
Manuel Tabernero, premio Mejor Torrija tradicional 2025, y Ana ramón, Mejor Torrija Innovadora 2025
De la tradición al atrevimiento: las torrijas que han puesto patas arriba a Salamanca
El concurso corona la mejor torrija clásica y sorprende con una versión salada inédita, demostrando que los charros se atreven con todo en la cocina.
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En Salamanca, la Semana Santa sabe a torrija, pero este año el concurso provincial organizado por la Asociación de Hostelería de Salamanca ha ido mucho más allá de lo esperado.
La ciudad y su provincia han celebrado además de la tradición, también la osadía gastronómica. El resultado: dos torrijas que han puesto patas arriba a todo un jurado y a quienes han tenido la suerte de probarlas.
Detrás de estos éxitos, se encuentran dos historias que reflejan cómo la pasión y el ingenio pueden transformar hasta el postre más clásico.
Manuel, el arte de la torrija perfecta
Para Manuel Tabernero, Mejor Torrija tradicional 2025, la cocina es algo más que una vocación: es casi un arte de precisión. Desde Las Villas del Rocío, en la urbanización Valdelagua, ha logrado lo que muchos creían imposible: destacar con una torrija tradicional en un mar de propuestas cada vez más sofisticadas.
¿Su secreto? Una infusión aromática de agua de azahar y crema de orujo que impregna el pan de sabor y cremosidad, y una atención casi obsesiva por la temperatura y el punto exacto de la mezcla. “La infusión es clave, el pan tiene que empaparse en su punto justo”, confiesa Manuel. El jurado lo tuvo claro desde el primer bocado, y ahora quienes quieran descubrir por qué su torrija ha sido premiada, pueden encontrarla todo el año en la carta del restaurante.
Para Manuel, recibir el premio ha supuesto una inyección de energía y un reconocimiento al trabajo bien hecho. “Creo que la elaboración estaba perfecta, todo salió redondo”, asegura con satisfacción.
Y lo mejor, según cuenta, es ver cómo clientes y nuevos curiosos llenan su local dispuestos a dejarse sorprender por la autenticidad del sabor de siempre, preparado con el esmero de quien no deja nada al azar.
Ana y el atrevimiento de la torrija salada
El caso de Ana Ramón, Mejor Torrija Innovadora 2025, es el mejor ejemplo de que, a veces, las grandes ideas nacen de la pura intuición.
En la Tapería Jaleo, la torrija salada comenzó como una propuesta fuera de carta, una pequeña locura para clientes atrevidos. Pero el éxito fue tal que decidieron llevarla al concurso, sin imaginar la revolución que provocaría. “Al principio pensábamos que igual resultaba raro, pero nos lanzamos porque la acogida era buenísima”, relata Ana. Y acertaron: la técnica es la de la torrija clásica, pero con ingredientes que dan un giro radical al resultado final.
Pan empapado, al horno con manzana y un toque caramelizado que lo acerca a la alta cocina, pero con sabor salado. Una apuesta que descolocó al jurado y enamoró a todos los que la probaron.
El premio ha supuesto para Ana y su equipo un subidón de motivación, a la vez de una oportunidad para seguir innovando. “Te dan ganas de hacer más cosas, de no ponerte límites”, reconoce.
Por eso, durante todo el mes de mayo, la torrija salada de Jaleo estará disponible para todos los que quieran desafiar sus sentidos y descubrir que el postre más tradicional puede convertirse en una experiencia completamente nueva.
Dos caminos distintos, pero la misma pasión por innovar y emocionar a través de la cocina.