Imagen del mostrador de una pescadería.

Imagen del mostrador de una pescadería. iStock

Nutrición

Este es el truco desconocido para que el pescado congelado no pierda su sabor

La subida de precio del pescado fresco ha provocado que más personas lo compren congelado; sin embargo, este proceso puede alterar el sabor final.

12 junio, 2023 02:02

El pescado es un alimento que ofrece numerosos beneficios para la salud debido a su contenido nutricional, especialmente a los ácidos grasos omega-3. Estos beneficios incluyen ser una fuente de proteínas completas para construir y reparar tejidos, promover la salud cardiovascular al reducir los triglicéridos y prevenir la formación de coágulos.

También mejora la función cerebral y previene enfermedades neurodegenerativas, actúa como antiinflamatorio natural y proporciona vitaminas y minerales esenciales como las vitaminas del grupo B, yodo, selenio y zinc.

Teniendo en cuenta semejante lista de beneficios, es normal que el pescado forme parte de la dieta mediterránea y que esta, a su vez, sea reconocida por su impacto positivo sobre el organismo. También se debe a los abundantes recursos pesqueros en la región mediterránea y a la tradición culinaria arraigada en estos países.

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El pescado fresco junto a los mariscos, alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros, aceite de oliva y frutos secos, junto con una ingesta moderada de productos lácteos, huevos, aves de corral; son componentes esenciales de la dieta mediterránea. Sin embargo, en vista del aumento en el precio del pescado, muchas personas están optando por comprarlo congelado en lugar de fresco. Un proceso que puede alterar el sabor final del pez.

Cómo mantener el sabor

Para evitar este problema, teniendo en cuenta además que el pescado no es precisamente un alimento muy barato, en primer lugar, es crucial mantener la cadena del frío intacta para evitar la contaminación y preservar todos los nutrientes. Para lograrlo, se recomienda utilizar una bolsa térmica al transportarlo desde el supermercado hasta casa.

Aunque comúnmente se piensa que el pescado fresco es más nutritivo, la ultracongelación es capaz de mantener prácticamente inalterables todos los nutrientes, al tiempo que reduce la exposición a posibles contaminaciones por parásitos como el anisakis. Además, la variedad de cortes disponibles en el pescado congelado permite utilizar la cantidad necesaria y guardar el sobrante para futuras ocasiones.

Al descongelar este alimento, uno de los errores más frecuentes es dejarlo a temperatura ambiente. Esto provoca la pérdida de agua y con ello, la jugosidad, además de aumentar el riesgo de contaminación bacteriana. Para descongelarlo adecuadamente, se recomienda colocar la pieza en la parte menos fría de la nevera, sobre una rejilla con un recipiente debajo para recoger el agua procedente de la descongelación. De esta manera, el pescado no quedará sumergido en agua y conservará su sabor perfecto al momento de cocinarlo.

Aquí es donde entra en juego un truco casero para que el pescado congelado recupere su sabor característico. Una vez que esté completamente descongelado, basta con sumergirlo en un recipiente con leche durante aproximadamente una hora antes de cocinarlo, tal y como explica José Luis Rodríguez, tecnólogo de alimentos.

Posteriormente, se ha de secar el pescado con papel absorbente y aliñarlo con un poco de limón para potenciar su jugosidad. De esta forma, el pescado congelado adquirirá un sabor suave, evitando el fuerte olor que puede desprender al cocinarlo.

Distintos tiempos de conservación

Si bien es cierto que el pescado fresco tiene un sabor natural que se pierde durante el proceso de congelado y descongelado, gran parte de ese sabor se puede recuperar si se siguen estas recomendaciones adecuadas.

Es importante destacar, según subraya el experto, que el pescado congelado debe ser descongelado lentamente dentro del refrigerador, ya que hacerlo a temperatura ambiente provoca la formación de cristales de hielo que afectan negativamente la jugosidad y textura del pescado. Al descongelarlo en la parte menos fría del refrigerador, se permite que el proceso sea gradual y controlado, como se ha señalado unas líneas más arriba.

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Además de preservar el sabor, es esencial seguir buenas prácticas de congelación para asegurar la calidad del pescado. Si se adquiere pescado fresco y no se consume de inmediato, se recomienda lavarlo, eliminar los restos de sangre y escamas, secarlo y cortarlo en porciones antes. Puede envolverse en una bolsa de congelación o colocarse en un recipiente con tapa.

Es fundamental tener en cuenta que cada tipo de pescado tiene diferentes tiempos de conservación en el congelador. Los pescados grasos, como el salmón, se mantienen bien congelados durante dos o tres meses, mientras que los pescados blancos pueden conservarse entre seis y ocho meses.