Fiestas de Aldeadávila de la Ribera

Fiestas de Aldeadávila de la Ribera L. Falcão

Salamanca Pueblos en Fiestas

Fiestas de Aldeadávila: simbiosis de toros, verbenas y animación callejera con dosis de tradición

Aldeadávila de la Ribera comienza este lunes, 21 de agosto, sus tradicionales Fiestas en honor de San Bartolomé que se extienden hasta el lunes 28

21 agosto, 2023 07:00

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Las fiestas populares de los pueblos salmantinos no se entenderían sin mencionar a Aldeadávila de la Ribera que, desde este lunes 21 de agosto y hasta el lunes 28 del mismo mes, vive con intensidad las Fiestas del Toro, como honra a San Bartolo, que se abren con el desenjaule en el 'prao de Rocoso'. Este es un nuevo evento que ya se ha hecho tradicional. Son miles de personas de todos los pueblos de la comarca las que se desplazan hacia este paraje para ver cómo son los toros de Aldeadávila del año en curso. Entendidos y aficionados, y otros más dicharacheros, los hay para todos los gustos. Como gustoso y concurrido es el convite posterior con limonada y aceitunas que se digna ofrecer el Ayuntamiento.

También tienen estas fiestas su parte tradicional y religiosa, con los actos en honor de San Bartolo, del que se guarda una reliquia del santo traída a Aldeadávila por un religioso hijo de la localidad, la cual se venera en la capilla de San Jerónimo, mandada construir a sus expensas por el marqués de Caballero. La festividad religiosa se centra en una misa concelebrada por varios sacerdotes nativos del pueblo que acompañan al párroco para, posteriormente, salir en procesión por las calles del pueblo con la imagen de San Bartolomé, presidida por la famosa 'Manga del Santo' en cuyo traslado se turnan cuatro personas, y con acompañamiento musical.

Otro de los actos que levanta la participación de los vecinos hasta niveles inimaginables en otros lugares, es en la noche de San Bartolo, 24 de agosto, el desfile de carrozas, que atrae la curiosidad de miles de forasteros. Un desfile mágico, variado siempre de un año a otro e imaginativo, en el que se exhiben más de veinte carrozas y grupos de humor.

Conviene, además, recordar las importantes verbenas nocturnas, con orquestas de primer nivel que, también, logran la atención de los habitantes de los pueblos vecinos, quienes, junto a los locales, llenan la plaza de alegría y baile.

Las Fiestas del Toro

Un encierro tradicional de novillos en Aldeadávila de la Ribera

Un encierro tradicional de novillos en Aldeadávila de la Ribera L. Falcão

Pero Aldeadávila es más conocida por sus Fiestas del Toro, que dan razón de ser a los actos populares. Este componente taurómaco tiene una importante raigambre en la tradición. Si nos retrotraemos en el tiempo, la costumbre de lidiar reses bravas en la plaza Mayor de Aldeadávila de la Ribera tiene casi 250 años de antigüedad, tal como recogen algunos documentos del concejo de 1752. En aquella época, el carnicero solía ser la persona encargada de comprar el toro de muerte para los festejos. No obstante, se lidiaban también algunos novillos, y se toreaban algunas vacas bravas que pastaban durante el año por las tierras del común de Aldeadávila.

Eran tiempos en que las peñas llenaban de colorido las calles y torales, recorriendo con su música todos los rincones del pueblo, se escuchaban acordeones y tamborines, antes de divisarse la manada de toros que cogía la cuesta abajo del Val de Los Llanos... Después, en carrera desenfrenada se intentaba llegar a la plaza delante de los astados.

Por eso, en las Fiestas de Aldeadávila destacan sus encierros a caballo, seguidos por millares de aficionados –corredores y espectadores–. Desde el 'prao', la manada de toros avanza arropada por los caballos y seguida a cierta distancia por expertos sorteando con su silencio el camino.

Cuando las campanas de la iglesia comienzan a repicar, avisan de que los toros enfilan la cuesta que finaliza en San Marcos. A partir de ese momento, una muchedumbre emprende la carrera hasta la plaza de toros, montada en un marco de granito y arquitectura sobria, avanzando por calles que se estrechan según van a morir en la plaza y que son testigos de un momento emocionante, cuando los toros acosan en desbandada azuzados por las picas en un tropel formado por corredores, novillos y caballos.