Raúl Gutiérrez ‘Rulo’

Raúl Gutiérrez ‘Rulo’

Salamanca

Rulo: “Salamanca merece una parada especial en mi tren, esta gira es un viaje que no volverá a repetirse”

El cántabro actúa esta noche en el CAEM con una gira que convierte el escenario en una estación de tren bajo una experiencia única e irrepetible.

Más información: El barrio donde las puertas hablan: vuelve la galería de arte más viva de Salamanca

Salamanca
Publicada

Noticias relacionadas

El tren de Rulo y La Contrabanda hace parada hoy en Salamanca, y no es una estación cualquiera en el itinerario del cántabro.

Cada función de su actual gira de teatros es un viaje irrepetible: escenografía de estaciones ferroviarias, acting cuidado al detalle, repertorio renovado y una atmósfera que va mucho más allá del clásico directo de rock.

“Es nuestra cuarta gira de teatros y hacía seis años de la última. La hemos cogido con muchísimas ganas”, reconoce Rulo. No se trata solo de música, sino de memoria, de devolver al público esa apuesta por un formato que no siempre fue sencillo. “El público tiene memoria y valora el esfuerzo. Es la gira que más trabajo da, pero es la que más disfrutamos.”

En Salamanca, Rulo atesora recuerdos de noches inolvidables: conciertos en el Multiusos Sánchez Paraíso, en el claustro de la Universidad bajo la luna llena, y ahora, una segunda vez en el CAEM, pero con un concepto distinto.

La ciudad, confiesa, siempre le ha dado motivos para regresar. “Las ciudades que mejor te tratan te acaban marcando, y Salamanca es una de ellas.” No es una frase hecha: para Rulo, los escenarios se impregnan de energía y, al final, el cariño no se olvida.

La magia de los teatros

¿Por qué esa obsesión por el detalle, la escenografía y el concepto? Rulo lo tiene claro: “He ido a ver bandas de rock a teatros y me he sentido decepcionado porque no cambiaban nada respecto a una sala. Yo creo que un teatro merece algo más, por su historia, por lo que representa”.

En esta gira, nada queda al azar. La estación de tren que preside el escenario cambia de ciudad en cada show, el tren aparece y desaparece como por arte de magia, y hasta las voces en off y los carteles evocan ese romanticismo ferroviario que define todo el espectáculo.

La experiencia es tan única como efímera: “Esta estación de tren y este espectáculo solo será aquí y en dos ciudades más. Cuando acabe, se guarda y no volverá”, avisa. Quien acuda hoy al CAEM no verá solo a Rulo en concierto, sino la última oportunidad de subirse a este tren.

El valor de parar y volver a empezar

En el horizonte, el parón. Rulo ha anunciado que 2026 será un año sabático en España, sin giras ni escenarios. “Necesito parar, componer, desconectar. Alejarme de lo que más quiero para poder volver con ganas. Si no descansas, el escenario acaba viéndote como una máquina, y yo quiero mantener la chispa.” Un tiempo necesario para transformar vivencias en nuevas canciones, para no caer en la apatía ni repetirse.

Cuando la inspiración llega, lo hace sin avisar. “Mi gasolina es la próxima canción. El público decide cuáles se quedan, pero yo sigo levantándome cada día buscando la siguiente que me emocione.” Esa búsqueda es lo que mantiene viva su carrera y, según reconoce, la mejor receta para no perder el norte en una industria donde la inercia puede ser letal.

Música y literatura: dos lenguajes y una misma necesidad

No solamente de canciones se conoce Rulo. Su novela, "Cuestión de suerte", ha supuesto una nueva vía de expresión, igual de visceral y honesta que sus letras. La escritura, igual que la música, llegó como una necesidad, sin pretensiones.

“La creatividad no se puede forzar. Si el placer de crear se va, no tiene sentido. Hay que saber parar y respetar los tiempos”, confiesa, recordando cómo el libro se gestó entre bloqueos y arrebatos de inspiración.

En el escenario, sus rituales son tan personales como el repertorio: repaso del show, brindis con todo el equipo y la frase que resume su filosofía: “Nunca es una noche más”. Un recordatorio para vivir cada concierto como si fuera el último.

–Termina la frase: “Si mañana se acabara la música para mí…”

“Moriría bastante. No sé cuánto de mí, pero una parte seguro.”

Un viaje que merece cada parada

La gira de Rulo y La Contrabanda en Salamanca es mucho más que un concierto: es una declaración de intenciones, una apuesta por lo artesanal, lo único y lo irrepetible. 

Porque, como dice el propio Rulo, “este viaje no volverá a repetirse”. Salamanca se convierte, así, en parada especial de una gira hecha para quedarse en la retina de quienes saben que la música, como la vida, es mejor cuando no tiene vuelta atrás.