El atún es uno de los alimentos más ricos en vitamina D.

El atún es uno de los alimentos más ricos en vitamina D.

Nutrición

Cáncer: la vitamina clave que puede protegerte contra uno de los más habituales

Un nuevo estudio sugiere que mantener unos niveles óptimos de vitamina D podría ser beneficioso para la prevención del cáncer de colon.

16 junio, 2020 02:01

Noticias relacionadas

La vitamina D, o "vitamina del Sol", sigue siendo una sustancia de estudio polémica, dado que algunos trabajos la ensalzan como crucial frente a determinados tipos de enfermedades, mientras que otros niegan taxativamente tal potencial. Además, aún existe la creencia equivocada de que los países más expuestos a la luz solar, como sería el caso de España, no pueden presentar déficit o falta de vitamina D. Sin embargo, poseer suficiente exposición solar ambiental no lo es todo: en España existe un claro déficit de vitamina D.

Ahora, un nuevo estudio vuelve a analizar el potencial de la vitamina D como factor protector. En este caso, los investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental, cuyo trabajo se ha publicado recientemente en la revista Seminars in Cancer Biology, sugiere que mantener unos niveles adecuados de vitamina D podría prevenir diversos tipos de cáncer, e incluso mejorar su pronóstico. Concretamente, destacaría el potencial de la vitamina D en el cáncer de colon y los cánceres sanguíneos (como la leucemia).

Según los investigadores, el profesor Carsten Carlberg de la Universidad de Finlandia Oriental y el profesor Alberto Muñoz de la Universidad Autónoma de Madrid, la alta capacidad de respuesta a la vitamina D se relacionaría con un menor riesgo de sufrir cáncer, y dicha capacidad variaría entre personas, lo que afectaría a la necesidad final de tomar suplementación.

Hasta hace solo unos años, los usos de la vitamina D se relacionaban con la salud ósea. Sin embargo, los últimos trabajos han hallado una relación significativa entre la vitamina D y el sistema inmune y sus efectos anticancerígenos, unos efectos que vuelven a objetivarse en esta revisión. 

En este caso, destacan, dichos efectos anticancerígenos estarían mediados precisamente por células inmunes como los monocitos o las células T. Además, la vitamina D tiene influencia en la expresión y regulación epigenética de numerosos genes.

Según la misma revisión, los estudios que se han centrado en los efectos de la vitamina D en diferentes tipos de cáncer, proporcionando evidencia sólida en cuanto a beneficios se refiere en el mencionado cáncer colorrectal y los cánceres sanguíneos, como leucemias y linfomas. Se sabe que la vitamina D es importante para la diferenciación de las células sanguíneas, y también en el camino de las células madre adultas de tejidos que se regeneran rápidamente, como las células de colon o piel: un déficit grave de vitamina D podría aumentar el riesgo de que estas células no acaben de diferenciarse hacia sus estadios finales y que, contrariamente, acaben convirtiéndose en células cancerosas con un crecimiento descontrolado.

Por su parte, en otros tipos de cáncer, como el de mama o próstata, los niveles bajos de vitamina D (medido como 25-hidroxivitamina D en sangre), aumentarían el riesgo de sufrir dichos cánceres, y empeorarían su pronóstico. Sin embargo, la suplementación con vitamina D no habría demostrado reducir la mortalidad por cáncer en los ensayos clínicos controlados. Pero, según los autores, los efectos reales de la suplementación podrían demostrarse de forma más específica si se estratificase a los pacientes dependiendo de su capacidad individual para responder a la vitamina D, dado que se sospecha que hay una gran variabilidad entre individuos.

De hecho, según trabajos realizados por el equipo del profesor Carlberg, se sabe que la respuesta a la vitamina D a nivel molecular o la sensibilidad a la toma de suplementos de la misma puede variar significativamente. Solo en Finlandia, hasta el 25% de la población sufre una respuesta reducida a la vitamina D, precisando dosis más altas de este micronutriente en forma de suplementos para alcanzar beneficios clínicos. Se espera, por otro lado, que los individuos "grandes respondedores" obtengan un efecto protector a partir de dicha suplementación. 

Por tanto, como conclusión, los investigadores sugieren que mantener buenos niveles de vitamina D sería beneficioso como prevención general del cáncer; sin embargo no hay evidencia suficiente de su utilizar como tratamiento del mismo. Y, además, dicho efecto protector no sería igual para todos: depende de la sensibilidad a la vitamina D, y de su activación a nivel molecular.