¡Devuelve el blanco a tus prendas!

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¿Cómo hacer... ?

Cómo blanquear la ropa con o sin lavadora

La ropa blanca es muy bonita pero también muy difícil de mantener blanca, por eso te mostramos cómo blanquear la ropa amarillenta y devolverle a tus prendas su color original.

2 agosto, 2019 09:29

Todos tenemos alguna prenda de ropa blanca en nuestro armario, y por tanto todos sabemos que, a la larga todas tienden a amarillear. En el mercado existe una serie de blanqueadores, con o sin lejía, para que blanquear la ropa deje de ser algo que solo se puede hacer en la tintorería. No obstante, también existen remedios caseros, como veremos a continuación.

Blanquear ropa en casa

La ropa blanca ha de lavarse a temperaturas bajas, en agua fría si es posible, y con la cantidad justa de detergente, ya que un exceso de éste puede amarillear la prenda. Es imprescindible separar las prendas blancas de la ropa de color, ya que, aunque nos dé la impresión de que nuestra ropa de color no destiñe, es imposible impedir que algo del color se vaya a las prendas más claras y, aunque podemos no notarlo, a la larga ese "algo" acaba cambiando el tono de la ropa blanca, volviéndola grisácea o amarillenta.

Asimismo, tras el lavado es preferible tenderla a secar al sol, evitando la secadora, porque los rayos UVA ayudan a mantener el blanco en el tejido. También es muy importante atacar cualquier mancha en el momento en que se produzca, de manera que los componentes que la forman no se agarren al tejido. Eso es importante en ropa de cualquier color, pero más aún en la ropa blanca, ya que cualquier cambio de tono se verá mucho más.

Finalmente, hay que estar atentos a la calidad del agua con la que lavamos, ya que no siempre está lo suficientemente clara y a veces tiene un exceso de químicos que pueden afectar a los colores. Existe un producto, llamado bórax, que se puede añadir al agua antes del lavado y que suaviza el agua, minimizando la posibilidad de que la ropa se dañe.

¿Es bueno lavar ropa blanca con lejía?

Lo cierto es que no se trata de un producto adecuado para mantener la ropa en buen estado, ya que, aunque es cierto que quita mejor las manchas que el detergente convencional, su efecto más común es el amarilleo del tejido y, lo que es aún peor, el debilitamiento de las fibras, que van distendiéndose hasta romperse.

De hecho, la lejía está completamente contraindicada para tejidos acrílicos, en los cuáles la lejía debe evitarse en la medida de lo posible y sustituirse por productos menos agresivos, como los blanqueantes con oxígeno activo. Por contra, sí funciona bien en tejidos naturales como el lino o el algodón.

Productos químicos para blanquear ropa: ¿funcionan?

En el mercado existen distintos tipos de productos químicos para mantener la ropa blanca, cada uno de ellos con sus pros y sus contras:

  • Blanqueadores generales: con lejía o cloro, perclorato de sodio..., con efectos desiguales dependiendo del producto.
  • Blanqueadores "ópticos": son tintes que preparan el tejido para que refleje mejor la luz y por tanto den una sensación de blanco brillante. Los más usados son el azul añil o añilete y el blanco nuclear, que pueden añadirse al detergente en la lavadora y están disponibles en droguerías y supermercados.

Blanquear ropa con remedios naturales

También existen varias opciones caseras y naturales para blanquear la ropa, y una de las más efectivas es el uso de bicarbonato sódico. Ya vimos cómo quitar manchas de aceite de los tejidos con este producto, por lo que ahora haremos un breve resumen de los pasos a seguir: mezclar una cucharada de bicarbonato en un vaso de agua y echar la mezcla directamente sobre la ropa antes de meterla en la lavadora o simplemente agregar media taza de bicarbonato en la cubeta del detergente y lavar con normalidad.

El mismo sistema se puede usar con agua oxigenada, ya que se trata de un potente disolvente de manchas que no daña los tejidos, medio vaso de vinagre de vino o manzana o con medio limón metido junto al resto de la ropa dentro de un calcetín. No obstante, para que el limón funcione se requiere de tendido al sol durante varias horas, mientras que las otras dos soluciones permiten usar la secadora.

También es posible combinar las propiedades de los productos anteriores creando un blanqueador casero compuesto por varios de ellos y que puede guardarse para varios lavados. Para ello, se necesitará:

  • 1 taza de agua oxigenada
  • 1 limón exprimido
  • 2 vasos de agua

El procedimiento consiste en mezclar los tres ingredientes y agregarlos a la lavadora durante el ciclo de enjuague, para luego secar la ropa al aire.

Todas estas soluciones pueden aplicarse también sin usar la lavadora, simplemente aplicándolos sobre la ropa directamente o mezclándolos con un poco de agua para poder remojar la ropa en ellos. Otra opción, más potente, es mezclar agua oxigenada y amoníaco, dos limpiadores de probada eficacia. El sistema requiere de los siguientes ingredientes:

  • ¼ de taza de agua oxigenada
  • Unas gotas de amoníaco (3 o 4 bastan)
  • 1 litro de agua

Para realizar la mezcla de los componentes es recomendable usar guantes. Y basta con echar el líquido resultante en una palangana y remojar en él las prendas durante unos 10 minutos antes de aclarar con abundante agua fría. Ésta es la solución más agresiva y puede despedir olores y vapores nocivos, así que debería considerarse solo en casos de prendas muy amarilleadas o que no respondan a métodos suaves.

Y si se trata de blanquear ropa de hogar (mantelería, sábanas, toallas...) un producto muy efectivo es la leche cruda, en la que se debe remojar bien la ropa antes de aclararla.