José Abellán, cardiólogo.

José Abellán, cardiólogo. Imagen de archivo

Salud

José Abellán, cardiólogo, avisa a España: "Basta con dejar estos alimentos unos días para que baje el colesterol"

Reducir el consumo de ultraprocesados tiene efectos casi inmediatos en el cuerpo, según explica el cardiólogo José Abellán en redes sociales.

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Comer bien es fundamental para poder disfrutar de una buena salud, y es por ello por lo que hay que tener muy claro qué alimentos pueden formar de nuestra dieta habitual y aquellos que es mejor evitar.

El cardiólogo José Abellán ha avisado a través de su cuenta de Instagram (@doctorabellan) de los beneficios que tiene dejar los ultraprocesados, recalcando que si se dejan estos alimentos y los azúcares y se empezase a comer natural y sano “en 24 horas tu tensión arterial ya sería más baja”.

De esta forma, en apenas 24 horas el cuerpo experimenta cambios muy importantes y que lo benefician enormemente. A las 24 horas ya mejora la presión arterial, mientras que a las 48 horas lo hace la glucemia. En 4-5 días se disfrutará de digestiones más ligeras.

Una vez pasada una semana, se experimentan mejoras en parámetros inflamatorios y a las tres semanas el colesterol LDL empezará a bajar, y en cinco, la hemoglobina glicosilada, un marcador para el diagnóstico de diabetes.

A partir de las 6 semanas, se podrá disfrutar de una mayor claridad mental e incluso se puede notar menor ansiedad y un mejor ánimo. José Abellán destaca que en tres meses evitando los ultraprocesados “tu composición corporal será mejor”.

Además, una vez alcanzado el año, se habrá reducido en un 30% el riesgo de infarto y de ictus, y sobre todo se habrá conseguido algo que no se ve en las analíticas, que es una forma de cuidarse a uno mismo.

Motivos para no ingerir alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados llevan décadas siendo pate de nuestro día a día, ocupando espacio en nuestras despensas y neveras. En su momento parecía que eran una gran revolución alimentaria que mejoraba nuestra forma de comer.

Sin embargo, se ha demostrado científicamente que no es así y que es conveniente alejar este tipo de alimentos de nuestra alimentación habitual. Esto no quiere decir que haya que abandonarlos por completo, pero es conveniente hacerlo y apostar por una comida auténtica.

Cuando ingerimos ultraprocesados, estamos con unos preparados con gran presencia de azúcar, sal, grasas trans y todo tipo de aditivos son los ingredientes principales. Sin embargo, una alimentación variada y basada en alimentos reales, te aporta todos los nutrientes necesarios.

Este tipo de alimentos son perjudiciales porque tienen una muy baja calidad nutricional, siendo habitualmente muy sabrosos e incluso adictivos, además de que muchas veces imitan alimentos naturales y se aprecian como saludables cuando en realidad no lo son.

Gran culpa de ello tienen las campañas de anuncios y comercialización agresiva en medios de comunicación, a pesar de que se trata de alimentos destructivos que pueden tener un gran impacto sobre nuestra salud.

Acelerar el envejecimiento

La Universidad de Navarra, tras una investigación publicada en la American Journal of Clinical Nutrition, concluyó que el consumo de alimentos ultrarprocesados, ayuda a acelerar el envejecimiento.

El consumo frecuente de este tipo de alimentos acelera el envejecimiento celular, lo que aumenta el riesgo de padecer de forma prematura enfermedades relacionadas con la edad. En cambio, una alimentación saludable y equilibrada puede retrasar o evitar ese riesgo.

Favorecen el aumento de peso

El consumo de alimentos ultraprocesados favorece el aumento de peso. Que engorden se debe a un par de motivos diferentes. Por un lado, cuentan con una elevada cantidad de calorías, azúcares y grasas.

Además, también contienen sal, que contribuye a una mayor retención de líquidos. De esta manera, se trata de un tipo de alimento que, con pocas cantidades, aporta al cuerpo más calorías de las que aportarían otros alimentos más saludables.

Crean adicción

Los ultraprocesados son adictivos tanto por su precio, como por su presentación y un sabor apetitoso. Su alto contenido en sal, azúcar y grasa supone una auténtica bomba para el cerebro, que segrega diversas hormonas relacionadas con el placer (serotonina, dopamina…).

Si comes este tipo de alimentos, el cerebro estará encantado con ello, pero el problema es que solo lo hace durante un corto espacio de tiempo. Luego se sentirá la necesidad de seguir comiendo, y dada la amplia variedad de ellos, se puede abusar de su consumo a lo largo del día.

Influyen en el estado de ánimo

La forma en la que nos alimentamos repercute de una forma directa en la actividad del cerebro, y los alimentos ultraprocesados no son demasiado amigos. Además de llevar a picos extremos de placer, la sensación neuronal desaparece con una gran rapidez.

Esto supone que tenga un gran impacto sobre el estado de ánimo. Aunque apenas se perciba o no se asocie a lo que se haya comido, es muy habitual que, poco después de ingerir ultraprocesados, te puedas sentir tristes, cansados o desanimados.

Incrementan el riesgo de mortalidad

Además de todo lo anterior, tenemos que tener en cuenta que los daños que producen en el organismo estos alimentos pueden ser altos, y que favorecen el riesgo de mortalidad, por lo que hay que tener mucho cuidado con su consumo.

Son productos que perjudican a nuestra flora intestinal y que incrementan el riesgo de enfermedades a corto, medio y largo plazo. También aumentan la tensión arterial, los niveles de azúcar en sangre y mucho más.

Los diferentes estudios realizados por los científicos han podido encontrar que se trata de alimentos potencialmente perjudiciales y que pueden llegar a suponer un gran impacto sobre nuestra salud, por lo que es conveniente alejarse de ellos.