Vista del barranco del Poyo, en la localidad de Paiporta, este martes

Vista del barranco del Poyo, en la localidad de Paiporta, este martes Kai Forsterling EFE

Meteorología

La paradoja de las lluvias en España: cae un 8,9% menos de agua que hace 50 años pero los aguaceros aumentan un 360%

Las precipitaciones que se han registrado estos días en el país son el claro ejemplo de lo que advierten los expertos: está cambiando la forma de llover.

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La borrasca Gabrielle ha dejado precipitaciones sin precedentes en varios puntos de la Península y Baleares. En algunas comunidades se han superado incluso los 150 litros por metro cuadrado en apenas unas horas.

Estas precipitaciones tan intensas son el claro ejemplo de lo que ya están advirtiendo los expertos: en España está cambiando la forma de llover.

La tendencia que se observa apunta a periodos de sequía que son cada vez más largos; por otro lado, los días en los que llueve lo hace en gran cantidad.

La intermitencia entre ambos episodios en nuestro país será mayor, como augura Josep Roca, investigador de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en conversación con EL ESPAÑOL.

Menos precipitaciones, más intensas

Roca es autor de un estudio, publicado este año, en el que se ha analizado la evolución de las temperaturas y precipitaciones en toda España desde 1971 hasta 2022.

Los resultados de este trabajo coinciden con los obtenidos en otro reciente informe en el que participa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Ambos prevén que en España se reducirá la cantidad de precipitación que recibe en promedio a lo largo del año. En este siglo, de hecho, ya se ha experimentado la mayor secuencia de sequías severas en los últimos 150 años.

Los episodios de lluvias extremas, en cambio, irán en aumento. Si continúa la tendencia de calentamiento experimentada en los últimos años, se espera que en 2025 se produzca una reducción de las precipitaciones de entre un 14% y un 20%.

Esta caída de las lluvias totales ya se ha constatado en las últimas décadas; entre 1971 y 2022, ha sido del 8,9%, como señala el citado estudio.

En él también se advierte que la intensidad de las lluvias torrenciales (aquellas en las que se acumulan 60 l/m2 o más en una hora) ha aumentado en un 360% en casi 50 años.

Para Roca, este cambio "se debe claramente al cambio climático". Una de las principales consecuencias es el incremento de la temperatura del mar Mediterráneo, que "genera una mayor probabilidad de lluvias torrenciales".

Precisamente uno de los análisis rápidos que se publicaron tras la dana del 29 de octubre apuntaban al cambio climático como factor que había intensificado este tipo de episodios extremos.

El elaborado por la World Weather Attribution, una iniciativa integrada por expertos climáticos de todo el mundo, sugería incluso que las lluvias intensas de un solo día son un 12% más fuertes y el doble de probables que en la era preindustrial.

Hacia un nuevo clima

Si la tendencia se mantiene, el estudio de los investigadores de la UPC estima que el territorio peninsular e insular con clima mediterráneo típico pasaría del 24,4% al 10,1% para el periodo 2040-2060.

El clima mayoritario pasaría a ser el estepario, que se caracteriza por escasas precipitaciones y temperaturas medias inferiores a 18 ºC. Esto no impediría, explica Roca, que de forma puntual no haya una tendencia progresiva a precipitaciones cada vez más intensas.

Por su parte, el meteorólogo de eltiempo.es Roberto Granda se muestra algo más escéptico: "Aunque hay estudios que apuntan a que la frecuencia de las precipitaciones está variando en España, no hay nada concluyente aún".

Recuerda que nuestro clima mediterráneo se caracteriza por episodios secos intercalados con cortos episodios húmedos. Esta realidad se vuelve más notable cuanto más al este de la Península estemos.

En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, las lluvias suelen ser más esporádicas pero mucho más intensas. "La zona más afectada por las lluvias torrenciales es la vertiente mediterránea; en especial, Valencia, Murcia y el sur de Cataluña", añade Roca.

Si se observa la máxima precipitación diaria registrada en las estaciones meteorológicas de estas tres comunidades, la valenciana es la que copa la lista de las 10 primeras.

La de Turís, con 710 l/m2, es la que registra el dato más alto por la dana del 29 de octubre. Y a excepción de la segunda (San Javier Puerto, en Murcia, con 330 l/m2), todas ellas se han producido desde 2019.

Aquel año precisamente fue en el que más máximas se registraron, con un total de 32; seguido de 2020 y 2022, con 15 y 9, respectivamente.

En 2025 se han registrado un total de cinco máximas de récord (Villafranca del Panadés, Adzaneta, Totana, Caravaca de la Cruz y Murcia Aeropuerto). Ya ha igualado a la cifra del pasado año.

Aún es pronto para afirmar con rotundidad que estos valores históricos se superarán en los próximos años. "No hay una conclusión clara", comenta Granda.

"En precipitaciones", prosigue, "se indican tendencias a grandes rasgos sobre si lloverá más o menos, pero no sobre su intensidad".

No descarta, eso sí, que ante una mayor subida de temperaturas, el agua precipitable disponible sea mayor (debido al calentamiento de mares y océanos). Y este incremento podría favorecer que haya lluvias más intensas.