Rafael Matesanz, exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes (archivo).

Rafael Matesanz, exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes (archivo). Silvia P. Cabeza

Salud

Matesanz: "¿Cómo se le ofrece un corazón de cerdo a alguien que podría recibir uno humano?"

"Trasplantar un corazón de cerdo a un humano habría sido controvertido en España"  / "Si los animales son la solución a la escasez de órganos, el cerdo es el elegido" / "Si el trasplante de corazón de cerdo funciona, podría hacerse en España en poco tiempo".

12 enero, 2022 06:03

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La ciencia avanza a una velocidad tal que empieza a ser difícil encontrar calificativos que definan los logros médicos que acontecen cada no mucho tiempo. El pasado mes de octubre, un paciente en muerte cerebral recibió en Estados Unidos el primer trasplante de riñón de cerdo de la historia, un hito difícil de imaginar hace sólo unos años. Sólo tres meses después, un equipo de cirujanos de la Universidad de Marylan ha conseguido trasplantar con éxito el corazón de un cerdo a una persona viva, como si de una suerte de Frankenstein se tratase. Y lo que es más importante: cuatro días después, el receptor sigue vivo, sin que se haya producido hasta el momento rechazo alguno.

Es el gran logro que destaca Rafael Matesanz (Madrid, 1949), una de las voces más autorizadas en España a la hora de hablar de trasplantes. Este médico dirigió la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) durante 28 años -con tres de interrupción voluntaria-, convirtiendo a la institución en un referente a nivel mundial y situando a España como punta de lanza en la donación de órganos. La jubilación no ha impedido a Matesanz seguir los avances que se suceden en la ciencia y que, a pesar de su dilatada experiencia, siguen asombrándole como el primer día.  

-¿Cómo valora que se haya trasplantado con éxito por primera vez un corazón de cerdo a un hombre? Ya se habían realizado xenotrasplantes anteriormente.

-La utilización de órganos de cerdos es algo relativamente ‘viejo’ en la historia de los trasplantes. Los intentos se remontan sobre todo a la década de los 90, que fue cuando varios grupos de investigación, incluidos algunos españoles, intentaron utilizar riñones de cerdo para trasplantarlos en monos, que es una especie más similar a la humana. El objetivo era intentar obviar las diferencias de especie, que son las que provocan el rechazo hiperagudo y que se produce en las primeras horas o días tras hacer un trasplante. Aquello no funcionó porque, aunque se evitó el rechazo hiperagudo, los riñones eran rechazados en el plazo de un mes.

Ahora, lo que ha hecho reverdecer todas estas técnicas han sido tecnologías de manipulación genética modernas como el CRISPR. Esto ha permitido introducir una serie de modificaciones genéticas en los cerdos que les hacen, de alguna manera, más parecidos a la especie humana. Ya tuvimos una primera experiencia en el mes de octubre, cuando se trasplantó un riñón de cerdo en una persona en muerte encefálica. Era un modelo muy ingenioso en el sentido de que es lo más parecido a una persona viva que no lo estaba. Esto permitió estudiar toda una serie de condicionantes fisiológicos para ver si iba a funcionar o no. El riñón se mantuvo durante unas 72 horas y por lo que sabemos, porque todavía no se han publicado los resultados en una revista científica, funcionó. No tuvo rechazo. Cuando se vean todos los análisis y las biopsias que se hicieron en ese momento podremos valorar mejor el logro. 

Lo que se ha hecho ahora es un paso más, y es algo histórico: trasplantar un corazón de cerdo a una persona viva. En el trasplante de riñón que se hizo en octubre había una manipulación genética para evitar un polisacárido que es responsable de gran parte de los rechazos hiperagudos. Esto había sido aprobado por la FDA (la Agencia de Medicamentos norteamericana). En este caso, no sólo ha existido esta manipulación, sino que han realizado nueve más. Ha habido 10 manipulaciones genéticas en el corazón que se ha trasplantado y ha sido un órgano, por decirlo de alguna manera, mucho más elaborado. Lo que podemos decir hasta ahora es que después de tres días el corazón no ha sido rechazado. Eso es lo que podemos decir. Hay que ver si esto funciona. Cuando lo desconecten de la circulación extracorpórea lo veremos. En cualquier caso, son pasos importantes.

-¿Cuál es el futuro de este paciente? ¿Cuáles son las barreras a las que se enfrenta uno con un trasplante así?

-Es imposible de decir en este momento. Hay un asunto que es un tanto molesto y es que la forma de difusión de este tipo de noticias, que son, sin duda, espectaculares,  sea el New York Times. Eso está muy bien desde el punto de vista periodístico, pero desde el punto de vista científico yo me pregunto muchas cosas. Por ejemplo, qué tipo de inmunosupresión se hizo con el riñón, o qué se ha hecho con el corazón. Se ha dicho que se ha utilizado un nuevo medicamento, pero tampoco se dice cuál es ni se describe. Y hay un aspecto que es discutible desde el punto de vista ético. La pregunta del millón es: ante un enfermo concreto, que eventualmente podría beneficiarse de un trasplante humano, ¿cómo se le ofrece un corazón cuya eficacia no está probada ni muchísimo menos? Lo que se ha dicho es que había sido descartado por parte de una serie de unidades de trasplante de Estados Unidos, pero realmente el estado clínico del paciente no parecía tan desesperado. 

