Una bandeja de magdalenas.

Una bandeja de magdalenas. iStock

Nutrición

Cuatro alternativas a las magdalenas que recomiendan los nutricionistas

Las magdalenas son uno de los desayunos favoritos de los españoles, pero, por desgracia, no se deberían consumir todos los días.

8 junio, 2022 03:28

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Las magdalenas son uno de los alimentos que más nos trasladan a la infancia: esponjosas, dulces y doradas. Eso sí, de saludables no tienen nada y, por eso, no deberíamos tomarlas todos los días de desayuno o de merienda. Sin embargo, su fama es indiscutible: podemos decir sin miedo a equivocarnos que las magdalenas son los bollos más famosos de España. Por eso, decirles adiós en nuestra dieta diaria puede hacerse muy difícil.

Eso sí, no es una despedida absoluta: si habitualmente llevamos a cabo una dieta saludable no debería pasar nada por comer magdalenas esporádicamente y sin darnos un atracón. Entonces, si no podemos tomar bollos y galletas en el desayuno todos los días si queremos llevar una dieta saludable, ¿qué deberíamos desayunar? Sobre esta comida existen muchos mitos y, en realidad, no existe un desayuno modélico que debamos tomar a diario.

Siempre hemos pensado que para desayunar hay que tomar un café, cacao soluble o leche con un zumo y algo dulce: una tostada, un bollo, unos cereales… Sin embargo, los expertos señalan que, en realidad, esta comida del día debería parecerse más a las demás. Por esta razón, muchos de ellos recomiendan unos garbanzos o unas sardinas en lata. O, incluso, nada en absoluto: "No es imprescindible desayunar, la que te obliga es la industria alimentaria", explicó el dietista-nutricionista Julio Basulto en este artículo de EL ESPAÑOL.

¿Buenas magdalenas?

Por desgracia, no existen versiones de magdalenas saludables porque para realizarlas se necesita una gran cantidad de harina, azúcar y grasas y, por eso, son tan calóricas. Si consultamos los ingredientes de algunas de las magdalenas más conocidas del supermercado encontramos que algo más del 30% está formado por harinas refinadas, más del 25% por azúcar y más del 20% por grasas vegetales. La suma de todos sus ingredientes aportan 432 kilocalorías por cada 100 gramos.

Al tratarse de un producto tan calórico, superar la cantidad diaria recomendada de calorías es más fácil. Por esta razón, aumenta el riesgo de desarrollar obesidad, pero también de diabetes tipo 2. Esto se debe a que tienen una gran cantidad de harinas refinadas —que se descomponen rápidamente en azúcares más sencillos— y azúcar añadido, lo que hace que tengan un índice glucémico muy alto. Lo mejor es evitar su consumo diario.

Recientemente han aparecido en el mercado las magdalenas de Realfooding, la marca comercial de alimentos del nutricionista Carlos Ríos. A pesar de que en su paquete se puede leer que son 100% integrales, fuente de fibra y que utilizan aceite de oliva virgen extra, los expertos no las consideran tampoco recomendables por contener también azúcares, almidón y aditivos. Aunque estos últimos son seguros, indican que se trata de un producto procesado; de hecho, según el Realfooding, un alimento ultraprocesado se identifica por tener más de cinco ingredientes y estas magdalenas tienen 17.

Tostadas, cereales y fruta

¿Qué alternativas saludables proponen los nutricionistas para el desayuno? Probablemente, el desayuno más parecido a lo que habitualmente tomamos son las tostadas; eso sí, de pan integral. Este tipo de pan es uno de los productos saludables que pueden sustituir a las magdalenas. Ahora bien, es importante untarlas con algo que también sea saludable: como el tomate triturado, la crema de cacahuetes —la que lleva un 100% de esta legumbre—, guacamole o hummus, estas dos últimas mezclas mejor si son caseras.

Un sustituto habitual de las magdalenas son los cereales del desayuno, pero, por desgracia, también suelen ser malos para la salud. Ahora bien, los copos de avena integrales sí que son muy saludables y, además, muy baratos. La principal queja que reciben es que no tienen demasiado sabor, pero esto se puede compensar añadiendo fruta o frutos secos a nuestro cuenco del desayuno.

De hecho, estos dos últimos alimentos pueden ser un desayuno en sí mismo. La fruta es un tipo de alimentos que debe estar muy presente en nuestra dieta y el desayuno es un momento ideal para incorporarlas. Eso sí, debemos tomar la fruta entera y no en zumo para que sus beneficios se mantengan intactos. Los frutos secos también son un alimento muy importante para nuestra dieta, pero que nos cuesta incluir. Tienen un perfil muy interesante de grasas cardiosaludables y de proteínas vegetales.

Así que ya sabes, si quieres hacer tus desayunos diarios más saludables las tostadas de pan integral, los cuencos de avena, las frutas y los frutos secos pueden ser cuatro opciones válidas y que no se encuentran muy distantes de los desayunos más tradicionales.