España  culmina este 2024 la vacunación contra el VPH en niños.

España culmina este 2024 la vacunación contra el VPH en niños.

Salud

Ni un solo caso de cáncer de cuello de útero en 12 años: el aplastante éxito de la vacuna del VPH

Un estudio escocés señala que las niñas que se vacunaron a los 12 y 13 años estaban completamente protegidas más de diez años después.

25 enero, 2024 02:07

Por su carácter preventivo, hay un grupo de personas (incluidas sanitarias) que recela de las vacunas. Muy pocas se libran de la sospecha, pero algunas siguen en el punto de mira tras varios años, como la dirigida al virus del papiloma humano (VPH).

Un nuevo estudio, sin embargo, ha puesto en negro sobre blanco su eficacia: no ha hallado ni un solo caso de cáncer de cérvix en más de 10 años entre las vacunadas de forma más temprana.

Se trata de un trabajo observacional realizado en Escocia que ha evaluado la incidencia de este tipo de cáncer, cuya causa principal y casi exclusiva es la infección por el VPH, en las mujeres nacidas entre 1988 y 1996.

[Cuando las vacunas no son suficientes contra el virus del papiloma: el drama del cáncer de cuello de útero]

La vacuna fue introducida en 2008 y finalizaron su observación en 2020. En ese periodo de tiempo, no observaron ningún caso de este cáncer entre aquellas mujeres que fueron vacunadas con 12 y 13 años.

Hay varios tipos de vacunas contra el VPH, la más antigua de ellas es bivalente, es decir, contiene antígenos para dos subtipos del virus. Hay más de un centenar de tipos, de los cuales 18 se consideran oncogénicos. Los principales son los tipos 16 y 18, a los que se dirige esta vacuna (hay otras que contienen 4 y 9 antígenos).

No obstante, la vacuna bivalente se desempeñó sorprendentemente bien cuando era inoculada en edades más tempranas. Tanto, que no importó el número de dosis: la vacuna protegía igual de bien con una sola, cuando la pauta es de dos.

Mejor cuanto más joven

En las mujeres vacunadas entre los 14 y los 22 años, la pauta es de tres dosis. En este grupo de edad sí se observaron casos, pero la eficacia del antígeno también fue muy significativa: 3,2 casos por 100.000 personas en la cohorte vacunada por 8,4 casos (2,5 veces más) en la no vacunada.

"Es muy importante que la vacunación sea lo más precoz posible", apunta Fernando Moraga-Llop, portavoz de la Asociación Española de Vacunología. "Antes de que empiecen a tener relaciones sexuales".

El también pediatra explica que, al ser el grupo de 14 a 22 años muy amplio, es más que posible que al subdividirlo se vea que la incidencia es mayor conforme lo es la edad. "Además, la respuesta inmunitaria es mayor cuanto más joven. La ficha técnica, de hecho, permite la vacunación a partir de los 9 años".

[El drama del cáncer de cérvix: el aumento de casos aleja la esperanza de erradicarlo en 2030]

Por otro lado, la incidencia del tumor entre las mujeres de áreas más desfavorecidas se redujo mucho más que entre las de aquellas zonas más ricas: 13,1 veces frente a 2,29, muestra este estudio, que ha sido publicado en la revista Journal of the National Cancer Institute.

Esto es importante porque, como indica Rodrigo Sánchez-Bayona, oncólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid y secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica, el cáncer de cérvix o de cuello uterino "se ha asociado mucho a factores socioeconómicos: falta de educación sanitaria, no acceso a cribados, tabaquismo, etc."

Por eso considera importante la conclusión de este estudio aunque advierte que, para llegar a evidencias definitivas, ha de prolongarse en el tiempo. "La edad de máximo riesgo del virus es a partir de los 30 años, porque se estima que entre los 20 y los 30 tienen su primera relación sexual".

[La lección de Australia a España: vacunar a los hombres para proteger a las mujeres del cáncer]

"Este estudio ha tenido un seguimiento estimado de 10 años", continúa. "¿Es suficiente para decir que la incidencia [del cáncer] es cero? Tendríamos que esperar otros diez años". Eso sí, no duda en calificar el dato como de "muy prometedor".

