Garrapata.

Garrapata. Istock.

Ciencia

Mueren menos y se extienden cada vez por más zonas: el peligro desconocido de las garrapatas en España

La llegada de inviernos más cálidos y la presencia de mascotas en los hogares puede contribuir a que estos arácnidos tengan más presencia.

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El reino animal es infinitamente variado. En él podemos encontrar desde especies tan aceptadas, y agradables para los humanos, como los perros, los gatos o los osos panda, pero también lo forman otros a menudo rechazados e, incluso, temidos como los insectos y los arácnidos.

A este último grupo pertenecen las garrapatas, que proliferan en primavera y verano con el aumento de las temperaturas. Todos los años aparecen las advertencias de los expertos. No obstante, desde hace unas semanas hay una alarma en España ante el posible aumento de su población.

Sergio Magallanes, en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), cuenta que determinar su abundancia es una tarea complicada, ya que factores como la especie, o el hábitat determinan en gran medida este dato.

La ausencia de cifras, como estadísticas y censos, sobre su población dificulta mucho saber si el aumento del que se habla es real, señala José Luis Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y miembro de la Sociedad Española de Entomología.

Además, agrega Magallanes, la distribución de determinados géneros de garrapatas como el género Hyalomma presentan una distribución muy parcheada por el territorio español, lo que dificulta poder estimar su población y hacer comparativas de un año a otro.

Lo que sí que está claro, expone el investigador en ecología de enfermedades y parasitología, es el papel del cambio climático. La llegada de inviernos suaves y temperaturas cálidas de los últimos años pueden favorecer la reproducción de estos artrópodos y dificultar su mortalidad.

¿Hay más garrapatas este año?

A pesar de lo que expone el investigador, reconoce: "Todo parece indicar que la distribución y abundancia de garrapatas cada vez es mayor". Una de las explicaciones para ello son las abundantes lluvias que se han dado durante la primera mitad de este año.

Cuanta más agua, más alimento para los animales herbívoros, como ciervos, gamos y conejos. "Esto hace que las garrapatas tengan un mayor número de hospedadores potenciales, favoreciendo su multiplicación", desarrolla Magallanes.

Por otra parte, expone el investigador de la EBD-CSIC, también hay que considerar que, debido al incremento de casos de enfermedades transmitidas por estos ácaros, cada vez se le está prestando más atención y esto hace inevitablemente que encontremos más garrapatas.

Cada vez más cerca

No solo preocupa el aumento de su prevalencia, también lo hace la posibilidad de que estén cada vez más cerca y aparezcan en sitios que antes no lo hacían, como las ciudades. A Magallanes esto no le parece algo extraño para nada.

La expansión de las garrapatas es un fenómeno estrechamente ligado a la de sus hospedadores, entre ellos los animales de compañía como los perros.

Asimismo, las ciudades siguen creciendo e invadiendo cada vez más zonas rurales. Esto, a su vez, provoca que las especies silvestres que viven en este tipo de entornos entren en contacto con los territorios urbanos y la periferia con mayor frecuencia.

¿Dónde es más probable encontrarlas?

Normalmente, suelen estar presentes en zonas con pastos o vegetación abundantes. Por eso pueden proliferar en zonas ganaderas como Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha, explica Viejo.

No suelen estar expuestas directamente al sol, suelen situarse en zonas de sombra de árboles y arbustos, puesto que necesitan cierto grado de humedad para poder estar activas, completa Magallanes. Por eso, no suelen verse en las horas centrales del día, más bien en las primeras de la mañana.

La cifra en España sobre la variedad de garrapatas está en unas 40 especies, según el Ministerio de Sanidad. El número puede parecer alarmante, pero eso no supone que tenga que haber más individuos, simplemente que la diversidad es mayor, dice Viejo.

Cómo protegerse

La mejor protección es no frecuentar su hábitat, pero, si se van a pisar entornos donde puedan estar, lo mejor es hacerlo con botas de montaña o de campo, ropa larga y con el pantalón por dentro de los calcetines, explican ambos expertos.

Magallanes destaca también que, cuanto más claras sean las prendas, mejor se les identifica si alguna se pega. Es cierto que existen algunos repelentes que se usan sobre la ropa para que las garrapatas no se suban, pero "no son completamente eficaces", indica.

¿Qué hacer si una se engancha?

Si alguien ve que una garrapata se le ha enganchado a la piel, lo mejor es que acuda a un centro de salud para que se la retiren, señala Viejo. No obstante, si se encuentra en una zona alejada, puede quitársela sin acudir al médico.

Con unas pinzas, hay que coger al arácnido lo más pegado posible a la piel y tirar de él de la forma más vertical posible. Una vez despegada, lo más aconsejable es guardarla en un bote para que cuando pueda llegar al centro de salud puedan examinarla, detalla Magallanes.

Aunque las garrapatas son vectores de transmisión de dolencias como la enfermedad de Lyme o la fiebre hemorrágica Crimea Congo, necesitan estar enganchadas de 24 a 48 horas para poder transmitir, si es que los tiene, los patógenos que porte, explica el investigador de la EBD-CSIC.

Ante las dudas de la sociedad española de las últimas semanas, Viejo es tajante: "No se debe exagerar el problema, pero tampoco obviarlo". Existe y hay que llevar cuidado, pero sin entrar en pánico. Lo mejor es "extremar las precauciones" si se sale al campo y no dejar sueltas a las mascotas.