
El cardiólogo José Abellán.
José Abellán, cardiólogo: "El mejor antidepresivo y ansiolítico es cuidar de tu gente y pasar tiempo con ellos"
Cuidar nuestra salud, y especialmente nuestro corazón, es más fácil de lo que se suele creer si se realizan algunos pequeños cambios en nuestro día a día.
Más información: Soy cardiólogo y este es el único desayuno que tomo a diario: protege el corazón pero España lo ignora.
La salud en general, y la salud cardiovascular en especial, pueden ser más fáciles de controlar y mejorar de lo que solemos creer. Si bien es cierto que cada vez se conocen más factores de riesgo cardiovascular, y por tanto más formas de reducir dicho riesgo, la realidad es que algunos pequeños cambios pueden otorgar grandes beneficios en diferentes ámbitos.
Recientemente, el Dr. José Abellán, conocido cardiólogo y divulgador sanitario, ha querido realizar un repaso a algunos de estos pequeños cambios, focalizándose en su ámbito de trabajo habitual, pero sin olvidar que todos estos consejos son aplicables tanto a la salud del corazón como a la salud general.
En primer lugar, Abellán recuerda la importancia de dormir lo suficiente. Como bien comenta, "a pesar de que no hay un umbral de horario mínimo y la variabilidad entre personas es amplia, un buen indicador de descansar lo suficiente es no necesitar dormir la siesta después de la comida del día siguiente".
En España es muy habitual la costumbre de realizar una pequeña siesta tras la comida del mediodía, pero esto a su vez puede ser un indicador de descanso nocturno insuficiente. De hecho, algunos trabajos sugerirían que la siesta puede ayudar a mejorar la memoria, dado que nuestro cerebro usaría la siesta para procesar la información recopilada durante el día. Sin embargo, no deberíamos exceder los 20-30 minutos de siesta y, lo ideal, como explica Abellán, sería no necesitarla si ya descansamos adecuadamente por la noche.
En segundo lugar, el cardiólogo nos recuerda la importancia de realizar entrenamientos tanto de resistencia como de fuerza, o de tipo aeróbico y anaeróbico. Pero, en esencia, el consejo general sería moverse: "todos los estudios muestran que las personas que se mueven más, viven más y disminuyen su riesgo de sufrir un evento cardiovascular"
De hecho, el mismo Abellán ya comentó en su momento que incluso los ejercicios de alta intensidad son aconsejables para reducir el riesgo cardiovascular: hacer más ejercicio, tanto más intenso como más volumen, disminuía el riesgo de mortalidad cardiovascular, según un reciente estudio publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology.
En tercer lugar, la alimentación seguiría siendo clave para lograr una salud general y una salud cardiovascular óptimas: "sigue una alimentación basada en plantas. Tenemos muy claro que priorizar los alimentos de origen vegetal mejora tu metabolismo y tu sistema cardiovascular" explica Abellán en su publicación.
En cuarto lugar, Abellán nos recuerda la importancia de gestionar el estrés, y también nos recuerda especialmente que no es posible eliminarlo, pero sí gestionarlo mejor: "aprende a gestionar el estrés. No puedes eliminar el estrés, forma parte de la vida. Pero sí puedes aprender a gestionarlo. Los estudios muestran que las personas que siguen terapia y disminuyen sus niveles de estrés, tienen menos riesgo de eventos cardiovasculares".
Hasta hace tan solo unos años, el estrés no era considerado un factor de riesgo cardiovascular como sí lo es actualmente. De hecho, otros divulgadores, como el Dr. Aurelio Rojas, también suelen recordar la importancia del mismo: el estrés crónico elevaría los niveles de cortisol, una hormona que, en exceso, puede dañar las arterias, aumentar la presión sanguínea y alterar el ritmo circadiano. Con el tiempo, ese desgaste contribuiría a la aparición de otros conocidos factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o la arteriosclerosis, dando lugar finalmente a eventos cardíacos como el conocido infarto de corazón.
Finalmente, el Dr. Abellán nos recuerda también la importancia de conectar con nuestros seres queridos, es decir, tener una comunidad y una red de apoyo, evitando la soledad: "sentirse solo asocia peores indicadores de salud, y los amigos son un buen antídoto. En este mundo de conexión artificial, queda más con tu gente. Son tu mejor antidepresivo y el mejor ansiolítico" según recuerda el cardiólogo.
De hecho, la soledad no deseada se asocia con diversas enfermedades, incluyendo un aumento del riesgo de sufrir párkinson de un 37%, un mayor riesgo de desarrollar demencia y un mayor riesgo de sufrir un infarto de corazón y de fallecer por dicho tipo de evento cardiovascular. En este último caso, una revisión publicada en The BMJ sugirió que las personas que sienten un aislamiento social tienen entre dos y tres veces más riesgo de fallecer por infarto porque, a su vez, dicha sensación de soledad se relacionaría con una menor tendencia al autocuidado y una mayor tendencia a llevar a cabo comportamientos nocivos como fumar, beber alcohol y llevar una alimentación inadecuada.