscreto: GANADOR

Su estatus de mayordomo de Lady Di le ha otorgado la posibilidad de escribir más de una decena de libros desvelando todo tipo de detalles de su vida junto a la princesa del pueblo. Burrell ha filtrado a la prensa durante estos 20 años desde las cartas íntimas de Diana que rescató de palacio hasta una especie de diario en el que la exmujer de Carlos de Inglaterra relataba sus preocupaciones y sentimientos. Por eso, no es de extrañar que los hijos de Lady Di le acusaran de "fría y abierta traición" a la memoria de su madre.

Peter Settelen, el guardián del 'tesoro': GANADOR

Era su profesor de voz, el encargado de que Diana se expresara con fluidez y naturalidad en sus discursos en público. Para mejorar su expresión corporal y oral, Settelen grababa las sesiones que hacía junto a la princesa para luego verlas y señalarle los gestos a corregir. Con esa excusa, el profesor se convirtió en una especial de psicólogo que escuchó las quejas, vivencias, preocupaciones y sensaciones que la princesa experimentaba en palacio y que quedaron grabadas en sus cintas. Tras dos décadas guardándolas bajo llave, Settelen ha creído que este aniversario era el idóneo para sacar a la luz las palabras de la propia Diana y que todo el mundo fuera testigo de lo que ella pasó.