Más relación entre el alzhéimer y la falta de sueño.

Más relación entre el alzhéimer y la falta de sueño.

Salud Neurología

Ésta es la razón por la que dormir poco aumenta tu riesgo de alzhéimer

Un descanso inadecuado se asocia a una acumulación excesiva en el cerebro de proteína beta-amiloide y una mala eliminación de residuos en este área.

1 enero, 2018 11:30

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En anteriores ocasiones ya se había vislumbrado una relación entre la falta de sueño y la enfermedad de Alzheimer, llegando a sugerir que ambos factores dañan el cerebro de la misma forma. De hecho, otros trabajos han sugerido que dormir un poco más puede mejorar esta enfermedad neurodegenerativa cuando ya manifiesta síntomas, aunque no llegar a hacerla desaparecer.

Ahora, un nuevo trabajo publicado en Annals of Neurology sugiere que la falta de sueño no solo sería tan dañina como el alzhéimer, sino que dicha privación puede conducir a una mayor acumulación de proteína beta-amiloide, la proteína que da lugar a la enfermedad. En otras palabras, la falta de sueño aumentaría el riesgo de alzheimer por una mala eliminación de residuos a nivel cerebral.

Según Randall Bateman, profesor de neurología de la Universidad de Washington en St. Louis y coautor de este trabajo junto a Brendan Lucey, la interrupción del sueño conduciría a un aumento de riesgo directo de enfermedad de Alzheimer mediante la acumulación por sobreproducción de beta-amiloide.

Para llegar a esta conclusión, Bateman y sus colegas estudiaron a ocho individuos de entre 30 y 60 años que no sufrían problemas cognitivos ni problemas para dormir. Se les asignó en uno de los siguientes tres escenarios: una noche normal de sueño sin medicación para dormir, permanecer despiertos toda la noche, o bien dormir tras la toma de oxibato de socio -un medicamento contra los trastornos del sueño-.

Se realizó un seguimiento de 36 horas de cada individuo, empezando por la mañana de un día y continuando hasta la tarde del día siguiente, tomando muestras de líquido cefalorraquídeo cada dos horas -el líquido en el que está bañado el cerebro y la médula espinal- con el objetivo de medir los niveles de proteína beta amiloide y el cansancio.

Tras cuatro o seis meses, los participantes volvieron a someterse a otro de los escenarios del experimento, y cuatro de ellos pasaron por los tres, con el objetivo de vislumbrar variaciones en la proteína beta amiloide.

Según los hallazgos de este pequeño estudio, aquellos que sufrieron falta de sueño tenían un nivel un 25-30% mayor de proteína beta amiloide que los que habían dormido toda la noche anterior. Asimismo, aquellos que no durmieron absolutamente nada poseían unos niveles de beta amiloide similares a los observados en individuos genéticamente predispuestos a desarrollar una enfermedad de Alzheimer precoz.

La importancia del sueño en la enfermedad de Alzheimer

Sin embargo, los investigadores llaman a la calma y afirman que una sola noche de insomnio no tendría suficiente potencial como para aumentar el riesgo de la enfermedad, sino que se trataría de tener en cuenta a aquellos individuos que sufren trastornos del sueño de forma crónica.

Si los niveles de la proteína beta amiloide se mantienen elevados de forma continua, es más fácil que llegue a acumularse y formar las conocidas "placas proteicas" a nivel cerebral, unas acumulaciones que, finalmente, dañan las neuronas y desencadenan una cascada de cambios cerebrales que originan el alzheimer.

En realidad, la proteína beta amiloide es una sustancia normal que se produce como desecho de la actividad cotidiana del cerebro. Sin embargo, debe eliminarse, algo que se produce durante el sueño. Pero si se sufre privación del sueño, el cerebro continúa produciendo esta proteína durante la noche, algo que aumenta el riesgo de acumulación de la misma en lugar de poder "limpiarla".

Los investigadores afirman que comprender mejor cómo la falta de sueño aumenta la producción de beta amiloide podría ayudar a formular nuevos tratamientos contra las enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.