El endocrino Francisco Óscar Rosero

El endocrino Francisco Óscar Rosero

Nutrición

Francisco Rosero, endocrino: "Comer esta fruta en España ayuda a perder peso y combate la resistencia a la insulina"

Incluir en nuestra dieta alimentos como el mango puede ayudar para cuidar la salud y prevenir enfermedades metabólicas.

Más información: Ni 10.000 pasos ni gimnasio: el agua que apenas tomamos en España y ayuda a adelgazar según la ciencia

Publicada

La preocupación de los expertos por las cifras de sobrepeso y obesidad en el mundo es de sobra conocida. Desde hace tiempo, las alertas de estos profesionales copan titulares y noticias. Algunas previsiones señalan que para 2050 más de la mitad de los adultos y un tercio de los niños y adolescentes de todo el mundo vivirán con sobrepeso u obesidad. Esta situación ha llevado a que muchas personas busquen soluciones rápidas y efectivas para controlar su peso corporal. Dietas milagrosas, medicamentos e incluso cirugías están a la orden del día.

Sin embargo, no todo el mundo consideraría que comer una fruta tan común como el mango podría ofrecer beneficios significativos en este aspecto. Precisamente esta idea ha sido planteada por el endocrino Francisco Rosero en su cuenta de Instagram, donde ha explicado cómo el consumo regular de mango podría favorecer el control del peso corporal y mejorar la sensibilidad a la insulina.

Para darle más autoridad a su afirmación, el especialista recurre a la ciencia. Según un estudio, un grupo de personas con sobrepeso que recibían dos porciones de mango al día durante 12 semanas, "redujo los niveles de insulina basal de forma significativa. Además, comer mango mejoró la sensibilidad a la insulina y, por si fuera poco, estimuló el funcionamiento de las células beta del páncreas, encargadas de producir insulina", añade el especialista.

Sobre cómo se producen estos beneficios, el endocrino detalla que "muy probablemente, el consumo de mango activa un gen poderosísimo. Cuando tenemos menos estrés oxidativo, nuestro cuerpo funciona mejor. Además, el aporte de fibras y otros micronutrientes del mango resulta beneficioso para la salud".

Además de todo lo anterior, Rosero añade un motivo más. Tal como explica, optar por el mango como snack saludable es una excelente decisión para evitar productos industrializados poco nutritivos. "Comer mango ayuda muchísimo a mejorar la sensibilidad a la insulina, un factor clave si quieres controlar tu peso", concluye de forma clara y directa.

Unos resultados interesantes

El estudio al que hace referencia Rosero, desarrollado por el Instituto de Tecnología de Illinois y publicado en la revista Nutrients, ha revelado que el consumo diario de dos porciones de mango puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir sus niveles en adultos con sobrepeso u obesidad. La doctora Indika Edirisinghe, autora principal, afirma que "añadir mangos frescos a la dieta puede ser una forma sencilla y agradable de favorecer una mejor función de la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2".

La investigación, realizada con 48 participantes de entre 20 y 60 años, comparó el consumo de mango con el de un alimento de control calórico durante cuatro semanas. El grupo que consumió mango mostró una mejora significativa en la función del páncreas y una reducción en la resistencia a la insulina, sin aumento de peso. En cambio, el grupo de control sí registró un incremento ligero pero significativo en su peso corporal.

Estos resultados refuerzan el valor del mango como opción saludable frente a otros alimentos dulces con similar aporte calórico. A pesar de su contenido natural de azúcar, no afectó negativamente ni al peso, ni al colesterol, ni a los niveles de inflamación, lo que lo convierte en un alimento con potencial cardiosaludable y beneficios metabólicos.

Múltiples beneficios

El mango, fruto tropical originario del noroeste de India, ha ganado popularidad en España en los últimos años. Aunque su consumo era muy bajo hace apenas una década, ha aumentado considerablemente gracias a su sabor y su perfil nutricional. Y no es extraño, por cada 100 gramos, contiene 59 kilocalorías, casi 15 gramos de hidratos de carbono, y pequeñas cantidades de grasa, proteína, calcio, fósforo y magnesio.

Con estas cifras, una pieza de mango de unos 200 gramos cubre la cantidad diaria recomendada de vitamina C y aporta el 60% de la vitamina A en forma de betacaroteno, además de ser una de las frutas con mayor contenido en vitamina E. Su riqueza en minerales como el potasio y el magnesio contribuye a la salud ósea y muscular, regula la presión arterial y previene calambres.

Es también rica en ácidos orgánicos como el tartárico y el málico, que favorecen el equilibrio ácido-base del organismo, y enzimas digestivas similares a la bromelina de la piña, que facilitan la digestión. Todo ello lo convierte en una fruta de fácil asimilación con acción antioxidante y beneficios para el sistema inmunológico.