Solo el 25% de las investigaciones fraudulentas serán retractadas alguna vez.

Solo el 25% de las investigaciones fraudulentas serán retractadas alguna vez.

Ciencia

Un gran estudio afirma que la ciencia fraudulenta ya supera a la legítima: "Es lo más deprimente que he investigado"

Los autores hablan de una red global con una inversión de "millones de dólares" en la que cooperan editores y autores.

Más información: Así se publica un estudio totalmente falso en una revista científica: "Si pagas, puedes contar el cuento de Caperucita"

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Plagios, autores que firman artículos que no han escrito y revistas que publican investigaciones que no cumplen, precisamente, los estándares de calidad. El fraude en la ciencia no para de crecer y son los propios científicos quienes lo están demostrando.

Un equipo de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, ha publicado este lunes un estudio sobre este problema. Sus resultados son, cuanto menos, alarmantes: la publicación de ciencia fraudulenta está superando el ritmo de crecimiento de las publicaciones científicas legítimas.

Para verlo en perspectiva: los trabajos fraudulentos se duplican cada año y medio, mientras que el total de publicaciones científicas lo hace cada 15 años. "Es lo más deprimente que he investigado nunca", lamenta Luís A. N. Amaral, de la Universidad de Northwestern y autor principal del estudio.

El trabajo ha visto la luz en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y a los científicos les preocupa que este problema acabe pasando desapercibido. "Si no concienciamos sobre este problema, se normalizarán comportamientos cada vez peores", advierte Amaral.

Para realizar el estudio, los investigadores han analizado extensos conjuntos de datos de publicaciones retractadas, registros editoriales y casos de duplicación de imágenes. La mayoría de esta información la han obtenido de plataformas científicas importantes como Web of Science (WoS) o Scopus, del grupo Elsevier.

Otras son la plataforma de búsqueda PubMed y las bases de datos Medline y OpenAlex. La última con datos de Microsoft Academic Graph, Crossref, ORCID, Unpaywall y otros repositorios institucionales. También recopilaron listas de revistas desindexadas (eliminadas de las bases de datos por no cumplir estándares de calidad o éticos).

Asimismo, incluyeron datos sobre artículos retractados de Retraction Watch (una organización y página web dedicada a hacer seguimiento y documentar estos archivos) y comentarios de investigaciones en PubPeer (una plataforma web gratuita dedicada a la revisión de estudios tras su publicación).

Además, utilizaron la información incluida en los metadatos, como los nombres de los editores y las fechas de envío y de aceptación de los archivos.

Una red global

Cuando aparecen noticias de ciencia fraudulenta y artículos retractados, puede parecer que se trata de casos aislados, pero nada más lejos de la realidad, según este equipo. Los autores afirman la existencia de una extensa red clandestina que opera en la sombra y fuera del conocimiento público.

En el trabajo hablan de una "cooperación entre editores y autores para lograr la publicación de artículos científicos fuera de los estándares tradicionales de revisión por pares". Amaral los tilda incluso de "organizaciones criminales para falsificar el proceso científico" y asegura que se invierten "millones de dólares en estos procesos".

El equipo habla principalmente de fábricas de artículos, organizaciones o entidades que producen y venden a gran escala trabajos falsos o de baja calidad para publicarlos en revistas académicas.

Estos manuscritos pueden contener datos inventados, imágenes manipuladas o incluso robadas, contenido plagiado e, incluso, afirmaciones absurdas o físicamente imposibles, advierten.

Amaral y su equipo aseguran que hay una cooperación entre estas empresas, los intermediarios y las revistas que utilizan. Estas fábricas, además, llevan a cabo una labor de "adaptación" si la publicación pierde prestigio o es desindexada, destacan en el texto. Es decir, buscan un plan B.

El mejor postor

Amaral explica que hay diversas opciones de compra en estas fábricas. "No solo pueden comprar artículos, sino también citas. Así, pueden aparentar ser científicos de renombre cuando apenas han realizado su propia investigación".

Para él y su equipo ha sido muy complicado averiguar cómo operan estas organizaciones: "Apenas hemos podido vislumbrarlo". Los científicos que quieren inflar sus cifras pueden comprar estos artículos fraudulentos por cientos o miles de dólares. "Pueden pagar más por el puesto de primer autor o menos por el de cuarto autor"

No solo se vende la autoría, sino también citas a sus investigaciones en los trabajos elaborados. Además, pueden pagar para que las revistas acepten las investigaciones de forma automáticas gracias a un falso proceso de revisión por pares, subraya Amaral.

Falta de resultados

Los autores lamentan que las medidas punitivas que se han implementado no están frenando esta avalancha de ciencia fraudulenta. Los artículos publicados en revistas desindexadas siguen estando disponibles en algunos agregadores.

Tampoco han crecido demasiado las retractaciones. Para que se dupliquen tienen que pasar más de tres años. "Siguen siendo un hecho relativamente infrecuente, muy por debajo de lo que cabría esperar para artículos claramente fraudulentos", se quejan en el texto.

De los 29.956 artículos sospechosos de proceder de estas fábricas, y con un registro correspondiente en OpenAlex, que han encontrado los investigadores, solo 8.589 han sido retractados, menos del 29%.

Con esos datos, el equipo estima que solamente el 25% de los trabajos elaborados así serán retractados alguna vez y alrededor del 10% estará en una revista desindexada.

Los autores sitúan el origen de este problema en una ciencia cada vez más competitiva. Sandra González Torrecilla, presidenta de la Oficina española de integridad en la investigación (OEII), lamenta que sea así. "Tenemos un sistema de 'publica o muere'".

A los científicos se les pide "lo imposible", que publiquen, con un ritmo más o menos elevado, en revistas de alto impacto. Asimismo, esto condiciona el acceso a los puestos de trabajo o a la financiación para continuar con sus proyectos, señala Torrecilla.

Para cambiar esto, continúa, la única solución posible, es "una reconstrucción por completo del sistema", aunque reconoce que es algo más que complicado. Amaral, por su parte, teme que sea demasiado tarde. "La literatura en algunos campos puede estar ya irremediablemente dañada por el fraude".