Miguel Assal, experto en primeros auxilios.

Miguel Assal, experto en primeros auxilios.

Nutrición

Miguel Assal, experto en primeros auxilios, advierte a España: "No bebas alcohol sin antes comer queso"

Beber alcohol, de cualquier tipo, es perjudicial para tu salud. Sin embargo, un estudio sugiere que el queso sería un factor protector frente al mismo.

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Desde hace años, la evidencia científica no deja de sugerir quecualquier consumo y cuantía de alcohol estarían contraindicadas en general. Sin embargo, es obvio que esta sustancia sigue estando presente en nuestra sociedad, especialmente en eventos sociales.

Por dicho motivo, se siguen estudiando posibles alimentos o factores protectores frente a su consumo, con especial hincapié en evitar daños a nivel orgánico.

En este aspecto, el conocido influencer Miguel Assal, médico de urgencias, habló recientemente sobre un estudio donde se relacionaría el consumo de queso y el consumo de alcohol, detectando que precisamente el queso parece ser un factor protector frente a los potenciales perjuicios del consumo de alcohol.

En este caso, Assal habla de un estudio publicado en el Journal of Functional Foods durante el pasado 2023, en el cual se analizaron los efectos del consumo de queso en ratas y su posterior reacción frente al alcohol.

Se estudiaron tres grupos de ratas: un grupo recibió un queso enriquecido con probióticos, concretamente Lactococcus lactis LB1022 y Lactiplantibacillus plantarum LB1418; el segundo grupo recibió un queso estándar sin probióticos, y el tercer grupo fue el grupo control (sin queso).

Como explica el mismo Assal en su reel de Instagram "No deberías, pero si bebes alcohol, deberías antes comer queso [...] Lo probaron con ratas alimentándolas con queso, y luego les dieron alcohol. El resultado: las que comieron queso tenían un 50% menos de alcohol en sangre que las que no lo hicieron".

Durante el estudio, las ratas recibieron alcohol etílico tras el consumo de queso, y se midieron sus niveles de etanol (alcohol) y acetaldehído en sangre en varios tiempos. Además, también se midieron las enzimas relacionadas con el metabolismo del alcohol, como la alcohol deshidrogenasa o ADH y la aldehído deshidrogenasa o ALDH, además de marcadores hepáticos como las conocidas transaminasas (GOT y GPT) y la expresión genética y proteica metabólica.

Como resultado, los investigadores observaron que las ratas que consumieron queso con probióticos mostraron reducciones significativas de etanol y acetaldehído en sangre, en comparación al grupo control y también al grupo del queso no-probiótico.

Además, también se detectó una mayor actividad de las enzimas relacionadas con el metabolismo del alcohol tras el consumo de este tipo de queso, y un menor daño en el tejido del hígado.

Cabe destacar, por otro lado, que el estudio no nombra porcentajes. No se indica qué porcentaje de alcohol se detecta en sangre, sino que hablan de "una reducción significativa" de estos niveles de alcohol. Si bien es cierto que en algunas mediciones sí se detecta hasta un 50% menos de alcohol en el grupo de ratas que consumen el queso con probióticos, no se detecta dicho porcentaje en todas las mediciones del estudio.

Por su parte, Assal comenta que la grasa y la proteína del queso podrían ser la explicación de su "protección" frente al consumo de alcohol, pero tampoco es algo que se especifique en el estudio.

Lo que realmente comentan los investigadores es que los probióticos parecen ser la clave, y también explican que tanto la acción de las enzimas metabólicas como los cambios en la expresión génica de las vías de metabolismo e inflamación podrían explicar estas reducciones de alcohol.

Si bien es cierto que la grasa y proteína del queso pueden proteger a los probióticos frente al tránsito digestivo, no serían estos macronutrientes los factores más destacables en este aspecto.

Así mismo, Assal también sugiere que "dicen que mejora la resaca, que protege tu hígado". Sin embargo, aunque el estudio detectó un menor daño hepático y un menor nivel de toxinas, en ningún momento se evaluaron síntomas de resaca, especialmente teniendo en cuenta que el estudio se realizó en animales y no en humanos.

Como conclusión final, cabe recordar que el estudio no carece de limitaciones: se realizó en animales, se usó un queso preparado específicamente con probióticos, se administró alcohol poco después de consumir queso y no se estudiaron diversos tiempos en este aspecto, y no se pudieron medir síntomas subjetivos como la mencionada resaca.

Además, no se analizó si el queso ralentiza la absorción a nivel intestinal del alcohol, sino que se estudiaron mecanismos metabólicos y celulares de forma específica.