
La psicóloga clínica y psicoanalista Monique de Kermadec.
Monique De Kermadec, sabia de los superdotados: "Cambiar de profesión constantemente es un signo de altas capacidades"
"Un entorno que incentive intelectualmente al máximo aumenta 10 puntos el C.I."/ "Un caso de cada 1.000 tendrá un C.I. de 145"/ "No hay que confundir ser un alumno brillante con ser superdotado"/ "Personas que dejaron los estudios siguen alcanzando puntuaciones muy elevadas en tests"/ "Una relación de pareja entre superdotados puede ser el cielo o el infierno".
Más información: Doctor Berché, el sabio de las altas capacidades: "Un superdotado sin detectar puede ser un delincuente"
Cuando la paciente identificada como 'S' escribió a Monique de Kermadec, psicóloga clínica y psicoanalista especializada en superdotación intelectual, estaba "desesperada". Su vida familiar y profesional eran un desastre, explicaba, y pese a hazañas como aprender sola a leer con cuatro años, se sentía "avergonzada" y "estúpida". Así comienza El adulto superdotado, una obra con la De Kermadec quiere ayudar a visibilizar el drama de las personas con altas capacidades que han llegado a adultos sin saber que lo eran. Y cómo este desconocimiento ha sido fuente de insatisfacción y angustia personal.
Usted explica que llamar 'precoces' a los niños superdotados es inexacto, porque da a entender que es algo que se nivela y desaparece de adultos.
Ese es uno de los motivos por los que tengo reservas sobre la expresión 'niños precoces'. Pero hay que tener en cuenta que usar el término 'superdotados' tiene para muchos una connotación negativa de arrogancia. Y no se trata en absoluto de considerar a alguien como superior, sino de reconocer que es otra forma de ser.
De hecho, usted ha identificado personas superdotadas que habían cumplido ochenta años. Toda una vida vivida sin saberlo.
Así es. Algunos lo descubren muy tarde, porque hace décadas se hacían muy pocos tests a los niños. Hoy en día, diría que tanto en Francia como en España se hacen bastantes. Y por otro lado, la persona superdotada no perderá sus altas capacidades incluso si no hace estudios brillantes. Se tiende a pensar que son únicamente los que siguen las carreras más prestigiosas e intelectuales, pero yo veo año tras año a personas que dejaron los estudios y sin embargo alcanzan puntuaciones muy elevadas en tests de cociente intelectual.
En EEUU, de hecho, se ha considerado como muestra del 'genio' de Steve Jobs o Bill Gates que dejasen sus estudios para seguir otros intereses.
Es que no hay que confundir el hecho de ser un alumno brillante con ser superdotado. Algunos hacen estudios cortos, otros tienen dificultades en la escuela hasta que revelan su potencial de adultos, con proyectos que no dependen de un diploma prestigioso sino de los recursos de su inteligencia.
¿Es también un error asumir que hay un único perfil de inteligencia superdotada? ¿Se puede expresar en una gran gama de talentos?
El cociente intelectual no existe por sí solo, hay que añadirle la personalidad particular de cada cual. Hay características como la intensidad, la complejidad del pensamiento, la necesidad de pasar a la acción, de cambio, de aprendizaje. Los superdotados tienen una enorme sensibilidad y una inquietud constante. En cuanto responde a una pregunta, necesita pasar a la siguiente. Todo eso da lugar a una expresión muy particular de la inteligencia que no va ligada a un diploma escolar.
¿Cuáles son los indicios que pueden indicar a la familia y los educadores que está ante un niño o niña de altas capacidades?
Normalmente tienen un nivel de atención excepcional y un acceso al lenguaje de gran riqueza mucho más temprano. Construyen frases complejas y demuestran una gran curiosidad. No paran de hacer preguntas. Los padres no deben preocuparse: siempre pueden contestar que la respuesta la pueden buscar juntos en Internet. Además, los superdotados desarrollan pronto intereses que los niños de su edad no comparten. Y ahí pueden empezar las dificultades para la integración. Esto les acompañará toda la vida. En los adultos superdotados vemos constantes cambios profesionales. Los demás lo malinterpretan como inconstancia, pero para ellos, es una necesidad de buscar nuevos retos.
