Tornados en la superficie de Marte. ESA/TGO/CaSSIS

Tornados en la superficie de Marte. ESA/TGO/CaSSIS

Investigación

Remolinos de polvo, el temible desafío para aterrizar en Marte que la Agencia Espacial Europea busca sortear

Estas rachas de viento pueden alcanzar los 158 km/h, pero la débil atmósfera marciana lleva a que tengan poca capacidad destructiva.

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P. Fava
Publicada

Las claves

Los remolinos de polvo en Marte representan un desafío para la llegada de módulos de aterrizaje y rovers, ya que pueden afectar la visibilidad y el funcionamiento de los paneles solares.

Investigadores han rastreado estos torbellinos utilizando una red neuronal y han catalogado 1.039 imágenes, lo que permite entender mejor su ubicación y comportamiento en Marte.

Los torbellinos alcanzan velocidades de hasta 158 km/h, superando las predicciones actuales y sugiriendo que son más comunes durante la primavera y el verano en Marte.

La información recopilada ayudará a planificar futuras misiones a Marte, evitando temporadas de tormentas globales de polvo y optimizando la limpieza de paneles solares en los rovers.

Los rovers y las sondas que orbitan Marte llevan años documentando la presencia de remolinos de polvo. Por primera vez, el equipo de Valentin Bickel en la Universidad de Berna (Suiza) ha logrado rastrearlos por la superficie marciana, catalogando las velocidades y direcciones de lo que ahora se considera como verdaderos torbellinos.

"Los remolinos de polvo vuelven visible el viento normalmente invisible", ilustra Valentin. "Al medir su velocidad y dirección de desplazamiento, hemos comenzado a cartografiar el viento en toda la superficie de Marte. Esto era imposible antes porque no teníamos suficientes datos para realizar este tipo de medición a escala global". El estudio se publica en Science Advances.

Esto es relevante porque el polvo puede bloquear el Sol para mantener las temperaturas diurnas más frías, y actuar como una manta que conserva el calor durante la noche. Además, las partículas de polvo pueden ser el punto de inicio para la formación de nubes, mientras que las tormentas de arena pueden hacer que incluso el vapor de agua escape al espacio.

A diferencia de la Tierra, donde la lluvia limpia el aire, el polvo puede permanecer en la atmósfera de Marte durante mucho tiempo, siendo arrastrado por todo el planeta. Por ello, para comprender mejor el clima marciano, los científicos indagan cuándo, dónde y cómo se elevan estos remolinos desde la superficie hacia la atmósfera.

En este nuevo trabajo, los investigadores entrenaron una red neuronal para reconocer torbellinos y analizaron imágenes tomadas por Mars Express desde 2004 y por ExoMars TGO desde 2016. De este modo elaboraron un catálogo de 1.039 imágenes de remolinos de polvo.

El mapa obtenido muestra la ubicación de todos los torbellinos y la dirección del movimiento de 373 de ellos. Confirma que, aunque se encuentran en todo Marte —incluso en sus altos volcanes—, muchos torbellinos se forman principalmente en regiones de origen. Por ejemplo, muchos se agrupan en Amazonis Planitia, una vasta zona cubierta por polvo y arena fina.

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Al rastrear la velocidad de los torbellinos, los investigadores determinaron que los vientos alcanzaban hasta 158 km/h en superficie. No obstante, el aire marciano es tan delgado que un ser humano apenas notaría una ráfaga de 100 km/h, precisan los autores.

Los investigadores también descubrieron que, en la mayoría de los casos, los torbellinos se movían más rápido de lo que predecían los modelos meteorológicos actuales de Marte. Además, los torbellinos son más comunes durante la primavera y el verano de cada hemisferio. Ocurren normalmente durante el día, entre las 11:00 y las 14:00 horas solares, y duran unos 10 minutos.

"La información sobre la velocidad y dirección de los vientos es muy importante para planificar la llegada de futuros módulos de aterrizaje y rovers a Marte", menciona Valentin. "Nuestras mediciones podrían ayudar a los científicos a comprender las condiciones del viento en el lugar de aterrizaje antes de llegar al suelo, lo que permitiría estimar cuánto polvo podría depositarse sobre los paneles solares de un rover y con qué frecuencia deberían limpiarse".

Se prevé que el rover ExoMars Rosalind Franklin aterrice en Marte en 2030, y esta información determina que habrá que evitar temporada de tormentas globales de polvo. Valentin destaca que "este catálogo de rastros de torbellinos de polvo ya es público. Se están añadiendo más registros, ya que Mars Express y ExoMars TGO capturan nuevas imágenes cada día".

"Ahora que sabemos dónde suelen aparecer los torbellinos, podemos dirigir más observaciones hacia esos lugares y momentos exactos. También estamos coordinando las misiones para que tomen imágenes de los mismos torbellinos al mismo tiempo, de manera que podamos comparar las mediciones de movimiento y validar los datos", concluye.