En España se trasplantan en lo que se llama la "urgencia 0" [la condición clínica que requiere requiere el inmediato trasplante del corazón] más del 30% de los trasplantes que se hacen cada año. Son pacientes que o se trasplantan o tienen serias posibilidades de fallecer a muy corto plazo. En este caso, el paciente estaba consciente e incluso participó en una rueda de prensa hace un par de días. Yo no le veo en una situación tan desesperada como para justificar una decisión tan drástica como es ponerle un corazón de cerdo, que esperemos que funcione, pero no hay la más mínima garantía de que sea así. Esto puede ir bien o puede ir mal. Y si va mal, aquí no es como el riñón, que existe la diálisis. Si va mal, el paciente fallece. A mí eso me parece un punto que diferencia en la visión americana frente a la española y europea. En Europa habría tenido más dificultades para tener una autorización de este tipo. 

Hay una cosa que es significativa y que hay que tener en cuenta: si aquí se intentase hacer un trasplante de este tipo, se consideraría un trasplante experimental y eso necesita una autorización de la Organización Nacional de Trasplantes, el visto bueno de las comunidades, de expertos… En Estados Unidos, la autorización para realizar este trasplante la ha dado la FDA, el equivalente a la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios en España (Aemps). Y eso es porque lo que realmente aquí se está utilizando son riñones fabricados por Revivicor, una empresa que curiosamente es heredera de los que fabricaron la oveja Dolly, y se está considerando como una especie de producto farmacéutico que necesita una autorización que es conceptualmente distinta. No sé qué análisis ético han hecho del tema, pero si se hubiera planteado aquí, habría sido controvertido. No digo que no se hubiera autorizado, igual sí, pero el tipo de enfermo me produce serias dudas no lo veo en una situación desesperada como para acudir a esto. Ése es el punto. Ojalá salga bien, aunque primero habría que definir qué es "salir bien". Para mí, salir bien sería que el corazón funcionase al menos durante unos meses. 

-Una operación en la que se realiza un trasplante de corazón conlleva un riesgo muy elevado. 

-La supervivencia de un trasplante cardiaco es muy buena si el paciente está en buena situación. Si no está en situación extrema o en urgencia 0, que tiene una peor supervivencia, es superior al 90% al año. Pero claro, es un trasplante estándar, de persona fallecida. Con el trasplante del corazón de cerdo a humano no se sabe cómo va a funcionar como 'bomba'. A fin de cuentas, el corazón es una 'bomba' que aspira y bombea la sangre. Una de las ventajas que tiene el cerdo es que se le puede dejar crecer hasta que tenga un tamaño parecido al del receptor al que se va a trasplantar. Por lo que se ha publicado, el cerdo pesaba unos 100 kg, tenía un corazón parecido y un año de edad. Yo imagino que lo habrán escogido muy a medida del paciente, pero con todo habrá que ver cómo funciona y si realmente es capaz de hacer llegar la sangre a todo el organismo. La cantidad de incógnitas clínicas que tenemos por delante son enormes. Es un experimento científico impresionante.

-¿Van a ser los cerdos la solución a la escasez de órganos? 

-En estos momentos hay muchas vías. Desde luego, si son los animales la solución a la escasez de órganos, el cerdo es el elegido. Y es el elegido por varias cosas. En principio, uno podría pensar que los elegidos deberían ser los monos, por ser más parecidos al hombre, pero el problema es que los monos son muy pocos, sobre todo las especies más parecidas al hombre. Además, están todos los problemas éticos de la utilización de estos animales para experimentos. Y en tercer lugar, tiene un ciclo vital muy largo. Este cerdo ha tardado un año en llegar a ese tamaño, pero si hubiera sido un mono habría tardado décadas, por lo que no son viables. El cerdo es un animal que se reproduce muy rápidamente y además se le puede tener recluido sin mayores problemas: se le puede tener en condiciones asépticas y sin temor a que se contagie de otra enfermedad, y se le puede hacer crecer hasta que uno quiera. En este caso, ha sido hasta ese tamaño pero podría haber seguido creciendo o haberlo cogido de un tamaño más pequeño. Por otra parte, es el animal con el que se ha hecho toda esta manipulación genética. 

