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    Una ayuda más allá de dejar el tabaco

    Pocas veces hemos atendido tanto a la salud de los pulmones como en este momento. Las personas con asma, con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), con enfisema pulmonar o, incluso, que han padecido una neumonía recientemente, han experimentado la pandemia del coronavirus con un plus de temor por contagiarse al tratarse de un microorganismo que carga contra el sistema respiratorio.

    Sobre el mantenimiento de la salud pulmonar sabemos algunos aspectos básicos: debemos evitar fumar y el aire contaminado de las ciudades no viene nada bien. Sin embargo, nos puede resultar curioso que la nutrición también juega un papel importante en el correcto funcionamiento de estos órganos. Los alimentos antiinflamatorios y antioxidantes son, en este sentido, de gran ayuda.

    La gran mayoría de ellos destacan por ser alimentos de origen vegetal, sobre los que debe basarse nuestra dieta. Es importante destacar que es importante que nuestra dieta general sea saludable. Llevar una dieta poco nutritiva y consumir esporádicamente productos saludables no reportará los mismos beneficios para nuestro cuerpo. A continuación, 5 alimentos bueno para la salud de nuestros pulmones.

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    Las manzanas

    Desde hace siglos, los humanos hemos asociado el consumo de esta fruta con una buena salud. La manzana contiene una buena proporción de agua, pero también de azúcares y de fibra, por lo que cuenta con bajo índice glucémico. Cada 100 gramos de esta fruta contienen sólo 53 kilocalorías y, por eso, es un snack perfecto: quita el hambre y no motiva el sobrepeso.

    Las manzanas, sin embargo, ocultan algo más. La Fundación Española de Nutrición (FEN) explica que esta fruta contiene una gran cantidad de flavonoides, un compuesto químico con un gran poder antioxidante. El portal norteamericano Healthline cita dos estudios en los que se han observado beneficios para ex fumadores en el consumo de manzanas.

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    El té

    El consumo de estas infusiones se ha asociado a una esperanza de vida mayor, según se explica en este artículo de EL ESPAÑOL. Los tés solos no tienen valor energético, es decir, no aportan ninguna kilocaloría. Sólo suponen energía si se combinan con leche o se les añade azúcar. Sin embargo, no debemos pensar que no aportan nada a la salud.

    La FEN asegura que el té es muy rico en flavonoides y el verde, en concreto, en un tipo de ellos conocido como catequinas. "Poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y se ha demostrado que inhiben la fibrosis y contribuyen la cicatrizar tejidos", explica Healthline basándose en este estudio.

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    El aceite de oliva

    Nuestro famoso oro líquido es uno de los alimentos más codiciados en todo el mundo. Se sabe que es beneficioso para la salud cardiovascular, que es uno de los mejores para freír porque aguanta altas temperaturas sin perder propiedades y, también, es una buena fuente de esos compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.

    En concreto, el aceite de oliva contiene polifenoles y vitamina E. Este estudio que aporta Healthline se llevó a cabo con 871 personas y se observó que aquellas que consumían una mayor cantidad de aceite de oliva tenían un menor riesgo de padecer asma. De hecho, el portal anglosajón reconoce que la dieta mediterránea ha probado tener beneficios en la salud de ex fumadores.

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    El yogur natural

    Pese a que muchos de nosotros terminamos nuestras cenas con un yogur de postre, no todos valen. Es el natural de toda la vida, sin añadirle una cucharada de azúcar, el que aporta beneficios para nuestra salud. Uno de ellos, es el refuerzo de la flora intestinal, una comunidad de microorganismos que repercute en la salud general.

    Pero, además, los yogures contienen una buena cantidad de minerales. Destacan entre ellos el calcio, el potasio, el selenio y el fósforo, cuatro elementos que se han relacionado estrechamente con un efecto protector frente al riesgo de padecer EPOC, según explica Healthline con este estudio.

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    Las anchoas

    En una lista de alimentos saludables no puede faltar el pescado azul. Se trata de una fuente de proteínas de muy buena calidad y que, además, cuenta con un plus para la salud: las grasas que contienen son cardiosaludables. Las anchoas, en concreto, son especies de pez muy pequeñas y, por eso, cuentan con la ventaja de acumular poco mercurio.

    La relación entre las anchoas y la salud pulmonar se encuentra en su contenido en minerales y grasas. Al igual que el yogur, las anchoas cuentan con una buena proporción de calcio y selenio, además de hierro. La presencia de ácidos grasos omega-3 en estos pescados ha demostrado recientemente que reduce los síntomas de la EPOC, según explica Healthline aportando este estudio.