Saúl Sánchez, nutricionista.

Saúl Sánchez, nutricionista.

Nutrición

Saúl Sánchez, nutricionista: "Si le echas jengibre al café en España, tendrás menos infecciones respiratorias"

Lo más común es tomarlo solo, con leche o con miel, pero existen otras combinaciones menos habituales que pueden aportar beneficios sorprendentes al organismo.

Más información: Marta González-Corró, médica, avisa a España: "Tomar café nada más levantarte dispara la ansiedad y altera tus hormonas"

Publicada
Actualizada

Para muchas personas, el café es un ritual sagrado. En nuestro país, el 63 % de la población adulta -unos 22 millones de personas- declara consumir al menos una taza al día, según el último informe de hábitos elaborado por la cadena Café & Té. Para muchos, es un gesto rutinario, casi automático. Pero lo que pocos saben es que ese café matutino puede cambiar radicalmente sus efectos dependiendo de lo que se le añada. Más allá de gustos, estas combinaciones tienen un impacto directo sobre el metabolismo.

Sobre ello ha hablado en un breve vídeo el nutricionista Saúl Sánchez, donde repasa cómo ciertos ingredientes más o menos comunes pueden modificar los efectos del café en nuestra salud:

Canela. "Si a tu café le echas canela, conseguirás reducir el nivel de azúcar en sangre", dice Sánchez. Esta observación está respaldada por la ciencia, ya que se ha comprobado que la canela puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a controlar los niveles de glucosa después de las comidas.

Cacao. Una combinación poco habitual pero prometedora: "Si le echas cacao, lograrás reducir el tiempo en la toma de decisiones". El motivo está en los flavonoides del cacao puro, que favorecen el flujo sanguíneo cerebral y pueden mejorar el rendimiento cognitivo en tareas que requieren agilidad mental. Eso sí, debe ser cacao del bueno, el amargo y concentrado, no el que viene mezclado con azúcar.

Leche y miel. Es una mezcla más clásica, pero no por ello menos interesante. "Si le añades leche y miel, te vas a recuperar mejor después de un esfuerzo deportivo", señala el nutricionista. La leche aporta proteínas y carbohidratos que ayudan a la recuperación muscular, mientras que la miel funciona como una fuente rápida de energía.

Jengibre. Aparece en la lista como un aliado del sistema inmune. "Con jengibre tendrás menos infecciones respiratorias", afirma Sánchez. Esta raíz se ha utilizado tradicionalmente por sus propiedades antiinflamatorias y por su efecto positivo frente a infecciones virales leves.

Polvo de remolacha. Otra opción poco convencional. "Con polvo de remolacha reducirás tu presión arterial", explica. Esto se debe a su contenido en nitratos naturales, que ayudan a dilatar los vasos sanguíneos y favorecen una mejor circulación.

Café solo. Incluso sin añadidos, el café también tiene efectos positivos. “Si te lo tomas solo, tu apetito tardará más en volver a aparecer”, dice Sánchez. La cafeína, en sí misma, puede actuar como supresor del apetito durante un tiempo, aunque su efecto varía según la persona.

Saludable solo o acompañado

Aunque muy querido, durante años, el café ha arrastrado una mala fama un tanto injustificada. Se le acusaba de elevar la tensión arterial, alterar el ritmo cardíaco o incluso aumentar el riesgo cardiovascular. Pero las investigaciones más recientes han dado la vuelta a esta percepción. Hoy sabemos que consumido con moderación puede tener un efecto protector frente a distintas enfermedades.

Según la Fundación Española del Corazón, consumir entre tres y cinco tazas al día se asocia a un menor riesgo de mortalidad. “Lo que se ha podido comprobar es la asociación entre el consumo del café y una mayor longevidad”, explican desde la entidad, aunque matizan que no se puede hablar aún de una relación de causa-efecto directa.

La clave parece estar en su riqueza en polifenoles, antioxidantes naturales que protegen las células frente al daño oxidativo. Según esta misma fundación, el café ocupa el sexto lugar entre los alimentos con mayor capacidad antioxidante, solo por detrás de frutas como las moras o los arándanos. “Los alimentos ricos en antioxidantes tienen la propiedad de disminuir los efectos perjudiciales de los radicales libres en las células, con lo que retrasan su envejecimiento”, explican.

Además, la cafeína, consumida con moderación, tiene efectos positivos sobre el rendimiento cognitivo, la concentración y el estado de alerta. También puede mejorar el ánimo, como recoge una revisión sistemática reciente que sugiere un posible efecto protector frente a la depresión, aunque los expertos piden cautela a la hora de establecer conclusiones firmes.

Eso sí, hay que evitar el exceso. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda no superar los 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a unas tres o cuatro tazas. Desde la Academia Española de Nutrición y Dietética recuerdan que conviene moderar el consumo, ya que otras bebidas como refrescos y energéticas también aportan cafeína y pueden hacer que se supere ese umbral sin darnos cuenta.