Sandra Moñino (29 años), chef de comida sana, tiene la cena antiinflamatoria perfecta: "Por menos de 5 euros y sin cocinar"

Comer saludable, rápido y barato es posible. Se suele pensar erróneamente que prescindir de la cocina implica el consumo y abuso de ultraprocesados. Sin embargo, existen los llamados "procesados buenos", con el claro ejemplo de ello los botes de legumbres.

En este aspecto, la nutricionista especialista en cocina saludable Sandra Moñino ha querido compartir recientemente una idea fácil y rápida para elaborar un plato con beneficios antiinflamatorios de forma rápida, sana, y también económica. Por poco menos de 5 euros es posible prepararla para dos.

"Cogeremos una mezcla de ensaladas y le vamos a añadir una salsa de guacamole. Y como fuente de proteína vamos a utilizar el huevo, que puedes comprar los ya cocidos o directamente cocerlos en casa y aguantan hasta 4 días en la nevera. Ahora vamos a coger las patatas cocidas ya, porque esto ya lleva el almidón resistente, ya están enfriadas. Vamos a coger estas que van en un tarrito de cristal".

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El precio total de todos estos ingredientes ascendería a 4,96€, según explica Moñino. Y se trataría de una receta no solo económica, sino también fácil y rápida de preparar, dado que tan solo implicaría mezclar los ingredientes. Además, como también puntualiza la nutricionista al inicio de su reel, este plato poseería ciertos beneficios a nivel de microbiota intestinal.

Por un lado, la base de ensalada variada implicaría fibra soluble e insoluble, la cual implica un aporte de prebióticos y fitonutrientes como polifenoles y carotenoides. Todas estas sustancias han demostrado beneficios para la microbiota, además de potencial antioxidante y antiinflamatorio.

Por otro lado, el guacamole es una conocida fuente de ácidos grasos monoinsaturados, siendo el principal el ácido oleico, conocido también por su potencial antiinflamatorio y cardioprotector. Además, el guacamole también es rico en fibra prebiótica y antioxidantes como la luteína, habiéndose relacionado su consumo con una mayor y mejor diversidad de la microbiota intestinal.

Por su parte, el huevo duro o huevo cocido aportaría proteína de calidad de alta biodisponibilidad, además de ser un alimento rico en colina (precursor de la acetilcolina), además de luteína y zeaxantina. Estas últimas sustancias se han relacionado con beneficios tanto a nivel hepático como cognitivo.

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Finalmente, tenemos la patata cocida y ya enfriada. En este caso Moñino ha elegido un buen procesado, dado que la patata ya ha pasado por este proceso de cocción y la podemos adquirir en tarro de cristal lista para su consumo, aunque si tenemos tiempo también podemos tenerla previamente cocida en casa y dejándola enfriar con tiempo.

Este alimento es rico en carbohidratos complejos y almidón resistente tipo 3 (tras su enfriado), siendo esta última sustancia un conocido prebiótico que colabora en la producción de ácidos grasos de cadena corta como el ácido butírico o butirato. De nuevo, se trataría de una sustancia antiinflamatoria para nuestra microbiota.

En conclusión, se trata de una receta rápida, fácil, económica y rica en nutrientes antiinflamatorios y beneficiosos para nuestra microbiota, pudiendo colaborar también en un mejor control de enfermedades basadas en la inflamación crónica de bajo grado, como el síndrome metabólico, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares en general.