Demasiado he tardado en visitar Marmitón Bistró, uno de los restaurantes que más me ha emocionado en los últimos meses. Una casa de comidas renovada, donde encontramos elaboraciones sencillas pero bien trabajadas, llenas de sabor y sin abusar de salsas, picantes o ácidos tan de moda actualmente y que acaban desprestigiando el plato que realmente queremos saborear.

Pablo Sánchez y Gonzalo Zarcero son los chefs y propietarios de Marmitón Bistró. Se lanzaron a renovar un local en el corazón de La Latina, abrieron en febrero de 2020 y un mes después se comieron un cierre por pandemia que les complicó seriamente la vida. Tal vez por eso su apertura haya quedado un poco oculta y no hayamos oído hablar de ellos tanto como deberíamos.

Cocina casera y con buen gusto

Esquisito steak tartar en Marmitón Bistró

Comenzamos la comida con un steak tartar y una croqueta de calabaza y gorgonzola. Quedé muy sorprendido por el primero, y este fue un indicativo del nivel al que iba a estar la cocina de Marmitón. Un plato que suele descuidarse, pero que aquí elaboran de maravilla: corte de la carne perfecto con una textura y mordida estupendas, sabor a carne madurada totalmente reconocible y agradable, nada de exceso de salsas que tapan los sabores importantes... en definitiva, muy bien hecho.

Croquetas de calabaza y gorgonzola en Marmitón Bistró

A la croqueta le pasa algo parecido, y es que está muy bien elaborada. Marmitón huye de las típicas combinaciones de jamón, rabo de toro o carabinero, que no tienen nada de malo, pero es estupendo encontrar un soplo de aire fresco en el mundo de la croqueta. Una bechamel fina donde encuentras los sabores de la calabaza y el gorgonzola. Buenísima croqueta.

Tortellini casero en Marmitón Bistró, un plato imprescindible

Seguimos con uno de sus platos más representativos, esos que cuesta quitar de la carta, los tortellini caseros. Están rellenos de cabrales y boniato, y los acompañan con una salsa de queso de Cabrales y pasiego con nueces garrapiñadas y unos toques de tomillo fresco. El plato es delicioso, la salsa muy fina y elegante, elaborada con buen gusto, y donde una de las claves es que ellos mismos elaboran de forma casera la pasta de los tortellini, un detalle que marca la diferencia.

Garbanzos salteados en Marmitón Bistró

Continuamos con salteado de garbanzos, vieira, crujiente de cerdo y salsa teriyaki. Este fue el plato que menos me convenció, y aún así aprueba de sobra. Sin embargo, la vieira no aporta nada y al principio la textura algo arenosa de los garbanzos salteados me chocó, aunque he de reconocer que uno acaba acostumbrándose y cogiéndole incluso vicio a comerlos.

Cordero desmigado en Marmitón Bistró

Para acabar nos decidimos por un cordero, que elaboran al vacío, desmigan y presentan con berenjena, baba ganush y dátiles. Este plato, que en principio suena a sabores muy árabes, acaba siendo extremadamente delicado, y otra vez más demuestran su sensibilidad cocinando al encontrar un equilibrio perfecto entre especias y sabores. Uno sabe que está comiendo cordero, no hay nada que lo tape ni que lo disimule.

El precio de esta comida, de sobra para dos personas, fue de 75 €. Es decir, no llega a 40 € por persona. Lo acompañamos con una botella de L'O de L'Origan, un cava con una excelente relación calidad precio (32 € en su carta) que armoniza perfectamente con la comida de Marmitón Bistró. Hay que destacar que cuentan con una carta de vinos muy bien seleccionados, con algunas referencias realmente interesantes que van desde un riesling del Mosel hasta un Tokaji de furmint seco.

Da gusto encontrar este tipo de casas de comidas actualizadas, que ofrecen la posibilidad de comer casero, rico y en un ambiente acogedor.