Luego, otra de las vías que en estos momentos están más avanzadas para la fabricación  de órganos es la que está desarrollando un español, Juan Carlos Izpisúa, cuya línea de investigación es crear quimeras entre células madre humanas y de otras especies. Puede ser el cerdo o puede ser el mono. Ya lo ha intentado con esto, y parece que va hacia adelante. En ese caso, hablaríamos de la fabricación de un órgano a la medida del paciente. Es otro enfoque en el que el cerdo también tendría mucho que decir. Desde luego, la utilización de animales es la única vía de fabricación en serie que se vislumbra a medio plazo en estos momentos. Todo progresa a mucha velocidad y probablemente vayamos a tener en los próximos meses bastantes de estas noticias que se irán publicando en revistas científicas e iremos aprendiendo más y más de todo esto. Las perspectivas son realmente impresionantes para la ciencia.

-¿Cuáles son los trasplantes más innovadores que veremos en los próximos años?

-Lo novedoso es el procedimiento para humanizar los órganos del cerdo. El trasplante es una ‘proeza’ quirúrgica y ya. Es una conexión quirúrgica de los vasos del cerdo y del hombre, pero lo realmente novedoso es la investigación, y con eso se podría dar lugar a todo tipo de órganos. Para mí, lo más espectacular sería la consecución de islotes de páncreas humanizados que no se rechazaran. Eso podría dar lugar a la curación de la diabetes y sí que sería un antes y un después. Por esta vía mañana nos podemos encontrar con trasplantes de pulmón e hígado. Las posibilidades que nos puede dar esto son tremendas, y cada una de ellas son espectaculares. En el caso del riñón, la insuficiencia renal es un problema tremendo en todo el mundo, y sólo con que se solucionara eso, sería realmente de Premio Nobel. 

-Citaba antes al científico español Juan Carlos Izpisúa, que, entre otros logros, ha creado híbridos de distintas especies con el fin de generar órganos. Sin embargo, hay quien alza la voz para decir que se están traspasando algunos límites éticos con estos experimentos científicos. 

-Yo creo que todo lo que ha hecho Izpisúa está dentro de esos límites. Son investigaciones muy cuidadas. Se ha tenido un especial cuidado en no sobrepasar estos límites, sobre todo en determinados periodos de gestación, que no se mezclaran en el sistema nervioso central células de dos especies distintas… Hasta ahora el equipo de Izpisúa ha sido bastante exquisito en todo eso. Efectivamente, la ciencia puede tener límites, pero si están claramente delimitados, no le veo mayor problema, y los beneficios que se pueden derivar de la investigación serían tremendos.

-Los medios publicamos que se ha logrado trasplantar por primera vez el corazón de un cerdo a un humano, y mucha gente piensa que esto se puede hacer en España, aunque realmente no es tan fácil.

-No, no es tan fácil. En España se está investigando en materia de xenotrasplantes y además son prácticamente… Por una parte está Izpisúa, que está colaborando con personas de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), donde trabaja con cerdos, y con otros centros en red donde va haciendo distintos experimentos relacionados con su línea de investigación. Y por otra parte, la Universidad de Murcia (UM) y el Hospital Virgen de La Arrixaca también están trabajando con cerdos transgénicos para intentar generar hígados.

Aquí lo que se está buscando es utilizar hígados de cerdo como puente a situaciones donde no haya un hígado disponible. Unas situaciones que, por otro lado, en España, son bastante excepcionales porque en general la situaciones de urgencias se solventan rápidamente. Trasplantar hígados de animales, de cerdo,  puede ser complicado por una razón. El riñón básicamente es un órgano excretor. El corazón es una bomba aspirante implente. Pero claro, el hígado, aparte de desintoxicar, fabrica una cantidad de sustancias, de proteínas, de factores de coagulación, que no está nada claro que los del cerdo sean equivalentes a los del hombre. Metabólicamente, el trasplante de hígado sería más complicado que el de otros órganos. Por eso se ha empezado por el riñón y el corazón y no por el hígado, porque realmente el paso a los humanos del hígado plantea una cantidad de interrogantes bastante más complejos que los que plantea un corazón. 

-¿Cuánto tiempo cree que tardaremos en ver un trasplante de cerdo a humano en España?

-Yo no creo que en España se vayan a fabricar esos corazones. En estos momentos, el punto fundamental de todo esto es la fábrica de órganos, que está muy concentrada en esta compañía de Estados Unidos y otras que investigan en este asunto. Implantarlo no tendría mayor problema. Tendría todos los problemas éticos que se le quiera buscar y la autorización de los permisos, pero técnicamente cualquier equipo español sería capaz de hacerlo. No me cabe la menor duda. El problema es tener la materia prima. Ése es el punto fundamental. También dependerá de cómo evolucione esto. Si esto va bien, como tantos otros descubrimientos científicos, hoy la ciencia se traslada al mundo desarrollado muy rápidamente. Vamos a suponer que esto funciona, que en Estados Unidos empiezan a hacer trasplantes de estos y funciona. Esto lo veríamos en Europa y, por supuesto, en España en muy poco tiempo.