El investigador Dan Ehninger. DZNE.

El investigador Dan Ehninger. DZNE.

Nutrición

Dan Ehninger, neuropsicólogo: "El ayuno intermitente aumenta el deseo y la frecuencia de apareamiento pese a la edad"

Los cambios hormonales inducidos por el ayuno "compensan con creces las limitaciones fisiológicas propias de la edad".

Más información: El factor oculto que aumenta el atractivo de los hombres para las mujeres: en el aroma está la clave

P. Fava
Publicada

Investigadores del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) han determinado que realizar ayuno en ciclos de 24 horas durante seis meses aumenta el deseo en ratones macho al reducir la concentración cerebral del neurotransmisor serotonina. Este efecto, tal y como se publica en Cell Metabolism, se relaciona con una deficiencia inducida por la dieta del triptófano, un aminoácido precursor que debe obtenerse a través de los alimentos.

El doctor Dan Ehninger, líder del grupo de investigación en DZNE y autor principal del estudio actual, explica que su enfoque son los efectos del ayuno en el envejecimiento. "Utilizando ratones como modelo, investigamos los mecanismos biológicos subyacentes. Nuestro objetivo es obtener información que también pueda ser relevante para los humanos", recoge Europa Press.

El equipo de Ehninger quería examinar cómo el ayuno afecta a la descendencia de los ratones macho. Sin embargo, descubrieron que los ratones machos de edad avanzada, -individuos mayores según los estándares humanos- que habían ayunado durante períodos prolongados produjeron un número inusualmente grande de crías.

Contrariamente a las hipótesis iniciales, este fenómeno no se debió a los efectos del ayuno en los órganos reproductivos ni al estado endocrino de los animales. Los cambios relacionados con la edad en los testículos, la reducción de la calidad del esperma y los niveles más bajos de testosterona, por ejemplo, pesaban en contra de una alta fertilidad.

"Finalmente, nos dimos cuenta de que era una cuestión de comportamiento. Los machos en ayunas tuvieron significativamente más contactos sexuales que los ratones que podían comer libremente. En otras palabras, estos animales tuvieron una frecuencia de apareamiento inusualmente alta. Su comportamiento de apareamiento compensó con creces las limitaciones fisiológicas propias de la edad".

Estos ratones fueron sometidos a un tipo específico de ayuno intermitente. Se les permitió alimentarse ad libitum durante 24 horas, seguidas de 24 horas con acceso exclusivo a agua. Durante el régimen de ayuno, los machos permanecieron juntos sin contacto con las hembras. Posteriormente, se les presentó a hembras criadas sin restricciones dietéticas.

Al investigar las causas, la atención se centró en los neurotransmisores que influyen en la conducta sexual. Algunos tienen un efecto estimulante, mientras que otros actúan como inhibidores. Entre los ratones macho sexualmente activos, un factor sobresalió: la serotonina, un mensajero químico generalmente asociado con efectos inhibidores, se encontraba en niveles inusualmente bajos.

En general, los ratones en ayunas consumieron casi un 15% menos de calorías que los animales del grupo de control. Esto también se aplica, en líneas generales, a su ingesta de triptófano. No ha quedado claro si la reducción de los niveles de serotonina está relacionada con el régimen de alimentación específico o por la restricción calórica general. "Los mensajeros químicos también desempeñan un papel importante en la regulación del comportamiento sexual en humanos. Esto aplica en particular a la serotonina", afirma Ehninger.

Esto se aprecia en el uso de ISRS, una clase de antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina. Un posible efecto secundario es la reducción de la libido. Por el contrario, se sabe que niveles bajos de serotonina promueven el deseo sexual. "En vista de esto, considero muy plausible que el ayuno pueda influir en el deseo sexual en humanos, posiblemente no solo en hombres sino también en mujeres, ya que la serotonina también afecta su libido".

"La falta de deseo sexual no se percibe necesariamente como un problema, pero algunas personas la padecen. Esta condición se conoce como 'trastorno del deseo sexual hipoactivo' y afecta particularmente a los adultos mayores. El ayuno podría ser un complemento útil a las opciones de tratamiento existentes", concluye Ehninger.