Investigadores del CNIO en su centro.

Investigadores del CNIO en su centro. Cedida

Ciencia

El epicentro de la crisis del CNIO: la avería de la instalación nuclear que desembocó en el despido del denunciante

EL ESPAÑOL accede a la carta de despido del denunciante del desfalco en el centro y las alegaciones hechas por este.

Más información: Malestar en el Patronato del CNIO: convocado tres veces sin conocer la carta que alertaba a Ciencia de contratos dudosos

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Las claves

Una avería en la central de extinción de incendios de la Instalación Radiactiva Central del CNIO en julio de 2025 desencadenó la apertura de un expediente y el posterior despido del director de operaciones, quien había denunciado una presunta trama corrupta en el centro.

La denuncia presentada ante la Fiscalía Anticorrupción señala adjudicaciones irregulares, contratos inflados y conflictos de interés, involucrando a empresas vinculadas a antiguos empleados y al exgerente Juan Arroyo.

El proceso de reparación de la avería implicó la contratación de una empresa sospechosa de conflicto de intereses y sobrecostes, lo que generó controversia interna y fue uno de los motivos alegados en el despido del denunciante.

El despido del denunciante y la responsable de Compliance ha provocado quejas internas y reuniones extraordinarias del patronato del CNIO, mientras el caso sigue siendo objeto de auditoría y revisión por parte de organismos oficiales.

En la madrugada del jueves 10 de julio de 2025 se averió la central de extinción de incendios de la Instalación Radiactiva Central del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

En esta infraestructura están contenidos los isótopos radiactivos que los investigadores utilizan para sus estudios en células y tejidos vivos. No sería hasta finales de agosto que volvería a entrar en funcionamiento.

El hecho derivaría en un expediente y el posterior despido de un cargo del centro. El cargo que había denunciado, solo unos días antes, la presunta trama corrupta en el seno del CNIO.

Una trama que, según su denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción, habría adjudicado suministros y servicios e inflado contratos a varias empresas vinculadas a extrabajadores del centro cuyo nexo sería su exgerente.

Para cerrar el círculo, una de estas empresas aparece en la trama de la avería de la Instalación Radiactiva Central, que precipitaría la salida del denunciante.

EL ESPAÑOL ha accedido tanto a la carta de despido como a las alegaciones realizadas por el denunciante, que ha acudido a los tribunales para declarar nulo este despido.

Este acusa al exgerente y actual vicedirector de Asuntos Económicos, Juan Arroyo, de estar detrás de la trama que habría esquilmado los fondos del CNIO durante años, sumando más de 20 millones de euros.

Del otro lado, personal del centro que apoya a Arroyo —que fue destituido como gerente el pasado enero junto a la anterior directora científica, María Blasco— acusa al denunciante de querer vengarse del centro por no haber sido elegido gerente interino.

Este llevaba, desde diciembre de 2024, recopilando información sobre distintas prácticas fraudulentas, como cobrar por servicios no realizados o limitar los contratos a cantidades justo por debajo de los límites que exigirían un mayor fiscalización de las adjudicaciones.

Siendo director de operaciones del centro, tenía acceso a esta información y habría puesto en conocimiento de Arroyo estas dudas, a las que este no daría importancia.

En enero de 2025 Arroyo fue destituido. El cargo de gerente, hasta que se eligiera a alguien para el puesto mediante concurso, pasó a manos de Maribel Salido, persona de confianza del anterior ocupante del puesto.

En marzo, el denunciante elevó una carta expresando sus dudas al secretario de Estado de Ciencia, Juan Cruz Cigudosa. No hubo acuse de recibo.

La tensión en el CNIO no hizo más que aumentar. El denunciante, todavía director de operaciones, puso la denuncia a Anticorrupción el 27 de junio.

El episodio central de esta tensión fue la avería en la instalación nuclear. El 10 de julio, una avería grave en la central de extinción de incendios dañaba su parte electrónica y agotaba el agente extintor.

