Entre una copa de vino y una de cerveza hay distintos grados de resaca.

Entre una copa de vino y una de cerveza hay distintos grados de resaca.

Nutrición Análisis

Estas son las 9 bebidas alcohólicas que más (y que menos) resaca provocan

Los congéneres, una sustancia química que se produce durante la fermentación y destilación del alcohol, son los responsables.

3 enero, 2023 11:17

Para un buen cuidado de la salud, el consumo de alcohol está totalmente desaconsejado, aunque la OMS y otras sociedades científicas mantengan su habitual consejo de hacerlo "con moderación". El problema es que esto tampoco se respeta, porque la ingesta de bebidas etílicas, en general, se caracteriza por su falta de moderación, lo que da al capítulo siguiente: la resaca.

Náuseas, dolor de cabeza, mareo y un sinfín de síntomas sobreañadidos dependiendo del consumidor suelen caracterizar estos fatídicos episodios. Lo que aún no se conoce totalmente el porqué y cómo de las resacas.

Evidentemente, las resacas se producen a raíz del consumo de alcohol y sus efectos a nivel cerebral, pero "cómo" se producen no está tan claro. Una de las dudas que ronda este tema, por ejemplo, es por qué hay bebidas que causan más estragos, teniendo la misma graduación.

Pues bien, la respuesta está en los congéneres, una sustancia química que se produce durante la fermentación y destilación del alcohol. Cada bebida se procesa de una manera distinta, por lo que, en algunas, estas sustancias abundan más. Según Joris Verster, investigador de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), este es el motivo por el que unas bebidas son más dañinas al día siguiente que otras.

El brandi, el 'ganador'

De hecho, el experto ha trazado una guía, publicada en la revista Alcohol and Alcoholism, con aquellas que, en base a diversos estudios, son peores para la resaca. De menos a más son: alcohol diluido en zumo de naranja (mimosa, por ejemplo), cerveza, vodka, ginebra, vino blanco, whisky, ron, vino tinto y brandi. 

Todas ellas están hechas a base de alcohol etílico o etanol el único apto para consumo humano, aunque sea tóxico, dado que se sabe que produce un gran estrés oxidativo a nivel celular y provoca respuestas inflamatorias que afectan a las neuronas. 

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Además, cuando el etanol se metaboliza y se convierte en acetaldehído, el efecto tóxico es aún mayor. Este metabolito circula en pequeñas cantidades por la sangre. Sin embargo, no se sabe cómo se metaboliza a nivel cerebral. En un principio no hay diferencias entre los niveles máximos de acetaldehído y la gravedad de la resaca.

Si bien, por el contrario, se sabe que el acetaldehído se acumula fácilmente a nivel celular y es posible que su baja circulación sea un "engaño", y que realmente esté acumulado. De hecho, existen personas con variantes genéticas que metabolizan menos esta sustancia y son, precisamente, los más proclives a las resacas, algo que indicaría que sí hay relación entre acetaldehído y resaca.

Depresión e inflamación

El acetato también se ha relacionado con la resaca. La administración de esta sustancia en ratas da lugar al dolor de cabeza y su producción se ha asociado con mayores niveles de adenosina, dando lugar a una depresión del sistema nervioso central. Sin embargo, aún hay falta de evidencia al respecto.

Etanol, acetaldehído o acetato, se trata de tres sustancias que forman parte de la misma cadena metabólica. Las tres parecen tener cierta responsabilidad en la resaca, pero se desconoce cómo. Lo que se sospecha es que, en gran parte, los síntomas de la resaca se deben a la inflamación y estrés oxidativo que se producen en el cerebro y otros tejidos tras el consumo de etanol y sus sucesivos metabolitos.

Por otro lado, también existe la hipótesis de que el alcohol saca al organismo de la homeostasis, dado que la resaca se asocia con diversos cambios hormonales y metabólicos, posibles causantes de la fatiga y las alteraciones cognitivas.

Por su parte, está la duda sobre por qué la resaca sólo ocurre cuando la concentración de alcohol en sangre se reduce. Una de las explicaciones es que el alcohol también tiene potencial analgésico y su alta concentración podría enmascarar sus daños, los cuales se notarían cuando el alcohol es expulsado del organismo. Por otro lado, se especula que la resaca se produce por el mismo daño causado por el alcohol, pero que dicho daño necesita cierto tiempo para producirse.

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También está el factor de la deshidratación, que empeora la resaca y puede provocar síntomas similares a la misma, como dolor de cabeza, deterioro cognitivo y fatiga, pero no es la causante esencial de la misma resaca. Sí que, junto a las alteraciones del sueño que provoca el alcohol y su toxicidad, se podría explicar, en conjunto, la resaca, pero aún falta evidencia al respecto.

Remedios con evidencia

Respecto a la mejor forma de prevenir la resaca, está el no consumir alcohol. Si ya se ha obviado ese paso, el hecho de hidratarse convenientemente y dormir bien serían las mejores opciones.

La cafeína, por su parte, no ha demostrado acelerar la recuperación. Lo que sí se sabe es que esta sustancia (y cualquier estimulante) compensan en cierta forma la sensación de aturdimiento asociados a la resaca. No obstante, se trata de situaciones temporales y de corta duración, por lo que no sería recomendable.

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Respecto al consumo de alimentos o suplementos dietéticos que, supuestamente, aceleran el metabolismo del etanol y previenen el mencionado estrés oxidativo, la evidencia es prácticamente inexistente y de mala calidad. Si la hay, en cambio, uso de fármacos analgésicos antiinflamatorios, que ha demostrado ayudar a nivel sintomático, reduciendo el dolor de cabeza.

En última instancia, cabe recordar que la "moderación" no está bien definida ni estudiada, pero poco más de 1 g de etanol por kilogramo de peso corporal es suficiente para preducir resaca. Además, se debe señalar que este cálculo no depende del peso corporal total, sino del peso de agua total (La grasa corporal retiene mucha menos agua que el tejido muscular, por lo que no será un buen amortiguador paras este proceso).

La velocidad a la que se bebe y el tipo de bebida también importan: beber más despacio y evitar los licores de alta graduación puede ayudar. Además, la comida ralentiza la absorción de alcohol y su concentración máxima alcanzada en sangre, aunque, como se ha señalado inicialmente y se debe recalcar, la mejor forma de eludir la resaca es evitar cualquier consumo de alcohol.