Frente a otros tumores de sistema reproductor femenino, el de cuello de útero se presenta a una edad más temprana, entre los 40 y los 50 años. "En cambio, los de ovario y de endometrio aparecen en torno a los 60 y los 65 años", explica Sánchez-Bayona.

Pese a las limitaciones que observa en este y otros estudios, el oncólogo se muestra optimista con la posible desaparición de este cáncer, que en un 99% de las veces está causado por el virus.

Estrategia 90-70-90

"Yo no diría erradicación, sino reducirlo a un nivel anecdótico", matiza a EL ESPAÑOL. "Pero soy optimista en que, gracias a la extensión de la vacuna y la generalización de los programas de cribado mediante citología, reduciremos su incidencia al mínimo en no muchos años".

A día de hoy, sin embargo, es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo: cada año se diagnostican unos 600.000 nuevos casos y mueren 340.000 mujeres por el tumor (el 90% de las muertes se produjeron en países de ingresos bajos y medios).

Por ello, la OMS puso en marcha en 2019 la estrategia 90-70-90: para 2030, el 90% de las niñas deben estar totalmente vacunadas contra el VPH antes de los 15 años; el 70% deben haber sido cribadas del VPH antes de los 35 años y nuevamente antes de los 45; y que el 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino reciban tratamiento.

[Cáncer de cuello uterino: estos son los síntomas del tumor que cada vez afecta a más mujeres]

Los detractores de la vacuna se basan en la falta de datos a largo plazo y en el alto número de tipos del virus con potencial de generar tumores, todavía no cubiertos por las vacunas actuales. El estudio escocés, con su limitación temporal, apuntala no obstante el beneficio con la vacuna bivalente.

En España, la frecuencia de la infección es del 14,3%, siendo del 29% en las mujeres entre 18 y 25 años. Se manifiesta por verrugas en la piel y las mucosas, sobre todo en los genitales pero también en las vías respiratorias, boca y garganta.

La cobertura que alcanza la vacuna —que se introdujo en 2008 de forma unánime por todas las comunidades autónomas— es alta gracias a las campañas de vacunación en la escuela. La primera dosis llega al 91,5% de la población diana, según los últimos datos disponibles, de 2020.

Coberturas vacunales desiguales

La segunda dosis, en cambio, alcanza un 81,8%, entre otras cosas, porque Asturias después que el resto de comunidades, a los 13 años. No obstante, Madrid, Comunidad Valenciana o Canarias no alcanzan el 80% de cobertura en la segunda dosis.

Este 2024, además, se culminará la implantación de la vacuna en los niños, que hasta ahora estaban fuera del calendario común pese a que muchos países llevan ya tiempo incluyéndolos en los programas de vacunación.

"Esto tiene un beneficio directo y otro indirecto", comenta Fernando Moraga-Llop. El directo es que los hombres también se ven afectados por cánceres provocados por el VPH, como el de cabeza y cuello, pene o ano. El indirecto es que, vacunándoles a ellos, también se previene la transmisión del VPH a las mujeres.

[El alarmante aumento del cáncer de útero en España: crecen las muertes un 30% en los últimos cinco años]

Para las jóvenes que no se vacunaron en su momento, el calendario vacunal las incluye con una pauta de tres dosis. "Se tendría que extender la vacunación hasta los 25 años, tanto en las mujeres como en los hombres", comenta el vacunólogo.

Más allá de la vacunación, en estos grupos, Moraga-Llop plantea la necesidad de inocular a niños que hayan sido víctimas de agresiones sexuales pero también actualizar el cribado de la enfermedad. "No tiene sentido que una mujer vacunada vaya cada año a hacerse una citología. Hay que cambiar la tecnología del cribado por una prueba de VPH y hacer un buen protocolo".

Este año culmina, en España, no solo la introducción de los niños en el programa vacunal sino también la implantación del cribado en mujeres. Entre los 25 y los 34 años se realiza una citología cada tres años; de ahí a los 65, la determinación de VPH de alto riesgo.