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    El azúcar oculto

    El azúcar es, desde hace tiempo, uno de los ingredientes habituales que utiliza la industria para que los alimentos tengan un mejor sabor. Así, es más que habitual encontrar azúcares libres en una amplia variedad de productos que, por su naturaleza, no deberían incorporarlos. La Organización Mundial de la Salud lleva años alertando sobre un problema que está directamente relacionado con la epidemia de sobrepeso y obesidad que sufren muchos países y del que se derivan otras enfermedades como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas e incluso el cáncer. 

    La OMS, de hecho, recomienda que la ingesta de azúcares libres tanto en niños como en las personas adultas no supere el 10% de la ingesta total. Si conseguimos reducirla al 5%, se podrían obtener beneficios para la salud. Es decir, en una dieta de 2.000 calorías, menos de 25 gramos de azúcar (algo así como seis terrones). Sin embargo, lo cierto es que es más que habitual que excedamos esa cantidad debido a que hay muchos alimentos que contienen azúcar añadido entre sus ingredientes, incluso sin ser alimentos dulces. 

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    Yogur desnatado

    El yogur es un alimento saludable, con numerosos beneficios para la salud, que la industria ha acabado pervirtiendo. Hace un par de años, un estudio publicado en la revista BMJ Open advertía que el contenido de azúcar de la amplia mayoría de yogures que encontramos en el supermercado excede la cantidad recomendada y que no son tan saludables como parecen. Los productores han sabido ingeniárselas para crear variedades de yogur, como los destanatados, que juegan con conceptos como la grasofobia

    Lo cierto es que la grasa del yogur o de la leche, pese a ser saturada, no representa ningún problema para la salud, según algunos estudios. En cambio, la cantidad de azúcar que suelen incluir para darles sabor, que puede llegar a los 20 gramos por unidad, sí que lo es.

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    Barritas de cereales

    Las barritas de cereales, cuyo consumo en principio estaba destinado a deportistas pero que ha acabado extendiéndose a otros grupos de población, son otro de esos productos que están rodeados por un halo saludable y están lejos de serlo. Las hay de chocolate, con frutas como el plátano, e incluso de yogur. El común de los mortales piensa que a través de ellas podemos obtener un chute de energía. Sin embargo, sus perjuicios superan a los beneficios y la gran mayoría excede la cantidad de azúcar recomendable debido a que esconden jarabes de glucosa e ingredientes similares. 

    "La gente suele tomárselas para conseguir un chute inmediato de energía al hacer deporte, pero no son tan sanas como se piensa ni comparables al aporte que nos puede dar un plátano o unos frutos secos", advertía Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra, en otro artículo de EL ESPAÑOL.

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    Bebidas para deportistas

    Las bebidas isotónicas o bebidas para deportistas siempre han sido utilizadas como herramienta para reponer líquidos y minerales. De hecho, su consumo se ha popularizado entre el común de los mortales y entre personas sedentarias. Sin embargo, tal y como explicamos en este mismo diario hace algún tiempo, recomendar este tipo de refrescos azucarados no tiene ninguna base científica (tampoco para el tratamiento de la gastroenteritis). 

    "La enorme cantidad de azúcar que contiene obliga al cuerpo a liberar agua para compensar ese desequilibrio y esto puede dar lugar a una diarrea osmótica por la liberación de agua en la luz intestinal", explicaba a EL ESPAÑOL el dietista-nutricionista Daniel Ursúa, que aseguraba que esto podía provocar que acabásemos aún más deshidratados.

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    Zumo natural

    El zumo natural es otro de esos alimentos que hemos tomado toda la vida en distintos momentos y que pensábamos que era una maravilla para nuestro organismo. Nada más lejos de la realidad: exprimir una naranja y tomarnos un vaso de zumo perjudica nuestra salud. El motivo no es otro que la cantidad de azúcar que se libera durante este proceso y la cantidad de fibra que se pierde al desdeñar la matriz de la fruta. 

    Así, se trata de un alimento que no sólo puede provocar un aumento de peso, sino que también ha sido relacionado con el cáncer. Según un estudio publicado en la revista BMJ, el consumo habitual de bebidas azucaradas -entre ellas el zumo nautral- aumenta sobremanera las probabilidades de sufrir esta enfermedad.