Un vaso con un refresco azucarado.

Un vaso con un refresco azucarado. iStock

Nutrición Hábitos

Esto es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas refrescos todos los días

Tomar refrescos todos los días, incluso aquellos que contienen edulcorantes sin calorías, se relaciona con la obesidad y sus enfermedades asociadas.

11 octubre, 2021 00:28

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Mantener un correcto nivel de hidratación es importante para la salud y la bebida perfecta para conseguirlo es el agua. Sin embargo, aunque este líquido es insípido, no le gusta a todo el mundo y muchas personas en España optan por bebidas con sabor para calmar la sed. Los refrescos, en este sentido, son una de las opciones más populares, pero también una de las más peligrosas para nuestra salud.

La mayoría de refrescos del supermercado tienen un índice glucémico muy alto porque constan, básicamente, de agua carbonatada y azúcares añadidos. Esto significa que se relacionan con la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Los refrescos se toman muchas veces junto a un menú de comida basura o en el cine junto a un gran cubo de palomitas, lo que no hace más que incrementar un consumo excesivo de calorías.

De todas formas, actualmente los refrescos están por todas partes e, incluso, se consumen en casa, entre horas y cualquier día de la semana. Por tanto, no es extraño que haya personas que tomen refrescos a diario. Es posible que muchos piensen que, si el refresco que toman no tiene azúcar, no existe ningún problema para la salud. Sin embargo, esto no es cierto: los edulcorantes que contienen se relacionan con ciertas dolencias.

Síndrome metabólico

El altísimo índice glucémico de los refrescos provoca que, después de consumirlos, se produzca un pico de glucosa en sangre. Para combatirlo, el cuerpo segrega rápidamente altas cantidades de insulina y esta acción puede tener riesgos para la salud. Uno de los más graves es que nuestro cuerpo termine por desarrollar resistencia a la acción de la insulina y, por tanto, una diabetes. Sin embargo, no es el único problema que representa.

El consumo de azúcar se relaciona con la acumulación de grasa corporal y, al final, con el sobrepeso y la obesidad. El exceso de grasa, y sobre todo alrededor de la cintura, es uno de los rasgos característicos del síndrome metabólico que es un grupo de factores que condiciona a padecer la anteriormente citada diabetes tipo 2, pero también enfermedades del sistema cardiovascular. El síndrome metabólico también afecta a otros órganos.

Uno de los más dañados es el hígado. Este órgano es capaz de metabolizar multitud de sustancias que ingerimos y, entre ellas, el azúcar. Sin embargo, cuando se manifiesta la enfermedad del hígado graso, el procesamiento del azúcar se debilita. En fases avanzadas del hígado graso, esta condición puede tener graves consecuencias para la salud. Como explica este artículo de EL ESPAÑOL, los expertos se encuentran preocupados por el incremento de esta dolencia en poblaciones cada vez más jóvenes.

Edulcorantes peligrosos

Los refrescos, además, empeoran la salud del cerebro debido al efecto de los azúcares libres, según este otro artículo de EL ESPAÑOL. "Las dietas ricas en azúcar pueden conducir a un deterioro cognitivo que predisponga a trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer". Además, la hipertensión, vinculada a la ingesta habitual de bebidas azucaradas, es uno de los principales factores de riesgo de los accidentes cerebrovasculares como ictus.

De todos los riesgos que tienen las bebidas azucaradas para la salud, el más conocido es, posiblemente, la aparición de caries en los dientes. Pero, además, los ácidos que contienen los refrescos y el gas carbónico debilitan las capas más superficiales de los dientes. Los refrescos con edulcorantes sin calorías afectan al estado de la microbiota intestinal, lo que repercute en la salud general y, también, en la absorción de algunos nutrientes. La mejor bebida para hidratarse es, por tanto, el agua. De todas formas, el agua con gas puede ser un sustituto de los refrescos azucarados sin poner en riesgo nuestra salud.