El folclórico Ángel Rufino de Haro, 'El Mariquelo', no ha eludido por trigésimo sexto año consecutivo su cita con la Catedral Nueva de Salamanca ascendiendo a lo más alto para pedir por los enfermos de riñón y leucemia, según informa Ical.

En esta ocasión sus plegarias fueron dirigidas a las asociaciones Ascol y Alcer Salamanca junto con las personas que perdieron a algún ser querido, como ha sido su casa con el fallecimiento de sus amigos Ramón, isi y Constantino.

A pesar de la lluvia, Rufino acudió a la plaza de Anaya a pie, sin su caballo anes encarar la subida hasta la campana. "Pido alegría, salud y dicha", recitó ante la campana 'María de la O' para, posteriormente tocar 36 campanadas.

Una tradición familiar

La subida a la Torre de las Campanas data del 31 de octubre de 1755 cuando el terremoto con un 9 en la escala de Richter, en las costas de Lisboa, obligó a los charros a refugiarse en la catedral.

Por ello, un miembro de la familia de 'Los Mariquelos' asciende en cada aniversario para agradecer que la catedral se mantuviera en pie. Sin embargo, la tradición quedó suspendida durante ocho años hasta que Ángel la retomó.