Ese mismo día, se autoriza a restablecer este sistema contratando un proveedor para el agente extintor. El lunes 14 de julio se envían dos propuestas.

Una de ellas es de Eiffage, una de las empresas sospechosas en la trama denunciada. Da la casualidad que uno de los implicados en la decisión de compra desde el CNIO es trabajador de dicha empresa.

Además, la opción de Eiffage incluía un sobrecoste del 20%. Ambas alegaciones son planteadas por el director de operaciones.

Reunión de urgencia

En los correos electrónicos a los que ha accedido EL ESPAÑOL, también se habla de que la empresa solo cubriría el suministro, pero no los servicios de desmontaje, montaje y puesta en servicio de los sistemas.

La respuesta de la gerencia es que no había conflicto de intereses porque "la intervención del personal de la contrata ha sido meramente administrativa", el margen del 20% es "razonable y habitual para este tipo de trabajos" y que incluía la puesta en servicio de la instalación.

El 16 de julio, según la carta de despido, el comité de adquisiciones (formado por, entre otros, Juan Arroyo y Maribel Salido) insta a realizar el pedido "indicando que expresamente que resultaba intolerable no haber adoptado ya una acción inmediata al respecto".

Arroyo convocaba una reunión de urgencia ese mismo día a la que el director de operaciones y denunciante declinaría ir. En las alegaciones que expuso indica que no se advirtió de la gravedad del asunto.

Solo se advertiría de ello el día 17, una semana después del incidente, en la que todo se precipita y se insta a llegar a un acuerdo "a la mayor brevedad posible".

Ese mismo día es cuando se hablaría por primera vez de la posible clausura de la instalación, que se decretaría finalmente el lunes 21.

En las alegaciones presentadas por el denunciante —amparado en el anonimato por la ley de protección del informante— se indica que no se entiende por qué no se clausuró inmediatamente la instalación de forma cautelar en lugar de esperar 11 días.

La Instalación Radiactiva Central del CNIO permanecería así aproximadamente un mes. Fuentes del centro explican que la instalación se usa poco y que no ralentizó investigación alguna porque se encontraban en verano.

En ese periodo de tiempo, el centro abrió un expediente sancionador al director de operaciones.

El comité de empresa del centro, así como parte de los jefes de grupo y directores de programa, elevó una queja por ese expediente sancionador.

Mientras tanto, el denunciante elevó una nueva carta al secretario de Estado de Ciencia (número 2 del ministerio que dirige Diana Morant). Esta vez sí dio acuse de recibo y la remitió a la comisión delegada del patronato del CNIO.

De nada sirvió: el 30 de agosto, el director de operaciones era despedido, junto a la responsable de Compliance.

El patronato del CNIO, formado por representantes de los ministerios de Ciencia y Sanidad, agencias públicas de investigación, comunidades autónomas y vocales privados, se ha reunido desde entonces dos veces.

En esas reuniones, según comentaron fuentes cercanas al patronato a EL ESPAÑOL, no se dio cuenta de la carta en poder del secretario de Estado de Ciencia y solo se informó de la apertura de dos expedientes disciplinarios.

El patronato suele reunirse dos veces al año pero este 2025 ya lo ha hecho seis veces. En la primera, en enero, se decidió la destitución de María Blasco y Juan Arroyo como directores científico y gerente, que regresaron a sus antiguos puestos en el centro.

Este martes vuelve a reunirse, de forma urgente y "cuyo orden del día será el análisis de la situación actual del centro" a raíz de la información adelantada por el diario El Mundo, señalan desde Ciencia.

También indican que "el Ministerio no tiene constancia de que la Fiscalía de Madrid haya notificado al CNIO ninguna denuncia al respecto" y que "el Tribunal de Cuentas está auditando los ejercicios correspondientes a los años 2022, 2023 y 2024".

Desde el CNIO señalan que "los supervisores de la instalación actuaron en todo momento como corresponde a la seguridad que requiere este tipo de equipamiento".