La ensalada césar es un plato rico en colina. Public Domain Pictures.

La ensalada césar es un plato rico en colina. Public Domain Pictures.

Ciencia

Confirmado por la ciencia: comer huevos, pollo y pescado aporta colina, que reduce el peso y previene el alzhéimer

Algunos alimentos básicos serían clave para reducir el riesgo de obesidad y, por extensión, para evitar efectos neurodegenerativos.

Más información: El peligro de dejar de comer huevo por miedo al colesterol: el nutriente esencial que perdemos

Publicada

Las claves

Un estudio de la Universidad Estatal de Arizona muestra que la colina, presente en huevos, pollo y pescado, ayuda a reducir el peso y previene el deterioro cognitivo.

La investigación encontró que personas con obesidad y bajos niveles de colina tienen mayor riesgo de daño neuronal y enfermedades como el alzhéimer.

Los bajos niveles de colina pueden ser una señal temprana de enfermedades neurodegenerativas y aumentar su ingesta podría ser una medida preventiva.

La colina se obtiene fácilmente a través de alimentos como huevos, pescado, carne de ave, legumbres y verduras crucíferas.

Sabemos que seguir una alimentación saludable, con alimentos ricos en nutrientes pero no tanto en calorías, es clave para reducir la mayoría de las enfermedades crónicas. Asimismo, se sabe que la obesidad por sí misma se ha relacionado con un aumento del riesgo de sufrir diversos tipos de patologías, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.

Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), y publicado en Aging and Disease, sugiere que la combinación entre obesidad y bajos niveles de un nutriente en particular, la colina, contribuirían a un envejecimiento cerebral acelerado. Esto implica un mayor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas.

La colina es uno de los nutrientes esenciales para el organismo humano. Su déficit, junto al estrés oxidativo asociado a la obesidad, contribuiría a facilitar e incluso acelerar el deterioro cognitivo mucho antes de que aparezcan síntomas reales, según se desprende de este nuevo trabajo.

"Esta investigación se suma a la creciente evidencia de que la colina es un marcador valioso de disfunción metabólica y cerebral, y refuerza la importancia de una ingesta diaria suficiente, ya que es esencial para la salud humana", explica el neurobiólogo Ramón Velázquez, de la ASU.

"Varios informes publicados este mes vinculan los niveles reducidos de colina en sangre con cambios de comportamiento, incluyendo ansiedad y deterioro de la memoria, así como una disfunción metabólica más amplia", prosigue.

Durante el estudio se reclutó a 15 personas con obesidad con una edad promedio de 33,6 años, y se compararon con 15 controles sanos, antes de analizar los niveles de moléculas y biomarcadores clave de todos sus sistemas.

Se descubrió que las personas con obesidad poseían diferencias notables con el grupo control: menores niveles de colina en sangre, un mayor número de biomarcadores inflamatorios y niveles más altos de NfL, una proteína sanguínea asociada al daño neuronal.

De hecho, se detectó una intensa correlación entre los bajos niveles de colina y los niveles elevados de NfL en los participantes con obesidad. Además, ese fue el mismo patrón detectado en análisis de tejido cerebral postmortem en personas mayores que habían fallecido con deterioro cognitivo leve o ya diagnosticados de Alzheimer.

Por el momento los datos no son suficientemente exhaustivos para demostrar una relación causal, pero sí se sospecha que la obesidad, la colina y el envejecimiento cerebral acelerado que conduce a la demencia podrían estar relacionados.

"Nuestros resultados sugieren que, en los adultos jóvenes, una buena salud metabólica y una cantidad adecuada de colina contribuyen a la salud neuronal, sentando las bases para un envejecimiento saludable", explica Jessica Judd, neurocientífica conductual de la ASU.

Serán necesarios más estudios para comprender los detalles de este triple vínculo entre obesidad, colina y neurodegeneración. De momento lo que sí sugieren los investigadores es que los bajos niveles de colina podrían ser una señal precoz de enfermedades como el alzhéimer, y que aumentar los niveles de dicho nutriente debería valorarse como una medida preventiva.

Aunque el hígado produce una pequeña cantidad de colina de forma natural, es relativamente fácil conseguir niveles adecuados de la misma a través del consumo de huevos, pescado, carne de ave, legumbres y verduras crucíferas.

Se sabía que la colina era importante para la salud, pero probablemente lo sea más si cabe de lo esperado: "La mayoría de las personas no se dan cuenta de que no están consumiendo suficiente colina. Agregar alimentos ricos en colina a su rutina puede ayudar a reducir la inflamación y beneficiar tanto a su cuerpo como a su cerebro a medida que envejece", concluyen los autores.