Con la colaboración de:

Nutrición

Leche ecológica, de pastoreo, de bienestar animal… ¿en qué se diferencian?

La preocupación por el medioambiente y el bienestar de las vacas ha dado lugar a nuevas certificaciones para clasificar el origen de la leche.

27 marzo, 2019 11:07

La leche es uno de los alimentos que nunca ha faltado en las neveras españolas. En los últimos años, además, la diversidad del mercado ha fomentado la aparición de innumerables variantes de este alimento. Una de las formas más recientes para clasificar la leche, por ejemplo, es teniendo en cuenta el cuidado del animal, es decir, su alimentación, su bienestar y su calidad de vida. 

Así han surgido nuevas certificaciones como la leche de pastoreo o leche certificada en bienestar animal, que se suman a la certificación europea, existente desde hace más de 15 años, de leche ecológica. Para el consumidor, estos términos pueden llegar a ser confusos si no se conocen las condiciones de producción que se establecen para cada tipo de leche. ¿Cuáles son las diferencias entre leche ecológica, leche de pastoreo y leche de bienestar animal? ¿Cuál es mejor?

Logotipo del 'sello ecológico' de la UE.

Logotipo del 'sello ecológico' de la UE.

La leche de producción ecológica, con más de una década en las estanterías de los supermercados españoles, es la que más tiempo lleva en el mercado. También es la única que se rige estrictamente por el ‘Reglamento sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos’, una certificación a nivel europeo que puede identificarse por el sello de agricultura ecológica de la UE, una hoja verde que asegura al consumidor el origen y la calidad del producto.

Las leches clasificadas como de pastoreo -en las que se reivindica que las vacas pastan al aire libre- o certificadas en bienestar animal son mucho más recientes, carecen de normativa legal y en muchas ocasiones certifican lo que ya está regulado por ley en una leche convencional. Cuentan con un certificado que se da a expensas de Welfare Quality, un sistema europeo que evalúa la alimentación, el alojamiento, la salud y el comportamiento de las vacas, si bien el título suele proceder de organismos privados.

La alimentación de las vacas

Una de las razones de la aparición de este tipo de leches es la creciente preocupación en la sociedad por el bienestar de los animales en las granjas y las prácticas ganaderas sostenibles. Respecto al primer punto, para valorar la calidad de vida de las vacas se debe tener en cuenta su alimentación, su manejo y los tratamientos veterinarios que reciben.

En las leches de pastoreo existe un mínimo de alimentación en libertad durante 5 horas al día y 150 días al año, pero ésta y las leches de bienestar animal utilizan una alimentación convencional a base de piensos en los que están permitidos los OGM (organismos genéticamente modificados). Las vacas de producción ecológica, por el contrario, se alimentan de pastos, forrajes y piensos de producción 100% ecológica (los OGM están prohibidos). Además, para el tratamiento del suelo en el que pastorean estas vacas, no se permite el uso de plaguicidas, herbicidas o insecticidas, que sí se permiten en las leches de pastoreo y de bienestar animal.

Por otro lado, en la ganadería ecológica, referente al pastoreo en libertad del animal, está garantizado todos los días del año salvo condiciones climáticas adversas. Para asegurar un espacio amplio para el pasto a cada animal, se ha fijado un máximo de dos vacas por cada hectárea de terreno. Este límite es de 2,5 vacas en el caso de las leches catalogadas de pastoreo.

El cuidado del animal

Mientras se encuentre en la granja, el ganado de producción ecológica debe disponer de establos con un mínimo de 6m² por animal y una zona de ejercicio -espacio descubierto y sin empajar donde el animal pueda moverse libremente- de al menos 4,5m². En las leches certificadas de bienestar animal también se garantiza un espacio amplio y confortable para la vaca, mientras que en las de pastoreo no hay referencias a este asunto.

En cuanto al uso de tratamientos veterinarios con antibióticos -utilizados generalmente para la prevención de enfermedades habituales en la lactancia-, están permitidos en toda la producción lechera (incluido pastoreo y bienestar animal) excepto en la ecológica; donde además se prohíbe su uso preventivo, no en casos de tratamiento. Asimismo, si se ha recurrido a los antibióticos, para descartar su presencia en la leche ecológica se establece un tiempo de cuarentena superior al utilizado en el resto de producciones -aunque este tiempo es totalmente seguro y suficiente para eliminar la presencia de los antibióticos en el animal.

Para estimular la producción de leche, a menudo se recurren a tratamientos hormonales, cuyo uso queda totalmente prohibido, únicamente, en el caso de la leche ecológica. Además, en la leche de esta categoría se respeta el período seco, es decir, el tiempo natural que debe transcurrir entre el parto y la nueva inseminación de la vaca (entre 40 y 60 días), mientras que en el resto de leches no se especifica.

La sostenibilidad de las prácticas ganaderas

Las regulaciones para el cuidado del animal y la producción de leche también suponen un gran esfuerzo y una considerable inversión económica para el sector ganadero. Cada vez más se apuesta por la sostenibilidad de la ganadería debido a su duro impacto sobre el medioambiente. En este sentido, las leches de pastoreo y bienestar animal proceden de explotaciones ganaderas tradicionales en las que se han hecho ciertas modificaciones para cumplir los estándares de bienestar animal, pero su huella medioambiental sigue siendo prácticamente la misma.

La leche ecológica, por otro lado, requiere que las explotaciones ganaderas realicen un proceso de reconversión que dura dos años y tras el cual pueden ser certificadas como granjas de producción ecológica. Una apuesta de futuro que no sólo involucra a los ganaderos, sino que necesita el apoyo de todos los implicados. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en Puleva, que con su apuesta ecológica apoya a los ganaderos durante este curso tanto a nivel económico como a través de asesoramiento técnico, forjando así una fuerte alternativa de futuro para sus explotaciones.

Conociendo el origen de la leche y las condiciones bajo las que se encuentran los animales, la leche ecológica se coloca como la alternativa más completa en cuanto al cuidado integral de la vaca, la sostenibilidad medioambiental y oportunidades de desarrollo para el ganadero. Aúna los criterios de bienestar animal presentes en el resto de leches y se encuentra bajo una legislación más estricta, demostrando que, entre tanto mensaje alrededor del bienestar animal, es vital conocer las particularidades de cada uno para comprar con responsabilidad.