Blanca García-Orea, nutricionista.

Blanca García-Orea, nutricionista.

Nutrición

Blanca García-Orea, dietista, sobre los alimentos sanos a evitar: "Un paquete entero de nueces son 1.000 calorías"

La nutricionista señala también la importancia que tiene el ejercicio de fuerza cuando nos ponemos a dieta de adelgazamiento para conseguir nuestros objetivos.

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J. Rodríguez
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Las claves

La nutricionista Blanca García-Orea advierte que el hambre constante en dietas muy restrictivas puede provocar el temido efecto rebote y problemas emocionales.

Comer alimentos ultraprocesados para recuperar energía genera placer temporal, pero perpetúa un círculo vicioso de ansiedad, irritabilidad y malestar.

García-Orea recomienda aumentar la ingesta de proteínas y combinar una dieta bien planificada con entrenamiento de fuerza para perder peso de forma sostenible y saludable.

Aunque algunos alimentos saludables, como las nueces, son recomendables, consumirlos en exceso puede aportar muchas calorías y dificultar la pérdida de grasa.

Solemos pensar que para tener un peso saludable hay que sufrir. No sólo haciendo mucho ejercicio, sino también pasando hambre. Pero esto es precisamente lo que hay que evitar en una dieta: el hambre y la falta de energía por donde comienza el efecto rebote.

Así lo ha expresado la nutricionista Blanca García-Orea en una reciente entrevista con Yo Dona. El efecto rebote sucede cuando terminamos una dieta muy restrictiva y queremos volver a una más orgánica, pero también puede suceder tras tomar un ultraprocesado.

"El problema es cuando hago una dieta hipocalórica y resulta que estoy teniendo hambre constante porque no lo estoy haciendo bien. Luego probablemente me dé un rebote que te mueres porque el día que la deje me voy a lanzar a comer", expone la nutricionista.

El rebote, en este caso, se produce porque se ha planificado mal la dieta, hemos escogido alimentos que pensamos que son sanos y que nos permitirán adelgazar en poco tiempo, pero al final el efecto que han provocado en nosotros es el contrario.

En cualquier caso, el rebote también puede surgir por una mala gestión de nuestra energía a lo largo del día: "Si duermes mal esto va a impactar en qué comes, cuándo comes y cómo comes. Entonces, cuanto menos durmamos, menos energía vamos a tener lógicamente".

La experta razona que terminamos buscando energía rápida en los alimentos menos recomendables. "Aunque es una forma falsa de recuperarla [la energía] es a través de tomar muchos ultraprocesados", explica García-Orea.

Se refiere a la bollería industrial, las galletas y los zumos, por ejemplo, que han formado durante décadas parte del desayuno más cotidiano de los españoles. "Me encuentro mejor durante una hora, con mucha más energía, pero de repente me da el bajón", señala.

Romper el bucle

En ese momento, volvemos a encontrarnos mal y necesitamos de nuevo un alimento ultraprocesado. "Comer mal, tomar azúcares y ultraprocesados genera una liberación de dopamina, un placer rápido pero efímero", explica la nutricionista.

Por eso, además de hambre es muy probable que experimentemos otros síntomas como ansiedad, irritabilidad e, incluso, más tendencia a la depresión. "Vuelvo a encontrarme mal y vuelvo a necesitar ese chute de dopamina otra vez", explica García-Orea.

El resultado, por tanto, es un círculo vicioso: "Duermes mal, comes peor, haces menos ejercicio y tienes peor humor". Ahora bien, existe una manera, según explica la experta, de salir de este bucle, con una dieta hipocalórica bien pautada.

Según explica, lo que debemos hacer es aumentar la cantidad de proteína que comemos en las comidas para que sintamos más saciedad. "Te vas a encontrar mucho mejor, mucho más saciada y no vas a necesitar dejarlo. Es un plan para toda la vida", señala.

En cualquier caso, lo mejor que podemos hacer es que un nutricionista revise nuestros objetivos y nuestra situación personal. Este profesional se encargará de recomendarnos la cantidad adecuada de proteínas para bajar peso de forma saludable.

También podemos hacer otra cosa para mejorar los resultados de nuestra dieta: entrenamiento de fuerza. "Si mantienes músculo y comes de forma saciante, puedes sostener esa alimentación de por vida", explica la experta en dietas.

"Y, por supuesto, hay que mantener un déficit calórico si el objetivo es perder grasa. Las nueces, por ejemplo, son muy saludables, pero si te comes un paquete entero son unas 1.000 calorías. Además, sin reducir grasa, el músculo no se ve", sostiene.