Borja Sémper, portavoz del PP.

Borja Sémper, portavoz del PP. Efe

Salud

Sedentarismo, azúcar y antibióticos: el misterio del aumento del cáncer en menores de 50 como Borja Sémper

Los cambios en el estilo de vida de la población del primer mundo a partir de mediados del siglo XXI son los principales sospechosos de este "incremento alarmante".

Más información: Los tumores más habituales en menores de 50 años como Borja Sémper: así está aumentando su diagnóstico sin una causa clara

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En 2003, un grupo de investigadores del Departamento de Cirugía de la Universidad de California en Los Ángeles daba la voz de alarma: los casos de cáncer colorrectal estaban aumentando entre los menores de 50 años.

Era toda una sorpresa. La incidencia del cáncer había ido creciendo de forma sostenida a lo largo de las últimas décadas, pero sobre todo entre las personas mayores.

Dos décadas después de ese descubrimiento, otro grupo de científicos, liderados por Shuji Ogino, de la Escuela Chan de Salud Pública de Harvard, se preguntaba en una revisión publicada en una revista del grupo Nature: "¿Es el cáncer de aparición temprana una epidemia global emergente?"

A lo largo de este tiempo, numerosos estudios han dado cuenta de un aumento en las tasas de incidencia de al menos 14 tipos de cáncer distintos en individuos menores de 50 años en una gran mayoría de países de ingresos altos.

Entre ellos se encuentran –además del colorrectal– los cánceres de mama, esófago, vesícula biliar, hígado, estómago, páncreas, vía biliar extrahepática, riñón, próstata, cabeza y cuello, tiroides, endometrio o el mieloma múltiple.

Por eso, el anuncio de Borja Sémper, este lunes, de que ha sido diagnosticado de cáncer con 49 años no debería sorprendernos. Es algo cada vez más frecuente.

El portavoz del Partido Popular apuntaba que le habían detectado el tumor en un análisis rutinario y que reducirá su actividad momentáneamente para recibir tratamiento.

Esta realidad está cada vez más presente en nuestro país. Los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estiman que este 2025 se diagnosticarán de cáncer 102.614 personas de entre 45 y 64 años, el 34,6% del total.

Las causas de este incremento entre los menores de 50, sin embargo, están por determinar. Entre otras cosas, porque el cáncer no es una única enfermedad sino un conjunto de más de 200 enfermedades distintas y, por tanto, los factores de riesgo no son los mismos para todas.

Además, porque el aumento de la incidencia de estos tumores de aparición temprana no es homogéneo en todo el mundo.

Sin ir más lejos, en un análisis reciente del cáncer colorrectal en medio centenar de países de ingresos medios y altos, España quedaba fuera de la tendencia a este incremento en menores de 50 años.

Este tumor es, junto al de mama, el principal protagonista del incremento a nivel global, y el que ha sido analizado más exhaustivamente.

Antibióticos, dieta y microbiota

Entre 1990 y 2019, la incidencia mundial del cáncer colorrectal de aparición temprana se multiplicó por 2,4, es decir, casi dos veces y media, según un trabajo publicado en BMC Public Health.

Se han formulado numerosas hipótesis para explicar este fenómeno. Las principales, y que también afectan en gran medida al resto de tumores mencionados, tienen que ver con los cambios en el estilo de vida de las sociedades occidentales desde mediados del siglo XX.

Así, la obesidad y el sedentarismo figuran entre los grandes sospechosos de esta tendencia. Los cambios en la dieta, con un mayor consumo de carnes rojas, grasas saturadas, bebidas azucaradas, alcohol y alimentos procesados también juegan un papel.

Este protagonismo, además, se ha producido en detrimento del consumo de frutas, vegetales, granos enteros y fibra.

En relación a estos puntos, las últimas investigaciones están virando hacia cómo una microbiota (el conjunto de microorganismos presentes en el tubo digestivo) alterada puede conducir a más casos de cáncer.

Porque más de la mitad de los tumores en que se han visto estos incrementos en menores de 50 años está relacionada con el aparato digestivo.

"Hay una evidencia creciente que sugiere que los individuos con cáncer colorrectal tienen un microbioma intestinal alterado en comparación con los controles sanos", apuntaban los autores de un estudio publicado en 2023.

Otras líneas de investigación proponen que esta alteración de la microbiota tiene que ver también con el consumo de antibióticos.

Así, un estudio que comparaba 7.903 casos de cáncer colorrectal con 30.418 personas sanas reveló un incremento del 50% en los tumores de aparición temprana que tenían un historial de consumo de antibióticos.

Recientemente, un consorcio internacional de investigadores, liderado por el español Marcos Díaz-Gay, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), apuntaba las infecciones de la bacteria E. coli.

En un artículo de EL ESPAÑOL, Díaz-Gay señalaba que esta era la "primera hipótesis sólida" para explicar el aumento de la patología entre los adultos jóvenes.

Más allá del cáncer colorrectal, los efectos de la dieta, el sedentarismo o el microbioma se han asociado a casi todos los cánceres de aparición temprana.

Sin embargo, como apuntaba una revisión reciente de estudios, la contribución exacta de cada uno de estos factores a ese "incremento alarmante" de casos entre menores de 50 años permanece incierta.

Otros de los factores que han podido contribuir a este aumento son el tabaco y el alcohol, en el caso del cáncer de esófago, de cabeza y cuello, de riñón, de páncreas o de hígado.

Incluso hay cánceres que vieron disminuir su incidencia por la reducción de algunos factores, como las infecciones de H. pylori en el caso del cáncer de estómago, pero los hábitos occidentales están revirtiendo la situación.

En un trabajo de 2022 publicado en Nature Reviews Clinical Oncology también apuntaban a la contaminación lumínica y los patrones de sueño occidentales como otra de las influencias, sin especificar más.

Para complicar más las cosas, es probable que la exposición a estos factores en el embarazo puedan influir en la aparición de tumores en la descendencia.

Caso aparte son los cánceres de mama y endometrio. El primero de ellos también ha aumentado considerablemente entre la población menor de 50 años.

En este caso, el principal responsable parece ser el menor número de hijos y, sobre todo, el retraso de la edad en que las mujeres tienen su primer hijo.

Dar el pecho al bebé también parece tener un efecto protector frente al cáncer de mama. En este caso, aunque la tendencia en la segunda mitad del siglo XX fue a reducir esta actividad, en las últimas décadas se ha revertido.

La mayor incidencia de los cánceres de aparición temprana es un problema que preocupa a los expertos, además, porque se suelen detectar en fases más avanzadas, por lo que son más difíciles de tratar.

Por otro lado, no se trata únicamente de tratar el tumor. Los supervivientes del cáncer se enfrentan a otra serie de complicaciones como la infertilidad, una mayor tasa de enfermedades cardiovasculares o el mayor riesgo de tumores secundarios.