¿El drama de los superdotados es que acaban por sentirse los 'tontos', cuando es el sistema el que no reconoce su excepcionalidad?
Más que 'sentirse tontos', yo diría que el problema está en que creemos que el superdotado siempre es consciente de sus capacidades elevadas de raciocinio. Y esto no es así. Muchos adultos que descubren de repente que tienen un C.I por encima de la media lo integran mal, porque se asocia a haber triunfado en el ámbito intelectual. Nadie es superdotado en todos los ámbitos, salvo los genios polímatas. Pero el concepto de 'genio' ya no se maneja científicamente desde hace un siglo, ahora hablamos de un elevado nivel de inteligencia cognitiva.
Usa una bonita imagen: el superdotado piensa de forma 'arborescente', salta libremente de rama en rama.
Sí, y eso puede resultar agotador para los demás. Se tiende a acusarlee de ser "demasiado": demasiado exigente, demasiado impaciente, demasiado intensa, complica demasiado las cosas... Es algo que se les reprocha muy a menudo a los niños superdotados. Se tiende a confundir con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Pero se puede ser perfectamente TDAH y superdotado. Hay que prestar mucha atención a los indicios.
¿La censura social y familiar lleva a los superdotados a retraerse y a desaprovechar sus capacidades?
Sí, y esto es particularmente cierto con los niños y los adolescentes. Ocultan su diferencia para integrarse con los demás. A veces sacan malas notas a propósito. Los adultos ya no están en esta situación, pero a menudo se sienten obligados a comportarse como los demás esperan de ellos. Pueden llegar a sentirse muy solos, encadenando un fracaso tras otro profesional y sentimental.
Cuando sus pacientes adultos descubren que son superdotados, ¿se sienten 'fracasados' por no haber hecho algo genial con su vida?
Sí. Muchos de ellos me dicen: "He malgastado el tiempo". Y lo primero es tratar de ayudarles a entender que ese tiempo no se ha perdido, que han vivido y se han enriquecido con la experiencia. Que lo que perciben como fracasos se han podido deber a que trataron de conformarse a lo que los demás querían, y no han podido dar lo mejor de sí mismos. Por eso es tan importante conocerse, sea cual sea la edad.
¿Cuál sería la proporción estimada de personas con superdotación con respecto a la población general?
Según los resultados normalizados de los tests de inteligencia, con un 130 ya perteneces al 2% más inteligente de población. Si alcanzas el 145, eres uno de cada 1.000.
¿Ha conocido personas con un C.I. de 145? ¿Se relaciona esta excepcionalidad con mayores dificultades de integración social
Sí, hemos visto personas con ese resultado. La clasificación va incluso hasta los 150 puntos. Pero hay muy poca gente así. Y sí, pueden tener más dificultades que otros superdotados en la infancia. El verdadero diferencial estará en cómo se desarrollen esos primeros años. Si nuestra familia acoge bien nuestra diferencia intelectual y se vive con normalidad, el niño no debería sufrir demasiado en el colegio. Si tus padres quieren normalizarte a toda costa, hacer de ti un alumno 'cómo debe ser', entonces te revolverás desde el principio y la escuela no hará más que agravar las cosas.
¿Deberíamos en Europa hacer tests de inteligencia a toda la población escolar para identificar tempranamente a estos alumnos?
En Francia ha habido reparos, porque detectar a un superdotado puede hacer pensar a los padres que se va a separar a algunos niños y a colmarlos de atenciones mientras que a otros se les descuida. Hay que entender que el test solo busca dar con el mejor acompañamiento pedagógico que se le puede proporcionar al niño. Puede necesitar cambiar el ritmo, más lento o rápido. Si necesita acelerar, no esperemos, pongámoslo en un contexto en el que aprenderá más rápidamente.
