El pan de molde y la margarina son alimentos ultraprocesados.

El pan de molde y la margarina son alimentos ultraprocesados. PublicDomainPictures - Pixabay

Nutrición

Del pan de molde al queso de untar: los alimentos comunes que disparan el cáncer de pulmón hasta en no fumadores

No solo resultan perjudiciales por los ingredientes insanos que contienen, sino que su consumo desplaza a los alimentos frescos y saludables.

Más información: El 'superalimento' odiado en España que protege contra el cáncer de colon y recomienda Harvard

Paolo Fava
Publicada
Actualizada

El cáncer de pulmón es el más común en todo el mundo. Se estima que cada año se registran 2,2 millones de nuevos casos y 1,8 millones de muertes a nivel global, con el tabaquismo como principal factor de riesgo, seguido de la exposición a la contaminación ambiental. Un gran estudio señala ahora a un tercer culpable: los alimentos ultraprocesados (AUP).

Según la investigación publicada en la revista respiratoria Thorax, los múltiples procesos de elaboración a los que se someten los AUP y las largas listas de aditivos y conservantes se relacionan con un aumento del riesgo de sufrir varias enfermedades. Los investigadores indagaron en el presente estudio si esto incluía al cáncer de pulmón.

El equipo recopiló datos de los Ensayos de Detección de Cáncer de Próstata, Pulmón, Colorrectal y Ovario (PLCO) de EE.UU., una gran cohorte de 155.000 participantes de entre 55 y 74 años. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de cribado o de control entre noviembre de 1993 y julio de 2001. Se hizo seguimiento de los diagnósticos de cáncer hasta finales de 2009 y a las muertes por cáncer hasta finales de 2018.

Se seleccionaron finalmente 101.732 hombres y mujeres con una edad promedio de 62 años, que completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria al ingresar al ensayo. Los alimentos se clasificaron en cuatro grupos: 1) no procesados o mínimamente procesados; 2) con ingredientes culinarios procesados; 3) procesados; y 4) ultraprocesados.

Los investigadores marcaron una serie de alimentos como ultraprocesados, entre ellos algunos aparentemente inocuos como el pan de molde o el queso de untar que, en función de su producción industrial, pueden caer en esta categoría.

Otros AUP identificados fueron los helados, precocinados, patatas fritas y snacks salados, cereales de desayuno, fideos y sopas instantáneos, salsas, margarina, bollos, refrescos, zumos, hamburguesas, perritos calientes y pizzas, tanto las pedidas a domicilio como las congeladas.

Los tres tipos de alimento más consumidos, con una frecuencia media de tres veces al día, fueron los fiambres (11%), refrescos 'sin azúcar' (7%) y refrescos descafeinados (7%). A lo largo de 12 años, se diagnosticaron 1.706 nuevos casos de cáncer de pulmón.

Los casos de cáncer fueron más frecuentes entre quienes consumían más ultraprocesados: 495 personas enfermaron de entre 25.434, por 331 de entre 25,433 para los que menos tomaban. Tras ajustar factores como el tabaquismo y la calidad general de la dieta, los participantes en el cuartil más alto de consumo de AUP tenían un 41% más de probabilidades de cáncer.

Aunque la proporción de cánceres no fue excesiva, los autores subrayan que la baja calidad nutricional de los AUP y las cantidades excesivas de azúcar, sal y grasas que contienen es un factor de riesgo. "El aumento del consumo de estos alimentos impulsa el incremento global de la obesidad, enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos, cáncer y mortalidad, ya que estos alimentos son factores de riesgo confirmados para esas condiciones", escriben.

No solo eso: una alta proporción de ultraprocesados en la dieta desplaza a alimentos saludables como granos integrales, frutas y verduras, cuya capacidad protectora contra el cáncer está comprobada. "El procesamiento industrial altera la matriz de los alimentos, afectando la biodisponibilidad y absorción de nutrientes, y también genera contaminantes dañinos", añaden.

Es el caso de la acroleína, presente en salchichas a la parrilla y caramelos, y que es un componente tóxico del humo de cigarrillos. Los materiales de empaquetado también podrían transmitir esos contaminantes. "Si se establece la causalidad, limitar la tendencia global de consumo de AUP podría contribuir a reducir la carga del cáncer de pulmón", concluyen.