La batalla perdida contra el infarto en hombres mayores de 50 en España: mueren 40.000 en los últimos cinco años

Sin embargo, la mortalidad cardiovascular en los varones mayores de 50 se cobra la vida de alrededor de 8.000 personas cada año. En este grupo poblacional, el infarto agudo de miocardio causó un total de 39.769 muertes entre 2019 y 2023, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es cierto que, pese a esta cifra, el pronóstico del infarto de miocardio ha mejorado especialmente gracias al programa conocido como 'código infarto'. Hay pacientes que, poniendo en marcha este operativo, pueden llegar a tener una vida normal tras haber sufrido un infarto. Pero no siempre sucede así.

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Y es que, como advierte a EL ESPAÑOL Manuel Anguita, jefe de sección de Cardiología Clínica en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), "si una persona tarda mucho en acudir a consulta porque no le da importancia a la molestia que nota en el pecho, tiene más riesgo de que suceda o bien una arritmia ventricular, que podría dar lugar a una parada cardíaca, o bien que muera una parte importante del músculo de su corazón, lo cual degenere en insuficiencia cardíaca.

Más temprano en hombres

Otro de los factores de riesgo para sufrir un infarto a edades a las que aún se considera joven al paciente es el género. De media, señala la cardióloga del Hospital Clínic de Barcelona Mercè Roque, la enfermedad coronaria se manifiesta unos 10 años antes en los hombres que en las mujeres. Esta diferencia responde al efecto protector que juegan en ellas los estrógenos. Estas hormonas femeninas reducen el riesgo de desarrollar aterosclerosis, que es la base de la enfermedad coronaria.

Roque, por contra, asegura que en el género femenino la enfermedad coronaria tiene "peor pronóstico cuando se presenta". Algunos estudios realizados en España demuestran que la tasa de mortalidad por infarto se duplica en mujeres en comparación a la de los hombres. Los autores sugieren que estas diferencias en el riesgo de morir tras un infarto no se deben a causas biológicas, sino a factores sociales como, por ejemplo, que ellas tardan más tiempo en acudir a consulta cuando tienen un infarto porque "aguantan más síntomas como el dolor".

Aunque una mujer cuando sufre un infarto tiene más probabilidades de morir, el número de hombres que mueren por infarto agudo de miocardio es superior al de mujeres. Y no sólo es debido a que es más frecuente especialmente a edades más jóvenes, puesto que, según los citados datos del INE, el infarto agudo de miocardio causó 25.701 muertes desde 2019 hasta 2023 en las mujeres mayores de 50 años; es decir, unas 14.000 defunciones menos con respecto a los hombres.

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El conocimiento de los propios síntomas también es dispar entre hombres y mujeres. En España, algunas encuestas revelan que sólo el 39% de las mujeres reconoce los síntomas del infarto agudo de miocardio, frente al 57% de los hombres. En ambos casos es necesario conocer que la sintomatología se caracteriza por su variedad y que en la mayoría de las ocasiones no se presentan de forma conjunta. Estos pueden ir desde un dolor en la zona del esternón o en la parte alta del abdomen hasta dificultad para respirar o pérdida de conocimiento.

Desconocimiento de las causas

La población no sólo debe ser consciente de la sintomatología variable que puede tener un infarto agudo de miocardio, sino que también es importante, para prevenirlo a partir de los 50, educar desde bien temprano sobre los principales factores de riesgo, como subraya Roque, quien cree que sería fundamental que en los colegios se fomentara una alimentación saludable.

Además, se debería advertir sobre los peligros que tiene el consumo de tabaco, que sigue siendo uno de los principales factores de riesgo en el infarto agudo de miocardio. Especialmente en la población joven, ya que a estas edades aún no se han desarrollado tanto otras enfermedades como la hipertensión o la diabetes. Se estima, de hecho, que una de cada dos personas jóvenes que padecen un infarto es fumadora.

La cardiólogo del Hospital Clínic también considera que existe "mucho desconocimiento de lo perjudicial que es el consumo de drogas lúdicas como la cocaína". A nivel cardiovascular, el efecto que tiene es "devastador, puesto que produce una estimulación del sistema nervioso que afecta al aparato cardiovascular que puede ocasionar arritmias muy graves".

Otro de los factores de riesgo, junto con los antecedentes familiares, es la edad. En este sentido, y aunque se considere como joven para sufrir un infarto agudo de miocardia a una persona por debajo de los 60 años, está habiendo un aumento de la incidencia en este grupo poblacional. Como apunta Anguita, este incremento responde precisamente a los factores de riesgo clásicos que se engloban bajo un estilo de vida poco saludable.