Si bien el cáncer de vesícula biliar tiene poca incidencia, su alta mortalidad lo convierte en un grave problema de salud.

Si bien el cáncer de vesícula biliar tiene poca incidencia, su alta mortalidad lo convierte en un grave problema de salud.

Salud Oncología

Los síntomas del cáncer de vesícula biliar: un tumor difícil de detectar y que se confunde con cólicos

A pesar de que tiene una 'baja' incidencia en la población, tiene una alta mortalidad, ya que la supervivencia media es de seis meses.

7 diciembre, 2022 03:42

Un macro informe de la Comisión de Oncología de la revista The Lancet advertía hace pocas semanas de la "epidemia de cáncer" a la que se enfrenta Europa. Según cifran los expertos, alrededor de un millón de europeos podrían vivir con algún tumor sin saberlo, pues desastres como la pandemia y la Guerra de Ucrania han frenado tanto los sistemas de detección como la investigación. Además, se da el caso de que hay tumores que están creciendo, como es el de la vesícula biliar.

Así lo advertía un estudio publicado en 2021 en la revista Cáncer, editada por la Sociedad Americana del Cáncer, y que ponía de manifiesto que la incidencia de este tumor había aumentado en todo el mundo un 76%, entre 1990 y 2017. En ese año, hubo 210.878 casos nuevos y 173.974 muertes ocasionadas por este cáncer.

En España, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que más de 2.800 personas habrán sido diagnosticadas de esta patología en ese 2022. La cifra no es muy alta en comparación con otros tipos de cáncer, por ejemplo, sólo de colon y recto se estiman 43.370 nuevos casos. El problema de este tumor es el mal pronóstico que le acompaña, con una supervivencia media de seis meses y una supervivencia a cinco años del 5%.

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"El pesimismo clínico y pronóstico que rodea al cáncer de vesícula biliar es debido, esencialmente, a su presentación tardía", indican profesionales del Hospital Regional de Málaga Carlos Haya en una revisión sobre el diagnóstico y el tratamiento de esta dolencia.

Fácil de confundir

Uno de los motivos que explica el retraso en el diagnóstico es porque los síntomas que presenta son poco específicos y, además, difíciles de diferenciar desde el punto de vista clínico de otras patologías, como puede ser un cólico biliar o una colecistitis crónica, una inflamación prolongada de la vesícula biliar.

El síntoma que aparece con más frecuencia es el dolor abdominal, que llega a darse hasta en el 95% de los casos. Como se detalla en la revisión antes citada, esta molestia va a ser visceral, profunda y persistente. "Estas características permiten diferenciarlo del dolor agudo, espasmódico y remitente del cólico biliar", aclaran los profesionales.

Además, dicho dolor suele aparecer en la parte superior derecha del abdomen, lo que puede ser un buen indicador para tener en cuenta y acudir al médico.

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Entre el resto de síntomas, figuran hinchazón abdominal, pérdida de peso involuntaria, falta de apetito y la aparición de un color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos, problema también conocido como ictericia.

Si bien, sobre la coloración amarilla hay que hacer una aclaración. Como se detalla en el capítulo especial que la SEOM dedica a todos los cánceres de la vía biliar, la ictericia es más frecuente en otros tumores de la zona, como el colangiocarcinoma (grosso modo, el que se forma en los conductos biliares) y los tumores de la ampolla de Vater (ampuloma), un lugar donde se cruzan los canales de la vesícula biliar y del páncreas. No obstante, entre un 13% y un 50% de los cánceres de vesícula pueden presentar ictericia.

Factores de riesgo

Con un cuadro clínico un poco confuso, conviene tener presentes algunos de los factores de riesgo que lleva asociados este tumor. El más importante es sufrir de colelitiasis, es decir, tener uno o varios cálculos en la vesícula biliar. Aunque no se ha podido demostrar una relación causa-efecto entre ambos fenómenos de forma absoluta, los profesionales lo identifican como el principal factor de riesgo, aunque también matizan que éste es un problema muy común y que aquellos que lo padecen rara vez terminan desarrollando cáncer.

Personas que sufren de calcificación de la vesícula biliar, dolencia conocida como vesícula de porcelana, o aquellos dados a desarrollar pólipos en este órgano también son considerados población de riesgo de este tipo de cáncer.

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Asimismo, al igual que la mayoría de los cánceres, se asocia más con personas de edad avanzada, estimándose que, aproximadamente, el 90% de los pacientes tienen más de 50 años. Además, es más frecuente entre el sexo femenino, una relación que los profesionales relacionan con que ellas también son más tendentes a sufrir de colelitiasis.

La mayoría de estos factores no se pueden evitar, por lo que a modo de píldora preventiva, los profesionales recomiendan hacer lo mismo que para el resto de enfermedades, seguir un estilo de vida saludable. Eso incluye mantener un peso adecuado, mantenerse físicamente activo, cuidar la alimentación y evitar el alcohol y otras sustancias tóxicas.

Sobre la extirpación preventiva de la vesícula biliar para personas con tendencia a los cálculos, los médicos prefieren no recurrir a este método. Como se ha comentado, aunque es un factor de riesgo, no hay relación una causa-efecto demostrada y los posibles riesgos y complicaciones del proceso quirúrgico pueden llegar a ser superiores que los beneficios.