El VIII Concurso Internacional de Torrijas – Astorga 2023 y la II Feria Gastronómica que se ha celebrado en tierras leonesas ha galardonado, con el primer premio Torrija Innovadora a José Ignacio Colinas de la Pastelería Xokoreto que se ubica en la localidad vallisoletana de la provincia de Valladolid, de Castronuño.

“Hicimos un trampantojo de Pringles que llamamos Tringels. Queríamos meter las torrijas dentro de un bote de Pringels para que no supieras si lo que ibas a degustar eran las propias patatas o las torrijas”, confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, José Ignacio Colinas.

A sus 39 años, el pastelero suma 12 en la profesión y diez con su Pastelería situada en Castronuño que hace dos renovó sus instalaciones y que nos explica cómo ha sido triunfar de nuevo.

La torrija más innovadora y creativa de nuestro país

“Hemos recibido con mucha alegría el premio que nos certifica como la torrija más innovadora de España. Los compañeros la probaban y te iban diciendo que era una pasada. Luego lo tiene que corroborar el jurado, como ha ocurrido en esta ocasión”, asegura nuestro entrevistado.

El vallisoletano consiguió imponerse a otros 50 compañeros de profesión que superaron un cribado inicial por parte de la organización con una propuesta atractiva y sumamente curiosa que ha enamorado a todos.

“Queríamos recrear el lanzamiento de las nuevas Pringles. Que no supieras si tenías patatas Pringles o unas patatas de Catacho (como se le conoce a Jose) de Castronuño. Era el juego. Lo hicimos con pan. Una torrija tradicional, infusionada con canela y con leche Gaza. Lo hicimos papilla y lo pasamos por un molde simulando ser patatas. Lo pasábamos por otro molde y a secar 100 grados, durante una hora”, nos cuenta Jose Colinas.

Las Tringles de Xokoreto

No es el primer premio

El pastelero confiesa a este medio que “nos ha costado mucho llegar aquí” y se acuerda de su padre. Él le decía que “nos iba a costar el doble que a los demás” al no ser familia de pasteleros y completar una labor, podríamos decir que autodidacta.

En 2017 ya consiguió imponerse en el Concurso Nacional de Torrijas con otro trampantojo que simulaba un refresco y una torrija de gas, el ‘Torrigas’. En el año 2019 consiguió el segundo puesto con otro trampantojo que llevaba por nombre: ‘Torrijo’, un árbol que daba frutas, en este caso, torrijas.

“Al final son las torrijas que hemos comido toda la vida y las que llevamos al concurso. Las que vendemos en nuestra tienda también”, añade.

Un negocio viento en popa a toda vela

José Ignacio Colinas suma ya diez años en Castronuño con un negocio único. Sus turrones son únicos en la provincia de Valladolid. Ahora dan desayunos, helados artesanos, e incluso catering a domicilio y se preparan para la campaña de Semana Santa.

No solo van a vender, durante estos días, torrijas, también molletes, un producto típico del lugar. “Para un pueblo de 800 habitantes, al final es gratificante que la gente venga hasta aquí para comprar nuestros productos. Xokoreto es parada obligada ya entre Medina del Campo y Toro y entre Valladolid y Salamanca. Eso es lo que buscamos”, nos confiesa el dueño del negocio.

Un negocio que cuenta con dos trabajadores y José, cada día, en una plantilla que se incrementa en verano a los cinco trabajadores y que quiere seguir triunfando en un precioso pueblo vallisoletano como es Castronuño.