El farmacéutico y divulgador Álvaro Fernández.

El farmacéutico y divulgador Álvaro Fernández.

Nutrición

Así puedes perder un kilo y medio en sólo 12 horas según el farmacéutico Fernández: "¡Qué barbaridad!"

La pérdida de peso sigue siendo una búsqueda incansable por parte de muchos. Sin embargo, no todo es lo que parece.

Más información: Una especialista en pérdida de peso advierte a España: "Reduce a la mitad el tiempo que pasas en el 'gym' y dedícalo a cocinar"

Publicada

En pocas horas, la báscula puede mostrarnos variaciones de peso de entre uno y hasta 3 kg de diferencia dependiendo de la situación y el momento del día en el que hayamos realizado dicho peso, sin que ello implique una pérdida real de grasa corporal.

Estas oscilaciones pueden deberse a multitud de circunstancias, y son más llamativas si cabe en el caso de las mujeres dependiendo del momento del ciclo menstrual en el que se realice el pesaje.

Recientemente, el farmacéutico y divulgador Álvaro Fernández (@farmacéuticofernandez) ha querido hablar sobre este tema en uno de sus últimos reels, basándose en un ejemplo personal: se fue de viaje y llegó a 'ganar' 6 kg de peso, pero posteriormente 'perdió' hasta 1,5 kg en apenas 12 horas de diferencia. Al menos, según su báscula. Pero, como él mismo explica, no todo es lo que parece.

Como explica el mismo farmacéutico, no todo el peso perdido es siempre en forma de grasa: "Un kilo y medio he perdido, ¡qué barbaridad! ¿Eso quiere decir que ya he adelgazado? Qué va, os lo voy a explicar. Como acabo de volver de hacer ejercicio y hacía mucho calor, he sudado un montón, así que todo ese líquido que he perdido ha dejado de pesar, pero en cuanto beba agua es peso que voy a recuperar. Y además he ido al baño después de dos días de bloqueo del tránsito intestinal [...] Así que no he adelgazado un kilo y medio en 12 horas, simplemente he soltado lastre y perdido líquidos".

La explicación del influencer es bastante clara: se pueden producir oscilaciones de uno o varios kilos de peso en pocas horas en relación al agua corporal, contenido intestinal e incluso niveles de glucógeno corporal. Y ninguno de estos casos implica pérdida de grasa, ni un 'efecto rebote' cuando dicho peso se recupera.

El sudor, la diuresis y reducir la ingesta de hidratos de carbono da lugar a una menor retención de líquidos corporal general.

Por su parte, reducir el glucógeno muscular y hepático también implica pérdida de agua, dado que por cada gramo de glucógeno se almacenan 3 gramos de agua; de ahí que una dieta baja en hidratos lleve a la reducción de varios kilos de peso en pocos días: no se trata de una pérdida de grasa, sino de líquido.

Además, el tránsito y la masa fecal también importa, dado que pueden representar entre 0.5 y 1.5 kg de diferencia en un adulto promedio.

En realidad, la pérdida de grasa real es un proceso más lento, y precisa de más constancia. De una forma u otra, la pérdida de grasa implica un déficit calórico mantenido a base de ajustes dietéticos y aumento de actividad física.

Además, cabe recordar que se requiere una mayor oxidación de ácidos grasos, un proceso metabólicamente lento que precisa más tiempo que el paso de unas horas o pocos días.

Por su parte, también cabe recordar otros posibles factores que pueden dar lugar a oscilaciones de peso: retención de sodio, cambios hormonales en relación al ciclo menstrual o bien en relación a una liberación constante de cortisol por estrés o sueño insuficiente, e incluso el uso de ciertos fármacos que se han relacionado con la ganancia o pérdida de peso.

Finalmente, tanto los cambios de estilo de vida como la búsqueda saludable de la pérdida de peso también requieren de una mente sana. En este aspecto, cabe puntualizar que no debemos generarnos falsas expectativas ni caer en la frustración por ver una alternancia constante en el peso.

Para evitarlo, la mejor recomendación es evitar la obsesión, y realizar pesajes con una frecuencia razonable, a nivel semanal o cada varias semanas, siempre en condiciones controladas, evitando haber realizado ejercicio intenso previo o comidas copiosas, entre otros posibles factores a tener en cuenta. Se trata de un proceso que requiere su tiempo y debe producirse en las mejores condiciones de salud posibles.