Representación de la actividad neuronal.

Representación de la actividad neuronal. Gtres

Salud Neurología

Qué es el 'genoma oscuro', la posible clave para tratar la esquizofrenia y el trastorno bipolar

Las proteínas relacionadas con estas enfermedades neurológicas se generarían en regiones del genoma más remoto. 

23 diciembre, 2021 11:30

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El denominado "genoma oscuro", el ADN fuera de nuestros genes, codifica proteínas asociadas a la esquizofrenia y el trastorno bipolar que podrían servir para diagnosticar y tratar estas enfermedades.

Estas nuevas proteínas pueden utilizarse como indicadores biológicos para distinguir entre ambas e identificar a los pacientes más propensos a la psicosis o al suicidio, así como encontrar nuevas dianas farmacológicas, según publican en la revista Molecular Psychiatry.

La esquizofrenia y el trastorno bipolar son trastornos mentales debilitantes y difíciles de diagnosticar y tratar. A pesar de ser tener un componente hereditario, se han encontrado muy pocas pistas sobre su causa en los genes.

Los científicos, que han descubierto que las proteínas son producidas por más de 248.000 regiones del "genoma oscuro" y se encuentran alteradas en múltiples enfermedades, creen que estas regiones pueden haber evolucionado porque tienen funciones beneficiosas en el desarrollo humano. Sin embargo, si se ven alteradas por factores ambientales, conducen a la susceptibilidad o al desarrollo de la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

"Al escanear todo el genoma hemos encontrado regiones -no clasificadas como genes en el sentido tradicional- que crean proteínas que parecen estar asociadas con la esquizofrenia y el trastorno bipolar", explica el doctor Sudhakaran Prabakaran, del Departamento de Genética de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y autor principal del informe.

"Esto abre un enorme potencial para nuevas dianas farmacológicas", asegura. "Es realmente emocionante porque nadie había buscado antes pistas para entender y tratar estas enfermedades más allá de los genes".

Los investigadores creen que estos componentes genómicos de la esquizofrenia y el trastorno bipolar son específicos de los humanos: las regiones recién descubiertas no se encuentran en los genomas de otros vertebrados

"La definición tradicional de gen es demasiado conservadora y ha desviado a los científicos de la exploración de la función del resto del genoma", señala Chaitanya Erady, investigadora del Departamento de Genética de la Universidad de Cambridge y primera autora del estudio.

"Cuando miramos fuera de las regiones del ADN clasificadas como genes, vemos que todo el genoma humano tiene la capacidad de fabricar proteínas, no sólo los genes", añade. "Hemos encontrado nuevas proteínas que intervienen en procesos biológicos y que son disfuncionales en trastornos como la esquizofrenia y el trastorno bipolar".

La mayoría de los fármacos disponibles en la actualidad están diseñados para dirigirse a las proteínas codificadas por los genes. El nuevo hallazgo ayuda a explicar por qué la esquizofrenia y el trastorno bipolar son enfermedades hereditarias, y podría proporcionar nuevas dianas para futuros tratamientos.

La esquizofrenia es una enfermedad mental grave y de larga duración que puede dar lugar a alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento y el comportamiento, mientras que el trastorno bipolar provoca cambios de humor extremos que van de la manía a la depresión. Los síntomas hacen que a veces sea difícil distinguir ambos trastornos.

Prabakaran dejó su puesto en la Universidad a principios de este año para crear la empresa NonExomics, con el fin de comercializar este y otros descubrimientos. Cambridge Enterprise, la rama de comercialización de la Universidad de Cambridge, ha ayudado a NonExomics concediendo la licencia de la propiedad intelectual.

El investigador ha conseguido financiación inicial para desarrollar nuevas terapias dirigidas a las proteínas implicadas en la esquizofrenia y el trastorno bipolar, entre otras enfermedades.

Su equipo ha descubierto ya 248.000 regiones de ADN fuera de las regiones definidas convencionalmente como genes, que codifican nuevas proteínas que se ven alteradas en las enfermedades.