¿Es posible que las croquetas sean el plato que gusta a más personas en el mundo? Yo no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que esto es así. ¿Cómo podría alguien resistirse a su ingrediente favorito envuelto en una delicada y cremosa bechamel? Unas croquetas bien hechas son un manjar de dioses que nos llena de felicidad en cada bocado.

Mucho hemos hablado en Cocinillas sobre las croquetas perfectas, sobre cómo hacerlas nosotros en casa y dónde comerlas cuando no queremos entrar en la cocina; porque las croquetas tienen su enjundia, no son difíciles de hacer, pero tampoco fáciles.

Hacer croquetas es una tarea laboriosa, requiere controlar las cantidades para que haya equilibrio en el sabor y la bechamel quede perfectamente ligada. También es necesario tomar decisiones sobre aspectos que podrían generar debates tan intensos como el de la cebolla en la tortilla de patata. ¿Bechamel líquida o compacta? ¿Con leche o con caldo? ¿Rebozado fino o grueso? Y, finalmente, hay que esmerarse con la fritura para que el rebozado esté dorado y crujiente, no quede aceitoso y no deje escapar un relleno que debe estar caliente. En definitiva, las croquetas hay que hacerlas con mucho cariño, por eso están tan buenas.

Precisamente, esta laboriosidad que requieren las croquetas hace que en muchos sitios se acabe optando por productos de quinta gama que la mayoría de las veces están muy lejos de ser un acierto, por eso son un plato que siempre nos da una muy buena pista de la calidad de un restaurante. Si no tenemos muy claro cómo se come en un sitio, suele bastar con pedir una tapa de croquetas y, si estas son caseras y están ricas, casi con total seguridad el resto de los platos también merecerá la pena.

Una ruta por Madrid para degustar grandes croquetas

Un aperitivo con buenas croquetas es siempre mejor, por eso son muchos los bares, restaurantes, tabernas y casas de comidas que las ofrecen como tapas o raciones. Y Madrid no es una excepción, encontramos croquetas caseras en bares de barrio, pero también en grandísimos restaurantes. Las que te proponemos en esta ruta pueden probarse todas en una mañana mientras te das un paseo de unos 10 km por el centro de Madrid, todo un planazo para un largo aperitivo de domingo ahora que ya no hace tanto calor y es una delicia disfrutar de un paseo otoñal.

A) Viavélez

Croquetas de Viavélez (Avda. General Perón, 10) Marce Gastrorgásmico

Arrancamos esta ruta en el número 10 de la avenida del General Perón con las croquetas de Viavélez, unas croquetas de aspecto muy rústico, como esas que nos hacían las abuelas que nunca había dos que fuesen exactamente iguales. El rebozado es grueso y contundente, seguramente sea un doble rebozado en pan rallado para que resulte más sencillo freírlas sin que se rompan. Al final, son unas croquetas que están ricas y son muy famosas en Madrid. Precio: 2,10 €/ud

B) Don Panko Katsu House

Croquetas de Don Panko Katsu House ( Calle María de Guzmán, 45) Marce Gastrorgásmico

Las de Don Panko son unas croquetas "egoístas", pues no son unas croquetas al uso, sino que son más bien unas korokke japonesas, algo así como una albóndiga rebozada en panko, una mezcla de carne picada de vaca Black Angus con cerdo Duroc y cebolla que resulta muy jugosa y melosa. Unas croquetas muy recomendables para los que siempre están buscando cosas nuevas y diferentes. Tienen también unas croquetas de gambas del Pacífico, pero en esta ocasión no llegamos a probarlas. Precio: 2,80 €/ud

C) Santerra Neotaberna

Croquetas de Santerra Neotaberna (Calle Ponzano, 62) Marce Gastrorgásmico

Miguel Carretero, el chef al frente de Santerra Neotaberna, elabora unas croquetas que fueron las ganadoras del premio a la Mejor Croqueta de Jamón Joselito del mundo en la edición de 2018. Lleva un poco de gelatina, por lo que, al calentarse durante la fritura, la bechamel, que ya de por sí es muy cremosa, se vuelve aún más fluida. Esto, sumado a un rebozado crujiente y finísimo, hace que sea una croqueta que debe estar en cualquier ruta de croquetas por Madrid. Precio: 1,95 €/ud

D) Bodega La Ardosa

Croquetas de Bodega La Ardosa (Calle de Santa Engracia, 70) Marce Gastrorgásmico

Aunque a primera vista las croquetas de La Ardosa puedan no llamar la atención, es una croqueta que sorprende porque está muy rica, tiene una bechamel de tropezones finos y muy ligada con rebozado fino y crujiente. En esta ocasión probamos las de jamón, aunque también las tienen de cecina, cabrales y carabineros. Por lo demás, se trata de un sitio perfecto para disfrutar de buenas raciones de bravas y otros platos populares. Precio: 1 €/ud

E) El Castizo de Alcalá

Croquetas de El Castizo de Alcalá (Calle de Alcalá, 19) Marce Gastrorgásmico

Las croquetas de El Castizo nos han sorprendido para bien. A priori uno podría pensar que en un local que pertenece a un grupo que posee un montón de restaurantes las croquetas iban a ser el montón, pero en el grupo Carbón Negro están haciendo muy bien las cosas y estas croquetas de El Castizo de Alcalá están muy ricas, tienen una bechamel sabrosa y muy cremosa con un rebozado finísimo y delicado. Precio: 2 €/ud

F) La Bien Aparecida

Media ración de croquetas de La Bien Aparecida (Calle Jorge Juan, 8) Marce Gastrorgásmico

La Bien Aparecida es, sin lugar a dudas, uno de los mejores restaurantes de Madrid, y las croquetas de huevo cocido y lacón de José De Dios Quevedo son las mejores de todo el grupo Cañadío, que ya de por sí destaca por la calidad de sus platos tradicionales como las croquetas o la tortilla de patata -ayer mismo, el restaurante Cañadío de Santander se alzaba con el trofeo que le acredita como ganador del XIV Campeonato de España de Tortilla de Patatas-. Se trata de una deliciosa croqueta de bechamel cremosísima y rebozado finísimo que no puede faltar en ninguna lista de grandes croquetas madrileña. Las sirven como aperitivo en el menú degustación y están también en la carta para poder pedirlas como ración. Precio: 19 €/ración.

G) Tres por Cuatro

Croquetas de Tres por Cuatro (Calle Montesa, 9) Marce Gastrorgásmico

Las croquetas de Álex Marugán en Tres por Cuatro han sido tradicionalmente de cocido, pero últimamente también las está haciendo de jamón ibérico, que son las que proponemos en esta lista, muy cremosas y riquísimas. Son, junto a sus ya míticos torreznos, un bocado que uno no puede perderse en este restaurante que, después de tres años en el mercado de Torrijos, hace unos meses se trasladó al local que ocupa ahora en la calle Montesa. Precio: 2,75 €/ud

H) Colósimo

Croquetas de Colósimo (Calle Ortega y Gasset, 67) Marce Gastrorgásmico

Y en la calle Ortega y Gasset termina esta ruta de croquetas madrileñas y lo hace por todo lo alto con las croquetas de puchero que hacen en Colósimo. Unas croquetas con muchísimo sabor y de textura casi líquida que son pura lujuria. Tanto las croquetas como la tortilla de patata son dos imprescindibles de este restaurante en el que los hermanos Ricardo y Mané Romero defienden una cocina sencilla con muchos platos en carta que nunca defraudan. Precio: 1,80 €/ud