El Lince es el nuevo bar, tasca o taberna (llamémoslo cada uno como más nos apetezca) de Javi Estévez, chef y propietario de esta joya gastronómica que es La Tasquería donde pueden disfrutar de la casquería desde los más aficionados hasta aquellos que no la probarían de otra manera.

Con su nuevo bar El Lince, busca acercar todavía más la casquería al público general, ofreciendo a precios populares versiones elaboradas de platos con este tipo de producto, pero también otras opciones para aquellos que no quieran animarse a ello.

Es importante entender que El Lince no es como La Tasquería, aunque la casquería haga acto de presencia no es el elemento central. Y aunque esté, no es lo principal de su carta. En palabras del propio Estévez: «Me encantaría que la gente pidiese casquería, pero si no tiene la aceptación necesaria tendremos que adaptar la carta».

Sesitos rebozados

El Lince recupera la esencia de la auténtica taberna, y aunque es un concepto informal nos encontramos en una sala muy cuidada con un ambiente agradable. Aquí la carta está pensada con raciones pequeñas y platos que se puedan compartir, de modo que podemos pedir varias cosas y probar mayor cantidad de la oferta gastronómica.

Aunque, tal y como indicábamos, la carta no está solo compuesta de casquería, nosotros pedimos prácticamente todo de este apartado: lengua de ternera con vinagreta, oreja de cerdo con brava, lima y tajín, sesitos de cordero rebozados, manitas de cerdo con salsa de callos... 

Mollejas

Aunque también podemos encontrar gran cantidad de platos no pertenecientes a la casquería como las croquetas de cecina, la degustación de quesos, varias opciones de ensaladas, pochas guisadas con verduras, chipirón a la plancha o jarrete de cerdo.

Todos los platos están muy bien elaborados, son sabrosos y ricos. Sin embargo, quizás debido a lo pronto que hicimos la visita al restaurante tras la apertura, notamos algo de falta de sabor y potencia en las diferentes elaboraciones que pedimos. Esto posiblemente se deba solo a una falta de rodaje por la temprana visita, pero la esencia y base de todo lo que comimos fue muy buena.

Oreja brava

El Lince es una taberna diferente y muy cuidada, que destaca por encima de sitios similares debido al cuidado del producto y la calidad de las elaboraciones que aquí encontramos. Un lugar para ir y disfrutar en torno a buena comida, compartiendo platos y pasándolo bien.