De textura similar, pero preparación mucho más rápida y sencilla que un flan, la panna cotta o panacota es un postre de origen italiano conocido mundialmente. Su nombre viene literalmente de "nata cocida", aunque con el fin de aligerar un poco la carga calórica es habitual ver recetas como esta en la que parte de la nata se sustituye por leche, dando como resultado un postre igualmente delicioso como esta panacota de frutos rojos que os vamos a enseñar a preparar hoy.

Paso 1

Para preparar la panacota ponemos las 6 hojas de gelatina a remojo en un cuenco con agua fría.

Paso 2

Ponemos la leche en un cazo con la nata, el azúcar y la pulpa de la vaina de vainilla. Calentamos a fuego lento durante unos minutos hasta que la mezcla esté caliente pero sin hervir. Escurrimos la gelatina, la echamos en el cazo y mezclamos muy bien para que se disuelva completamente.

Paso 3

Repartimos la mezcla en vasitos o en flaneras individuales y dejamos enfriar unos diez minutos a temperatura en la nevera y tres o cuatro horas en la nevera hasta que esté cuajada.

Paso 4

Cuando esté cuajada la panacota, podemos ponernos a preparar la jalea. Empezamos poniendo a remojar las 3 hojas de gelatina neutra en un bol con agua fría. Mientras se hidrata, en un cazo ponemos los arándanos con el azúcar y el zumo de naranja. Ponemos el cazo al fuego, llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos cocinar durante unos 10 minutos a fuego mínimo. Trituramos con ayuda de una batidora de brazo y añadimos las 3 hojas de gelatina bien escurridas. Mezclamos hasta que la gelatina se haya disuelto por completo.

Paso 5

Dejamos templar ligeramente la jalea removiendo de vez en cuando hasta que no queme. En ese momento, estando aún líquida, la repartimos sobre la panacota sólida con mucho cuidado, para ello dejaremos caer la jalea resbalando sobre el dorso de una cuchara para que caiga con suavidad sobre la panacota. Guardamos en la nevera hasta que esté completamente frío el conjunto.

Notas

Podemos servir la panacota decorándola con algunos frutos rojos frescos en los mismos vasitos o, si hemos usado flaneras de metal, podemos desmoldarla para servirla sobre un platito como si fuera un flan. Para facilitar el desmoldado, siempre y cuando se trate de flaneras metálicas, podemos sumergirlas unos segundos en agua muy caliente y al sacarlas pasar un cuchillo afilado por el borde de la panacota.

Ojo, si has usado vasitos de cristal, el truco del agua caliente no nos sirve, porque podría romperse el cristal por el contraste de temperaturas.