La experiencia en España es que incluso cuando las altas capacidades se detectan eficazmente, la integración en los colegios es muy irregular.
La mejor respuesta es que la familia busque la escuela con el nivel académico más elevado. Cuanto menor sea el nivel escolar que le rodea, mayores son las posibilidades de que el alumno superdotado pierda el interés, deje de prestar atención y se porte mal. Pero, al mismo tiempo, es muy importante la mescolanza. El superdotado va a interactuar con personas de nivel intelectual muy diferente cuando salga al mundo y debe aprender a tratar con ellos. Aislarlos en una clase de superdotados es, a la larga, un hándicap. Hemos visto casos en Francia en los que se separaba a los superdotados en un aula, y sólo interactuaban con los demás en el recreo y el comedor. ¡El resto de la escuela los consideraba 'la clase de los zombis'!
Usted ha estudiado el sufrimiento psicológico en la mujer superdotada que lo descubre de adulta. ¿Por qué es tan específico?
Hay que decir que los tests de inteligencia son los mismos para niños y niñas, no hay ninguna diferencia. Pero un chico y una chica vivirán los resultados de forma diferente. Nuestra sociedad sigue siendo bastante patriarcal, con estereotipos sobre lo que debería ser la feminidad. Mis pacientes científicas o abogadas siempre me dicen que tienen que demostrar más que un hombre para ser escuchadas. Son muy exigentes consigo mismas, y también con los demás. Pero también hay sesgos culturales que afectan a los hombres superdotados. Son más sensibles e intensos en sus emociones, y se les dice que "los chicos no lloran".
Usted llega a describir relaciones que fracasan al sentirse el hombre amenazado por tener una mujer más inteligente que él.
He abordado esto en otro libro, El superdotado y el amor. Y es cierto que muchos de ellos piensan que solo podrán ser felices con otro superdotado. ¡Pero eso puede ser tanto el paraíso como el infierno, si entran en competición! Mientras, vemos mujeres y hombres que son perfectamente felices con cónyuges, digamos, 'normales'. Lo esencial es que exista una complicidad, que se respeten los límites y necesidades del otro, su necesidad de espacio y tiempo propio. ¡Como en cualquier otra relación!
¿Ha hecho daño la imagen del superdotado en la ficción como un personaje con 'poderes' de cálculo y deducción, pero sin habilidad social?
Una serie podría mostrar perfectamente como un detective superdotado encuentra al culpable siguiendo su hilo de pensamiento arborescente, pero no es lo habitual. Suele ser un retrato caricaturesco. Se tiende a asociar a aspectos neurodivergentes, pero las altas capacidades no son nunca una patología, aunque puedan aparecer en cohabitación con trastornos como la bipolaridad o el autismo. Tenemos algunas personas diagnosticadas con síndrome de Asperger que tienen un elevadísimo C.I.
En ese sentido, ¿la cohabitación de la superdotación y la neurodivergencia puede tener alguna relación, o es aleatoria?
Bueno, seguimos debatiendo si la causa de las altas capacidades es más genética, más adquirida o mitad y mitad. Todavía no tenemos suficiente evidencia al respecto. Pero lo que sí sabemos es que si estamos inmersos en un contexto que nos incentiva a funcionar al máximo rendimiento intelectual, podemos aumentar hasta 10 puntos nuestro C.I. Si nos retiran este ambiente, entonces volvemos al C. I. de base.
¿Qué aspectos pueden llevar a una persona adulta a sospechar que ella también es una superdotada sin detectar?
Hay que quitarse el miedo a hacerse esa pregunta. He visto a mucha gente en Francia temerosa de acudir a un psicólogo especializado por miedo a hacer el ridículo. Pero si sientes que nunca has encajado, que no vives tu vida con plenitud, que sientes que necesitas permiso para explorar otros intereses y proyectos, no debes dudar. Más allá de una cifra, el cociente intelectual ayuda a entender por qué los superdotados tienen otra forma de pensar, con ventajas y debilidades propias, y nos permite elegir con libertad en qué enfocar nuestros esfuerzos.